Otros 263 millones de personas pueden caer en la miseria este año

Un asentamiento informal en el sector Altos de la Florida, al sur de Bogotá. Millones de personas que viven en pobreza relativa pueden engrosar este año la cifra de los más de 800 millones que sobreviven en pobreza extrema y bajo la amenaza del hambre, sostiene Oxfam. Foto: Freya Morales/PNUD Colombia

LONDRES – Unos 263 millones de personas adicionales pueden sumirse en la pobreza extrema este año, como consecuencia de la covid-19, el aumento de las desigualdades y el incremento desorbitado de los precios de los alimentos, advirtió un nuevo informe de la coalición contra la pobreza Oxfam.

Si no se toman medidas radicales e inmediatas, “podríamos estar ante el mayor aumento de los niveles de la pobreza extrema y sufrimiento de la humanidad del que se tiene constancia”, advirtió la directora de Oxfam Internacional, Gabriela Bucher.

“Este panorama es aún más desolador si tenemos en cuenta los billones de dólares acaparados por un puñado de hombres poderosos sin ningún interés por frenar esta escalada”, agregó.

Según Oxfam la fortuna de los 10 hombres más ricos del mundo aumentó de 700 000 millones de dólares a 1,5 billones (millones de millones), a un ritmo de 15 000 dólares por segundo, durante los dos primeros años de la pandemia covid-19.

La coalición publicó su informe “Tras la crisis, la catástrofe”, para que coincidiese con las reuniones de primavera (boreal) del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial, iniciadas este lunes 18.

El informe indica que, para finales de año, 860 millones de personas en todo el mundo, casi 11 % de la población mundial, podrían vivir en la miseria, es decir, con menos de 1,90 dólares al día según los parámetros del Banco Mundial.

Eso se reflejaría en los niveles de hambre, y las personas que padecen desnutrición podrían llegar a ser 827 millones.

“Este panorama es aún más desolador si tenemos en cuenta los billones de dólares acaparados por un puñado de hombres poderosos sin ningún interés por frenar esta escalada”: Gabriela Bucher.

El Banco Mundial había estimado que la covid y el empeoramiento de las desigualdades podrían llevar a la pobreza extrema a 198 millones de personas más a lo largo de 2022, revirtiendo así dos décadas de avances.

Basándose en los estudios del banco, Oxfam ahora estima que solo el aumento de los precios de los alimentos a nivel mundial sumiría en la pobreza extrema a 65 millones de personas más, alcanzándose un total de 263 millones adicionales este año, lo que equivale a las poblaciones de Alemania, España, Francia y Reino Unido juntas.

Las condiciones que inciden en el aumento global de la pobreza se ven exacerbadas por la guerra en Ucrania, de acuerdo con el informe de Oxfam.

Mientras muchas personas con dificultad encaran el drástico incremento del costo de vida –teniendo que elegir entre comer o pagar facturas médicas o de gas–, la amenaza de hambruna se cierne sobre millones de personas que ya sufren graves niveles de hambre y pobreza en África al sur del Sahara, Yemen y Siria.

Las personas en situación de pobreza son las más perjudicadas por estas crisis. El incremento del precio de los alimentos supone 17 % del gasto de los consumidores en países ricos, pero 40 % en el África subsahariana.

Incluso en las economías ricas, la inflación está exacerbando las desigualdades: en Estados Unidos, el 20 % más pobre de las familias destina 27 % de sus ingresos a adquirir alimentos, mientras que el 20 % más rico, tan solo siete por ciento.

Para la mayoría de los trabajadores y trabajadoras de todo el mundo, los ingresos reales continúan estancados o incluso están disminuyendo.

La pandemia también ha incrementado las desigualdades de género, y tras sufrir una mayor pérdida de empleos debido a la pandemia, las mujeres tienen dificultades para reincorporarse al mundo laboral.

En 2021 había 13 millones mujeres empleadas menos en comparación con 2019, mientras que en el caso de los hombres ya se habían recuperado los niveles de 2019.

El informe también muestra que la pobreza está agravándose en países enteros, pues la covid afectó las arcas de todos los gobiernos, pero los desafíos económicos que deben afrontar los países en desarrollo son mayores, al habérseles negado un acceso igualitario a las vacunas y al verse obligados a aplicar medidas de austeridad.

Numerosos gobiernos están en riesgo de impago de la deuda –los 45 países más pobres deben reembolsar este año 43 000 millones de dólares-, lo que los obliga a reducir de forma drástica las inversiones públicas para poder pagar a los acreedores e importar alimentos y combustible.

En febrero, los precios de los alimentos a nivel global marcaron un nuevo récord, superando el alcanzado en la crisis de 2011. Mientras, los gigantes del petróleo y el gas están registrando beneficios récord, algo que se prevé que también suceda en el sector de los alimentos y las bebidas.

A pesar de que los costos derivados de la covid continúan subiendo y que las riquezas de los milmillonarios se incrementaron más durante la pandemia que en los anteriores 14 años juntos, los gobiernos continúan sin aumentar los impuestos a los más ricos.

Un impuesto anual sobre el patrimonio –comenzando en tan solo 2,0 % para las fortunas millonarias y 5,0 % en el caso de las milmillonarias– podría generar 2,5 billones (millones de millones) de dólares cada año, según la coalición.

Oxfam sostiene que esa suma es suficiente para sacar de la pobreza a 2300 millones de personas, fabricar vacunas para todo el mundo y proporcionar servicios de salud y protección social universales a la población de los países de renta media y baja.

«Rechazamos la idea de que los gobiernos no tienen fondos o medios suficientes para sacar a todas las personas del hambre y la pobreza y garantizar su salud y bienestar. Lo que sí vemos es una total falta de creatividad económica y voluntad política para hacerlo”, dijo Bucher.

El Grupo de los 20 (G20, de economías industrializadas y emergentes), así como el FMI y el Banco Mundial “deben incrementar la ayuda a los países pobres y condonar su deuda de forma inmediata y, juntos, proteger a las personas de a pie de una catástrofe evitable. El mundo entero está pendiente de ello”, concluye el documento de Oxfam.

A-E/HM

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