¿Puede suspenderse a Rusia de la ONU como a la URSS de la Sociedad de Naciones?

Reunión del Consejo de Seguridad de la ONU, el 27 de febrero, donde se aprobó la sesión de emergencia de la Asamblea General, celebrada al día siguiente, para condenar la invasión de un Estado miembro, Ucrania, por otro, Rusia. Foto: Loey Felipe / ONU

NACIONES UNIDAS – La Federación Rusa, condenada en todo el mundo por invadir a un miembro fundador de las Naciones Unidas -y por violar la carta de la ONU- fue objeto de fuertes críticas durante una extraordinaria Sesión Especial de Emergencia de la Asamblea General de 193 miembros, el máximo órgano de decisión del organismo.

La reunión de emergencia de la Asamblea de los 193 Estados miembros, por primera vez en 40 años, tuvo lugar a petición del Consejo de Seguridad de la ONU (CSNU).

Tras haber sobrevivido el 23 de febrero a una resolución crítica en el CSNU gracias al veto de Rusia, Moscú volvió a quedar políticamente aislada mientras se sucedían las críticas de los más de 100 oradores que participaron en el debate virtual de una sola jornada de duración.

La Asamblea General de urgencia fue decidida por el CSNU el domingo 27 de febrero,  gracias a que en los asuntos de procedimiento solo requieren el voto afirmativo de una mayoría de nueve de sus 15 miembros y los cinco países con derecho a veto (China, Estados Unidos, Francia, el Reino Unido y Rusia) no pueden ejercerlo.

Sin embargo, las reuniones en el Consejo de Seguridad y en la Asamblea General dejaron dos preguntas sin respuesta: ¿Llevarían los asesinatos de civiles en Ucrania a una investigación por crímenes de guerra? ¿Y se enfrentará Rusia a la improbable posibilidad de ser suspendida de la Asamblea General?

Estos días se recuerda que la Sociedad de Naciones, predecesora de las Naciones Unidas, formada al final de la Primera Guerra Mundial, expulsó a la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) en diciembre de 1939, en respuesta a la invasión soviética de Finlandia el mes anterior.

Louis Charbonneau, director de Naciones Unidas en Human Rights Watch (HRW), dijo a IPS que Rusia pudo vetar una resolución en el Consejo de Seguridad de la ONU, a pesar de que, como parte del conflicto de Ucrania, debía abstenerse. Se quedó sola: incluso su incondicional socio China abandonó a Rusia y se abstuvo.

Pero si el objetivo de Rusia era silenciar a los Estados miembros de la ONU (Organización de las Naciones Unidas), ha fracasado estrepitosamente, como lo demuestra la histórica Sesión Especial de Emergencia de la Asamblea General,  dijo.

“Esperamos que la Asamblea General y su resolución firme exija el respeto de los derechos humanos y el derecho internacional humanitario, la protección de los civiles y se insista en la necesidad de rendir cuentas por los crímenes de guerra y los abusos”, declaró Charbonneau.

El activista de HRW añadió que “esperamos que la Asamblea General o el Consejo de Derechos Humanos establezcan rápidamente una comisión de investigación para investigar los crímenes de guerra, las atrocidades y otras violaciones cometidas por las partes del conflicto”.

“Tienen que saber que si violan las leyes de la guerra, tendrán que responder por sus crímenes”, remarcó.

La novena Sesión Especial de Emergencia, solicitada por el Consejo de Seguridad, se produjo  en 1982 por la anexión israelí de los Altos del Golán.

Puede leer aquí la versión en inglés de este artículo.

La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) declaró el 28 de febrero que los combates en Ucrania han empujado ya a más de medio millón de personas a cruzar las fronteras del país, en su huida del avance de las fuerzas militares rusas.

También se informó de la muerte de más de 350 civiles, entre ellos mujeres y niños, lo que provocó una crisis humanitaria.

En 1974, Sudáfrica fue suspendida de la Asamblea General, tras una resolución de 1973 que calificaba el apartheid de crimen contra la humanidad.

Pero es poco probable que la actual Asamblea General vaya en esa dirección porque la Federación Rusa, Estado sucesor de la URSS, es uno de los cinco miembros permanentes (P5) del Consejo de Seguridad con derecho a veto.

