DURBAN – Ashley tiene una amplia experiencia laboral antes de comenzar su juventud. Ha trabajado bajo el sol abrasador de las calles de la capital de Guatemala o en los campos abiertos de sus granjas o esforzándose durante largas horas con el zumbido de una máquina de coser.
Su currículo laboral impresiona en el comercio ambulante, el trabajo agrícola o la sastrería. Pero ella, al igual que 160 millones de niños en todo el mundo, estuvo atrapada en el trabajo infantil, laborando desesperadamente para mantener a su empobrecida familia y proveer su educación.
«Para la mayoría de los niños trabajadores, es muy difícil expresarnos. Todos los niños que trabajan tienen diferentes necesidades, y la mayoría de sus padres no pueden satisfacerlas: ropa, salud y educación”, dijo en la ciudad sudafricana de Durban, donde este viernes 20 concluyó la 5 Conferencia Mundial sobre la Erradicación del Trabajo Infantil.
Aslhey sabe por experiencia propia que “la causa fundamental del trabajo infantil es la pobreza, porque nos hace salir de nuestras casas como niños trabajadores para arriesgar nuestras vidas y poder ayudar a nuestra familia».
«Los niños trabajadores no han terminado la educación formal. No han terminado la educación primaria porque sus familias no tienen recursos económicos. Tenemos que salir y mantenernos económicamente. En otros casos, terceras personas abusan de ellos», dijo la ahora adolescente guatemalteca a los delegados de la Conferencia Mundial.
Al hablar dentro el Foro Juvenil en ante la Conferencia Mundial, que comenzó el domingo 15, Aslhey destacó que «en mi país, y también en toda América Latina, se ve todos los días cómo los niños están apostados en los parques, junto a los semáforos, haciendo cualquier tipo de trabajo en malas condiciones».
Ashley fue una de los sobrevivientes del trabajo infantil de 10 países representativos del mundo, que contaron su historia a los participantes gubernamentales, empresariales y de la sociedad civil en la Conferencia Mundial, que este viernes 20 cerró con el Llamamiento a la Acción de Durban, con el que se quiere acelerar la lucha contra el trabajo infantil.
Al igual que Ashley, desde el otro lado del mundo, India, Amar Lala contó que nació dentro de una familia pobre y fue un niño trabajador desde muy temprano, hasta ser rescatado por la fundación del Premio Nobel de la Paz 2014, Kailash Satyarthi, un luchador incansable a favor del derecho universal a la educación y contra el trabajo infantil.
«Solía trabajar en la cantera rompiendo piedras todos los días y poniendo esas piedras en recipientes. Nos lesionábamos todos los días, pero no teníamos la posibilidad de ir al hospital para recibir tratamiento. No tenía ni idea, e incluso mi familia no tenía ni idea de lo que era la educación”, rememoró.
Detalló que fue una fortuna que fuera rescatado por Satyarthi. “Tuve la oportunidad de estudiar y decidí convertirme en abogado para defender a otros niños que están como yo lo estaba”, dijo.
“Hoy puedo decir con orgullo que soy un abogado que se presenta en los tribunales, cada día luchando por los niños que han sido explotados y están en situación de trabajo infantil y servidumbre», añadió Lala, quien ahora tiene 25 años.
Niños afectados por el trabajo infantil, como la guatemalteca Ashley, la keniana Kabwela, la sudafricana Mary Ann o el indio Lala compartieron sus historias ante un grupo de niños que se pusieron de pie al unísono para hacer el Llamamiento a la Acción de los Niños.
La de Durban ha sido la primera Conferencia Mundial sobre la Erradicación del Trabajo Infantil que incorporó una plataforma especial para escuchar las voces de los niños afectados por esa lacra.
La Conferencia de Durban acogió a más de 60 niños y jóvenes de diferentes partes del mundo, representando a África, América Latina y el Caribe y Asia. Los organizadores no revelaron los apellidos de los niños para proteger su identidad y su seguridad personal.
Representantes de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), como Thomas Wissing, del Grupo de Asesoramiento Técnico, el presidente del Comité de los Derechos del Niño de las Naciones Unidas, Mikiko Otami, el ministro de Empleo y Trabajo de Sudáfrica, Thulas Nxesi, y otros líderes internacionales de alto nivel de los gobiernos, las empresas y la sociedad civil participaron en esta sesión especial, en forma física o digital.
