Prensa internacional falsa inunda las redes sociales en la India

Medios falsos se han convertido en una herramienta de desinformación de India. Foto: Hardik Joshi / Unsplash

NUEVA DELHI – En esta era de desorden informativo, en la India aumenta la circulación de contenidos falsos que imitan a la prensa extranjera confiable.

En 2020, por ejemplo, el informe Indian Chronicles del EU DisinfoLab reveló lo que describió como una «operación masiva dirigida a instituciones internacionales y al servicio de los intereses indios», en la que participaron «periodistas falsos» y unos 750 medios de comunicación ficticios con títulos como «Boston Star», «Hong Kong Herald» y «Toronto Telegraph».

Los nombres suenan realistas y hacen creer a los lectores desprevenidos que se trata de publicaciones reales. «El verdadero desafío consiste en contrarrestar los discursos que surgen cuando las mentiras se entremezclan con elementos de verdad para dar lugar a narrativas engañosas y perjudiciales», dice Daniel Rogers, cofundador del Índice Global de Desinformación.

La prensa internacional falsa entra en un ecosistema de desinformación ya saturado en la India. En 2021, el Informe de Noticias Digitales del Instituto Reuters señaló «graves problemas de desinformación y discursos de odio» en el país, en tanto más personas recurren a las redes sociales para consumir noticias.

La unidad de tecnología de la información del partido gobernante Bharatiya Janata es especialmente conocida por difundir desinformación. El año pasado, por ejemplo, sus ministros y miembros compartieron un artículo cargado de información falsa en el que se elogiaban los esfuerzos del primer ministro Narendra Modi contra la pandemia desde un sitio web parecido a The Guardian.

En otros casos, The New York Times tuvo que aclarar que un artículo que elogiaba la política exterior del primer ministro no era real.

El pasado mes de mayo, una publicación llamada Australia Today atacó a los periodistas críticos con la gestión de la pandemia por parte del gobierno, y otra, The British Herald, afirmó que Modi había «ganado» una encuesta mundial como el líder más «poderoso» del mundo.

En la revista Time, el gobierno del estado de Uttar Pradesh publicó un anuncio parecido a un reportaje sobre sus logros, lo que llevó a funcionarios y medios de comunicación indios a afirmar que Time había elogiado al ministro Yogi Adityanath.

Lo que ocurre en la India es un reflejo de las tendencias mundiales. Durante las elecciones presidenciales de 2016 en Estados Unidos, el contenido engañoso, «diseñado para parecerse a las marcas que ya conocemos», fue uno de los seis tipos de desinformación circulantes.

Cuatro años más tarde, las elecciones estadounidenses de 2020 vieron el auge del «pink slime«, o contenido informativo local automatizado de bajo coste.

En 2020, CNN Filipinas desmintió un tuit de una cuenta impostora que atribuía falsamente una cita al presidente filipino Rodrigo Duterte.

AfricaCheck identificó el año pasado una historia ficticia que se hacía pasar por un reportaje de The New York Times sobre la iniciativa Building Bridges de Kenia.

En Brasil, la Agencia Lupa denunció un artículo en el que se elogiaba al presidente Jair Bolsonaro, que se hacía pasar por un artículo de portada del Washington Post.

Por qué la prensa falsa tiene éxito

La prensa falsa campea a sus anchas en las redes sociales de la India, en particular por WhatsApp.

«Este tipo de noticias están dirigidas a personas que obtienen gran parte de la información de actualidad a través de WhatsApp u otras plataformas sociales; no se trata de un consumidor de noticias exigente», afirma Manisha Pande, editora ejecutiva de Newslaundry, quien señala que suele haber un aumento de la desinformación en redes sociales durante épocas electorales.

«Esta prensa falsa es un intento de mostrar a Modi como un estadista», dice Jency Jacob, editor jefe en BOOM.

Puntualizó que «en lo que respecta a sus partidarios, esas informaciones falsas se hacen virales en las redes, donde la mayoría no tiene la capacidad de identificar si son verdaderas o falsas. La fe ciega en su líder político o en su partido les lleva a aceptar esos posts sin ningún escepticismo».

La cobertura positiva de la prensa falsa es importante para los partidarios de Modi, añadió.

Además, existe el reto añadido de identificar las fuentes de desinformación en plataformas encriptadas como WhatsApp.

«Muchas de las páginas de redes sociales que comparten este tipo de contenido no pueden ser rastreadas hasta ningún partido político directamente, lo que les permite negar su existencia cuando son descubiertas vendiendo información falsa», explica Jacob.

La cobertura informativa internacional ha sido crítica con el historial de la India en una amplia variedad de cuestiones, como los derechos humanos, los derechos digitales y la eliminación de la autonomía en la región de Cachemira, además de la erosión de los derechos democráticos en el país y la gestión de la pandemia.

En 2019, antes de las elecciones generales, la revista Time publicó una portada en la que presentaba a Modi como «el divisor en jefe de la India«.

La cobertura internacional de su gestión de la pandemia irritó especialmente al gobierno. El ministro de Asuntos Exteriores, S. Jaishankar, dijo a los diplomáticos que contrarrestaran la cobertura «unilateral» de los medios internacionales, y las embajadas indias también han respondido a dichas críticas.

La cobertura negativa, explica Suhasini Haidar, editora diplomática de The Hindu y excorresponsal de CNN International, ha «disminuido la reputación de India en las capitales extranjeras, y los parlamentos de Estados Unidos, Reino Unido y Europa han debatido estos temas, además del estado de los derechos humanos en el país».

Esto ha llevado al gobierno a imponer restricciones a los corresponsales extranjeros en zonas como Cachemira.

Esfuerzos para combatir la desinformación

Algunas iniciativas para ampliar el fact-checking (verificación de datos) en las lenguas indias ya están en marcha, como este proyecto de investigadores informáticos. Además, un grupo de verificadores y de redacciones de la India también se han unido en una iniciativa llamada Ekta.

Mientras tanto, organizaciones como BOOM y Alt News ofrecen a los lectores la posibilidad de enviar contenidos para su verificación.

Este artículo se publicó originalmente en IJNET, la Red Internacional de Periodistas.

RV: EG

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