MANILA – El comercio entre las economías de Asia y el Pacífico aumentó a su nivel más alto en tres décadas, reforzando la resiliencia económica de la región en medio de la pandemia covid-19, mostró un informe del Banco Asiático de Desarrollo (BAD) divulgado este miércoles 9.
“El fortalecimiento de los vínculos comerciales y de la cadena de valor entre las economías de Asia y el Pacífico es una señal alentadora de una recuperación resistente ante la covid-19”, dijo Albert Park, economista jefe del BAD.
El comercio global de Asia y el Pacífico creció 29,6 % en los tres primeros trimestres de 2021, en comparación con un crecimiento del comercio mundial del 27,8 %, y dentro de la región se recuperó en 31,2 % durante el mismo período y luego de una contracción de 3,1 % en 2020.
El comercio intrarregional representó 58,5 % del comercio total de la región en 2020 (6,3 billones –millones de millones- de dólares, según el Banco Mundial), la proporción más alta desde 1990.
Ese intercambio avanzó incluso mientras las restricciones a la movilidad debidas a la pandemia, y las interrupciones en las cadenas de suministro, obstaculizaban el comercio mundial.
Entre los factores que sustentaron la resiliencia regional en 2021 se mencionan la pronta recuperación económica en China y la liberación de la demanda global.
El informe expuso que las medidas para promover aún más el comercio y la inversión a través de las fronteras, como el acuerdo de libre comercio de la Asociación Económica Integral Regional recientemente lanzado, pueden allanar el camino para una recuperación sostenible de la pandemia.
Hacia el área de esa asociación de 15 países Asia oriental y el Pacífico, que suman 2100 millones de consumidores, “se desplaza el centro de gravedad del comercio mundial”, señaló el pasado diciembre un análisis de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo.
“Debemos aprovechar los logros de la integración y la cooperación regionales para respaldar el regreso a un crecimiento económico inclusivo y sostenible”, dijo Park.
La pandemia “ha causado un daño económico visible y revertido muchos logros obtenidos con tanto esfuerzo en la región en la reducción de la pobreza”, agregó.
Según el BAD, la integración entre las economías de Asia y el Pacífico se profundiza en áreas como nuevas tecnologías y conectividad digital, cooperación ambiental, vínculos comerciales, inversión, y participación en la cadena de valor.
La inversión extranjera directa en la región también se mantuvo resistente durante la pandemia, disminuyendo solo 1,3 % en 2020, en comparación con una caída del 34,7% a nivel mundial.
Por otra parte, la entrada de remesas a la región creció 2,5 % en 2021, luego de una caída de dos por ciento en 2020.
El turismo siguió siendo uno de los sectores más afectados por la pandemia, y las llegadas internacionales a Asia y el Pacífico cayeron 82,8 % en 2020, en comparación con el promedio anterior a la pandemia, de 2015 a 2019.
El informe sostiene que fortalecer la seguridad sanitaria regional y las cadenas de suministro, así como mitigar los riesgos del cambio climático, darían mayor impulso a la resiliencia ante futuras crisis.
Asimismo, “una recuperación sostenida requerirá una estrecha cooperación política en múltiples frentes, particularmente en términos de gestionar la salida de la pandemia y establecer protocolos de salud y seguridad relacionados con la reapertura económica y fronteriza”.
Según proyecciones del Fondo Monetario Internacional, las economías emergentes de la región Asia-Pacífico, que crecieron 7,2 % en 2021, deberían crecer 5,9 % este año y 5,8 % en 2023.
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