En su declaración especial, que recoge las expectativas de los niños que asistieron a la Conferencia Mundial, remarcaron que esta se celebraba en un «momento crítico» en el que el mundo está asistiendo a un aumento del trabajo infantil.
Ello es especialmente remarcable en el continente africano, donde 92,2 millones de niños están atrapados en el trabajo, 80 % de ellos dentro del sector agrícola.
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Durante la sesión especial, los niños y los adolescentes dijeron que pedían y que necesitaban para que la lacra del trabajo infantil se erradique para 2025, como la comunidad internacional se comprometió dentro del 8 de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), que en su meta 8.7 coloca ese año como la del fin en todas sus formas y en todas partes del problema.
En resumen, demandaron:
- Protección social y la provisión de espacios seguros para los niños durante las emergencias. Los gobiernos deberían hacer asignaciones presupuestarias para apoyar y enriquecer el desarrollo de los niños, especialmente en las comunidades pobres y marginadas. Formulación de iniciativas que incluyan las voces de los niños, para garantizar que los derechos y el bienestar de los niños no sean violados o relegados a un segundo plano en las emergencias. Todos los Estados deben adherirse a la Convención sobre los Derechos del Niño, así como al ODS 8.7 y a las políticas y leyes adoptadas a nivel nacional sobre la protección del niño.
- Reparto/ asignación de presupuesto. Los países más ricos deberían proporcionar ayuda al desarrollo a los países más pobres, especialmente en situaciones de emergencia. Por ejemplo, la provisión de espacios seguros para refugios que puedan ser utilizados para empoderar a los niños y a sus padres/cuidadores en materia de trabajo infantil. Los gobiernos deben comprometerse con iniciativas que mejoren la apropiación de las finanzas para maximizar su uso hacia el apoyo del acceso a la protección social, la educación pública gratuita de calidad, la atención sanitaria para todos los niños y las toallas sanitarias gratuitas para garantizar la plena asistencia a la escuela. Las partes interesadas deben estar capacitadas para exigir a los gobiernos responsabilidad y transparencia en todo momento. La corrupción y la malversación de fondos impedirán las oportunidades de acceso gratuito a la educación pública de calidad para todos y disminuirán las capacidades de los niños para perseguir sus sueños de convertirse en miembros significativos de la sociedad.
- Garantizar la representación democrática de los niños y jóvenes en la toma y aplicación de las decisiones clave que más les afectan en todo momento. Organizaciones como los sindicatos de estudiantes, los grupos de niños y las organizaciones de la sociedad civil deben comprometerse con los niños para encontrar soluciones.
«Nosotros, los niños y los jóvenes del mundo, estamos diciendo «no al trabajo infantil». Pedimos a los gobiernos y a todos los demás actores que respeten y tengan en cuenta nuestras voces para erradicar el trabajo infantil antes de 2025. Esperamos que esta conferencia no se quede en las palabras, sino en los hechos», dijeron los niños y adolescentes en su especial Llamamiento a la Acción.
Al comentar la participación de los niños en la conferencia, Otami, del Comité de Derechos del Niño, dijo que habían contribuido a proporcionar una clara comprensión sobre lo que el mundo está tratando de erradicar y sobre la necesidad de la aplicación holística de los derechos de los niños.
«Escuchar la voz de los niños es muy importante. Hablamos de una investigación basada en la evidencia, lo que los niños experimentan y piensan es parte de la evidencia», dijo.
Wissing, de la OIT, dijo que la participación de los niños se había debatido en conferencias anteriores, pero que el gobierno sudafricano había decidido que estaba preparado para dar a los niños una plataforma para hablar con los responsables políticos del mundo.
«Los derechos de los niños no son algo que se pueda negociar según las condiciones o los problemas locales. Son aspiraciones que hay que poner en práctica. Se miran estas convenciones (sobre los derechos del niño y la erradicación del trabajo infantil), pero si no se ponen en práctica, dentro de 50 años estaremos discutiendo lo mismo. Queremos eliminar el trabajo infantil», aseguró.
Añadió que la OIT, organizadora de la Conferencia Mundial, trabaja con los sindicatos para presionar a las empresas para que ofrezcan salarios y condiciones de trabajo decentes a los padres, de modo que sus hijos puedan disfrutar de su infancia e ir a la escuela.
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