NACIONES UNIDAS – Un informe conjunto de ONU Mujeres y la organización humanitaria internacional Care sobre las disparidades de género en la crisis de Ucrania demanda a los donantes y a los aliados asistenciales que se preocupen más por promover las voces de las mujeres y de las comunidades marginadas en el esfuerzo para atender a la población.
El Análisis Rápido de Género, elaborado por de ONU Mujeres y Care, se publicó el 4 de mayo y sus conclusiones se debatieron en un encuentro especial el martes 10. El estudio reveló los retos y las dificultades a las que se enfrentan las mujeres y los grupos minoritarios en Ucrania.
Para elaborarlo, representantes de las dos instituciones realizaron entrevistas a más de 170 participantes para determinar el impacto de la guerra estallada hace más de dos meses en sus necesidades y preocupaciones.
La guerra ha afectado a múltiples ámbitos de la vida, desde la educación y el acceso a la sanidad hasta sus medios de vida. Desde que Rusia invadió a Ucrania y comenzó su agresión bélica, el 24 de febrero, las mujeres han asumido más autoridad en los hogares y en la comunidad, incluidas las organizaciones comunitarias y de la sociedad civil.
“Las mujeres han estado al frente de los esfuerzos humanitarios, revela el informe. Sin embargo, no han sido incluidas en el liderazgo ni en el proceso de toma de decisiones”, indica el informe conjunto.
El riesgo es que los esfuerzos humanitarios actuales no aborden plenamente las necesidades más complejas de los civiles afectados, como los discapacitados, las personas que ya se habían desplazado antes de la crisis actual y las minorías étnicas, como los romaníes, aduce el documento.
Entre las principales conclusiones del análisis, destaca que las mujeres, los hombres, los niños y las niñas tienen necesidades diferentes que deben tenerse en cuenta en la respuesta humanitaria.
Sin embargo, los marcos actuales de la ayuda humanitaria deben mejorar para atender mejor sus complejas necesidades.
Las mujeres, las minorías y otros grupos infrarrepresentados se enfrentan a una mayor presión con el impacto agravado e interseccional de la crisis que puede dejarlos más vulnerables en el conflicto o la pérdida de ingresos, se alerta en el informe.
A pesar de que están al frente de los esfuerzos humanitarios en sus comunidades, se insiste, a las mujeres no se les incluye en el proceso de toma de decisiones sobre cómo se difunde la ayuda humanitaria incluso a los grupos más vulnerables.
Puede leer aquí la versión en inglés de este artículo.
Sima Bahous, directora ejecutiva de ONU Mujeres, dijo: “Es fundamental que la respuesta humanitaria en Ucrania tenga en cuenta y aborde las diferentes necesidades de las mujeres y las niñas, los hombres y los niños, incluidos los más rezagados”.
“Las mujeres han desempeñado un papel fundamental en la respuesta humanitaria de sus comunidades. También deben participar de forma significativa en los procesos de planificación y toma de decisiones para asegurarse de que se satisfacen sus necesidades específicas, especialmente las relacionadas con la salud, la seguridad y el acceso a los medios de subsistencia”, añadió.
En un encuentro organizado por el Pacto de Medios de ONU Mujeres, celebrado el martes 10, se debatieron las conclusiones del informe y las experiencias de los medios de comunicación al informar sobre la guerra en Ucrania a través de la lente del género.
Felicia Dahlquist, analista de programas de la oficina de ONU Mujeres en Ucrania, y Siobhan Foran, coordinadora de género en emergencias de Care, presentaron en ese marco los detalles del informe.
Las ponentes coincidieron en la necesidad de una respuesta humanitaria con perspectiva de género y socialmente inclusiva. Esta respuesta podría abordar las necesidades de diferentes sectores, desde el suministro de refugio y artículos no alimentarios, hasta la educación y la disminución de la carga de cuidados de las madres, tanto las que se quedan en el país como las que huyen.
Dahlquist y Foran reconocieron que, en una crisis humanitaria como la ucraniana, es necesario abordar múltiples ámbitos a la vez. Un grave problema en ese contexto es que se corre el riesgo de que otros factores, como el género y la diversidad, compitan por la atención.
Otra recomendación fue aumentar las comunicaciones para garantizar la responsabilidad ante las poblaciones afectadas. Esto significaría poner en marcha mecanismos de retroalimentación y quejas para garantizar procedimientos eficaces y diversos canales de comunicación para difundir información sobre la ayuda humanitaria a diversos grupos.
Un tema clave de debate fue el papel que podrían desempeñar los medios de comunicación a la hora de informar sobre las historias de mujeres, hombres y grupos minoritarios en el frente humanitario.
Las ponentes afirmaron que los medios de comunicación tienen la capacidad, y por tanto la responsabilidad, de abordar los problemas actuales a los que se enfrentan las mujeres y las minorías, de presentar el matiz y la complejidad de sus experiencias en el contexto de sus experiencias interseccionales.
Los medios de comunicación, se subrayó, tienen el potencial de reflejar las voces de estas comunidades al público en general, pero también de llamar la atención de los donantes y de las agencias humanitarias para que aumenten sus esfuerzos para apoyar a las organizaciones dirigidas por mujeres.
Aunque se espera que los donantes y las agencias humanitarias sean pragmáticos en la planificación y ejecución de sus programas, Dahlquist dijo que es esencial recordar la humanidad de las personas que necesitan esta ayuda.
Los medios de comunicación, adujo, podrían desempeñar un papel fundamental a la hora de mostrar ese elemento humano, especialmente entre los grupos que reciben menos cobertura en las noticias, como las minorías étnicas y la comunidad LGBTI+.
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