MANILA – Más de seis de cada 10 dólares de financiamiento que comprometió en 2021 el Banco Asiático de Desarrollo (BAD) se dirigieron a ayudar a que la región de Asia y el Pacífico enfrentase los efectos de la pandemia covid-19, y a promover una recuperación ecológica de la crisis.
El BAD “cree firmemente que abordar los impactos de la pandemia y apoyar el desarrollo a largo plazo no son mutuamente excluyentes”, dijo el presidente del banco, Masatsugu Asakawa, al presentar los resultados financieros y operativos correspondientes a 2021 en esa institución multilateral.
Las erogaciones aprobadas por el BAD totalizaron 35 690 millones de dólares el año pasado, y de ellos 22 390 millones consistieron en préstamos, garantías, inversiones de capital, subvenciones y asistencia técnica brindada a gobiernos y al sector privado como respuesta a la crisis detonada por la pandemia.
El BAD además movilizó 12 900 millones de dólares en cofinanciamiento.
“Nuestra respuesta sostenida a la covid-19 ha sentado las bases para una recuperación inclusiva, resiliente y ecológica, asegurando el progreso hacia los objetivos de nuestra Estrategia 2030”, se ufanó Asakawa.
Como respuesta dirigida a la pandemia, se destinaron 13 500 millones de dólares, 60 % de los recursos enmarcados en atender la crisis de la covid, “aunque muchos de estos compromisos, como el fortalecimiento del sector de la salud, también ayudarán a la región mucho después de que termine la pandemia”, indicó el informe.
También el apoyo de respuesta a la pandemia del banco incluyó 4900 millones de dólares en financiamiento de desembolso rápido para que los gobiernos apoyen las reformas estructurales y aborden la sostenibilidad de la deuda.
El financiamiento incluyó 4600 millones de dólares en préstamos basados en políticas y 250 millones a través de una específica “Opción de respuesta ante la pandemia covid-19”.
“La batalla contra el cambio climático se ganará o se perderá en Asia y el Pacífico”: Masatsugu Asakawa.
El BAD comprometió 4100 millones de dólares para adquisición y entrega de vacunas seguras y efectivas por sus Estados miembros que son países en desarrollo, y dirigió 3300 millones de dólares al sector privado para mantener empresas abiertas, flujo comercial y hacer que los productos y servicios médicos estuviesen disponibles.
Junto con encarar la crisis de la covid, el banco se precia de abordar los desafíos de desarrollo a más largo plazo, como el cambio climático.
“La batalla contra el cambio climático se ganará o se perderá en Asia y el Pacífico”, dijo Asakawa, y “para tener éxito, nuestra región necesita acelerar la transición hacia un futuro bajo en carbono”, pues las emisiones de dióxido de carbono (CO2) y otros gases de efecto invernadero propician el calentamiento global del planeta.
Por temas, el mayor volumen de recursos el último año ha ido a operaciones financieras, 10 590 millones de dólares, y de ellos 9370 millones a iniciativas de respuestas a la pandemia. Le siguen las erogaciones propiamente para salud, 7440 millones de dólares, de los que 6930 millones fueron para enfrentar la covid.
Otras áreas a las que se destinaron importantes volúmenes de recursos fueron la gerencia de la gestión pública, con 4810 millones de dólares, y el sector transporte, con 5240 millones de dólares.
Las subregiones que recibieron más recursos fueron Asia del sur (Afganistán, Bangladesh, Bután, India, Maldivas, Nepal, Pakistán y Sri Lanka), 13 640 millones de dólares, y el sureste: Brunei, Camboya, Filipinas, Indonesia, Laos, Malasia, Myanmar, Singapur, Tailandia, Timor Oriental y Vietnam, 9000 millones.
El banco sostiene que todos sus compromisos incluyen elementos que beneficiarán específicamente a mujeres y niñas, y el año pasado emitió bonos educativos y “bonos azules” para la salud de los océanos por primera vez.
El BAD, constituido por 68 Estados, de los cuales 49 son de la región y en su mayoría considerados países en desarrollo –se exceptúan los industrializados Australia, Japón y Nueva Zelanda- se ha fijado como meta llegar a 100 000 millones de dólares en financiamiento climático acumulativo para 2030.
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