Mientras tanto, incluso mientras continuaba la sesión especial de emergencia, Estados Unidos informó tanto a las Naciones Unidas como a la Misión Permanente de Rusia ante las Naciones Unidas de que estaban en proceso de expulsar a 12 agentes de inteligencia de la Misión rusa que han abusado de sus privilegios de residencia estadounidense, participando en actividades de espionaje “contrarias a nuestra seguridad nacional”.

“Estamos tomando esta acción de acuerdo con el Acuerdo de la Sede de la ONU. Esta acción ha estado en desarrollo durante varios meses”, dijo el Departamento de Estado el lunes 28 de febrero.

Thomas G. Weiss, profesor distinguido sobre Gobernanza Mundial en el Consejo de Asuntos Globales de Chicago, dijo a IPS que la Rusia con la espada militar es tan paria como la Sudáfrica del apartheid. Pero aun así, “no hay ninguna posibilidad de que Rusia sea suspendida”.

“Hay reglas diferentes, como todos sabemos, para los gansos de las grandes potencias que no se aplican a la mayoría de los gansos de los Estados miembros”, señaló.

Destacó que “la Sesión Extraordinaria de la Asamblea General es, bueno, especial y solo se ha utilizado un puñado de veces en tres cuartos de siglo de historia de la ONU. El número de copatrocinadores sugiere lo aislado que está Moscú”.

“Tal vez exista la esperanza de que el coro habitual de voces que ven la soberanía como algo sacrosanto piensen que China e India empezarán a estar dispuestas a decir ‘nyet (no en ruso)’ al imperialismo irredento ruso”,  declaró Weiss, también director emérito del Instituto Ralph Bunche de Estudios Internacionales, en el Centro de Posgrado de la Universidad de la Ciudad de Nueva York.

Al recordar de la expulsión de Rusia de la Sociedad de Naciones en una época pasada, comentó: “La Liga estaba en las últimas. Esperemos que la ONU no lo esté”.

Barbara Crossette, exjefa de la oficina de la ONU para el diario The New York Times y actual colaboradora de PassBlue.com, dijo a IPS que la posición de Rusia en la comunidad mundial ha quedado muy debilitada, por el salvaje asalto no provocado.

Eso, a su juicio, está en la base de las enormes protestas proucranianas en todo el mundo, no partidistas ni ideológicas, que parecen exigir que ser Estado miembro de la ONU tenga sentido.

“Mi propia familia de Europa del Este -o lo que queda de ella- no recibió este tipo de atención con la invasión de Hungría o Checoslovaquia”, dijo.

Señaló como un cambio de la crisis y de la respuesta solidaria a las imágenes  de refugiados ucranianos bien vestidos huyendo de su país y acogidos de la mejor manera por los gobiernos y ciudadanías vecinas.

También la Puerta de Brandemburgo en Berlín o  el Empire State Building de Nueva York o la Torre Eiffel en París, entre otros tantos edificios emblemáticos, iluminados con los colores ucranianos.

Son gestos que más allá de su simbolismo “pueden estar marcando la diferencia”, dijo Crossette, integrante sénior del Instituto Ralph Bunche de la Universidad de la Ciudad de Nueva York.

Jens Martens, director del Global Policy Forum, con sede en Bonn, dijo a IPS que la incapacidad de responder a la flagrante violación del derecho internacional por parte de Putin demostró una vez más la ineficacia del Consejo de Seguridad y su anacrónica composición y normas del derecho al veto.

El poder de veto de los P5 siempre ha sido un gran obstáculo para resolver los conflictos mundiales, dijo, señalando que la sesión especial de emergencia de la Asamblea General en virtud de la resolución «Unidos por la Paz» ha terminado por ser la única manera de que los miembros del organismo mundial condenen la violación de la Carta de la ONU por Rusia.

“Esto demuestra que la visión de la ONU sigue siendo muy relevante. Probablemente no hará cambiar de opinión a Putin, pero puede dar apoyo moral a la sociedad civil rusa y a los grupos de la oposición, que rechazan la guerra y luchan por la paz y la democracia”, afirmó Martens.

Ante la parálisis del Consejo de Seguridad, la Asamblea General, como único órgano mundial de composición universal, debe desempeñar un papel mucho más importante. En este sentido, la sesión especial de emergencia de la Asamblea General puede tener una importante función de señalización y sentar un precedente para el futuro, dijo Martens.

Posiciones en la sesión de emergencia

Dirigiéndose a los delegados, el presidente de la Asamblea General, Abdulla Shahid, dijo que la actual ofensiva militar es una afrenta a los fundadores de esta Organización y a todo lo que representa.

“La violencia debe cesar. El derecho humanitario y el derecho internacional humanitario deben ser respetados. Y la diplomacia y el diálogo deben prevalecer”, remarcó el diplomático maldivo.

El secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, dijo a los delegados que, aunque los ataques rusos se dirigen principalmente a instalaciones militares ucranianas, “tenemos noticias creíbles de que edificios residenciales, infraestructuras civiles críticas y otros objetivos no militares han sufrido graves daños”.

La violencia ha matado a civiles, incluidos niños, recordó. “Ya es suficiente», sentenció enfático.

“Los soldados deben regresar a sus cuarteles, los líderes deben avanzar hacia la paz, los civiles deben ser protegidos. Hay que respetar el derecho internacional humanitario y de los derechos humanos”, insistió el máximo responsable de la ONU.

El mundo se enfrenta a lo que es una tragedia para Ucrania, añadió, pero también a una muy grave crisis regional, en el corazón de Europa, con implicaciones potencialmente desastrosas para todos.

Guterres también recordó que Putin ha anunciado que las fuerzas nucleares rusas se han puesto en alerta máxima.

“Se trata de un hecho escalofriante. La mera idea de un conflicto nuclear es simplemente inconcebible. Nada puede justificar el uso de armas nucleares», subrayó.

Según informó, hasta el último día de febrero han muerto unos 352 ucranianos, entre ellos 16 niños, y más de 2000 han resultado heridos. Para Guterres, esta es la hora de ayudar a Ucrania y a su gente.

El embajador de Ucrania, Sergiy Kyslytsya, afirmó que, por primera vez desde la creación de la ONU, se estaba desarrollando una guerra en toda regla en el centro de Europa.

“Si Ucrania no sobrevive, la paz internacional no sobrevivirá. Si Ucrania no sobrevive, las Naciones Unidas no sobrevivirán, no se hagan ilusiones.  Y si Ucrania no sobrevive, no podemos sorprendernos de que la democracia sea la siguiente en fracasar”, advirtió.

Para el embajador ucraniano, “si las Naciones Unidas no responden a la crisis, se enfrentarán a mucho más que críticas, se enfrentarán al olvido”.

También señaló un hecho que siempre se ha pasado por alto.

La Federación Rusa ha hecho todo lo posible para legitimar su presencia en las Naciones Unidas, pero su pertenencia no es legítima, afirmó. La razón de su tesis es que la Asamblea General nunca votó su admisión en la ONU tras la caída de la Unión Soviética en diciembre de 1991, sino que se asumió de facto su sustitución por Rusia.

 

El embajador de la Federación Rusa, Vassily Nebenzia, retrucó que el origen del conflicto está en las autoridades ucranianas y de los países occidentales que las apoyan.  A su juicio, en la actualidad se están difundiendo mentiras en los medios de comunicación, como que la Federación Rusa está bombardeando a los civiles.

“Los nacionalistas, sin embargo, están desplegando equipos pesados y operando en zonas civiles tácticas utilizadas por los terroristas que deben ser condenadas”, dijo dentro de la argumentación de Moscú sobre la actuación ucraniana tras su invasión.

Añadió: “Durante ocho años, dijo, un organismo de derechos humanos ha informado de cómo los neonazis nacieron y se mantienen en Ucrania, con criminales y convictos condenados que llevan a cabo graves crímenes, 25 000 ametralladoras que se distribuyen sin documentación, y con partidos que se encargan de masacrar a las comunidades”.

La Federación Rusa no comenzó estas hostilidades, que fueron desatadas por Ucrania, insistió Nebenzia, para asegurar que Rusia está tratando de poner fin a esta guerra.

El embajador Zhang Jun, de China, país que se abstuvo en la votación del Consejo de Seguridad contra Rusia, dijo a los delegados que, como miembro permanente del Consejo de Seguridad, Beijing mantiene una posición inequívoca de que hay que defender la soberanía y la integridad territorial de todos los países.

“La guerra fría terminó hace tiempo y no se puede ganar nada con una nueva guerra fría, dijo, advirtiendo que la seguridad de un país no debe hacerse a expensas de otro y advirtiendo contra la expansión de cualquier bloque militar”, concluyó.

T: MF / ED: EG

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