LA HABANA, Cuba – El nuevo año arrancó en Cuba con más de 1.000 micro, pequeñas y medianas empresas (mpymes), primeras en ser autorizadas desde septiembre pasado, en medio de la expectativa de sus gestores encargados de conducirlas bajo un escenario de tensiones económicas y peligroso repunte de la covid.
Hasta el 22 de diciembre pasado, las pymes sumaban 1.188, de las cuales, 1.166 son privadas y 22 estatales, más 19 cooperativas no agropecuarias, la otra forma de gestión no estatal tras la entrada en vigor en septiembre del paquete de normas que les permite incorporarse a la economía de este país de gobierno socialista.
El ministerio cubano de economía, señaló que 58 % del total aprobado hasta esa fecha son reconversiones de negocios autónomos ya existentes y el resto corresponde a nuevos emprendimientos. El informe oficial añadió que esas entidades, repartidas por todo el país, generarán 18.603 puestos de trabajo.
Por sectores abarcan desde la producción de alimentos, actividades manufactureras fabricación de materiales de la construcción, muebles, confecciones textiles, calzado, plásticos, así como productos de limpieza y aseo, actividades de programación informática, recuperación de materiales y reciclaje y servicios técnicos, entre otras.
“Para pequeños emprendimientos privados, como el nuestro, las mpymes suponen la posibilidad de insertarnos como un actor reconocido y legítimo en los circuitos de la economía nacional”, dijo Adán Perugorría, director creativo y cofundador de la Galería Taller Gorría, al ser consultado por IPS.
Esta entidad cultural situada en el populoso barrio San Isidro de La Habana Vieja, está vinculada al desarrollo local de la zona y no descarta convertirse en el futuro en una mpymes, lo cual da la oportunidad de contar con una personalidad jurídica, una cuenta bancaria, y el resto de las particularidades de este tipo de actor económico.
“Esto, sin lugar a dudas, es una nueva realidad para el emprendimiento en Cuba, que permitirá su desarrollo en condiciones que fomentan encadenamientos productivos, y mayores oportunidades para prosperar”, señaló Perugorría.
La apertura oficial a esa nueva forma de mpymes ha sido recibida con beneplácito y como un “dinamizador” de la economía, aunque muchos especialistas coinciden en que debió ser adoptada hace unos años atrás o, al menos, antes de la Tarea Ordenamiento, nombre oficial del proceso de unificación de la moneda iniciado el 1 de enero de 2021.
Aun asi algunos emprendedores decidieron no sumares aun a la reconversión de trabajadores por cuenta propia en empresarios. “Tenemos un año para analizar todo esto y vamos a esperar. Primero porque en estos dos años acumulamos deudas que todavía estamos pagando y ha sido difícil subsistir”, explicó el dueño de un restaurante que pidió no ser identificado.
“Tenemos preocupación por cuáles serán realmente las regulaciones y los escenarios como pymes y en especial el de los impuestos, y en el ámbito jurídico. Tampoco tenemos claro qué ventajas tendríamos en este primer momento siendo una pyme. Hay un grupo de restaurantes que ya las tienen, pero nosotros no tenemos claro eso”, confió a IPS.
Especialistas y emprendedores coinciden en señalar como inequitativo el régimen impositivo, que no establece diferencias, como en otros países de la región, y establece los mismos tipos de impuestos y las mismas tasas para micro, pequeñas y medianas empresas.
Además, las tasas son iguales a las de la empresa estatal, que por sus características son grandes y amparadas por el Estado. “La carga fiscal es excesiva”, consideró David Tavares, co-fundador de la Agencia de Marketing Digital JYD Solutions, al ser consultado por IPS. En esta primera etapa, su emprendimiento no obtuvo licencia para convertirse en empresa.
“A pesar de que la legislación vigente no nos permite pasar a ser mpyme directamente con el modelo de negocio actual, continuamos estudiando y observando, para cuando sea el momento poder pasar a ser personas jurídicas con los retos y dificultades ya conocidas que ello implica”, aseguró.
Desde su experiencia de varios años en el trabajo autónomo, Tavares aconseja a los nuevos empresarios ser flexibles y adaptar los modelos de negocios a la realidad del mercado. Además, diversificar los bienes y servicios que se ofrezcan en los negocios y evitar visiones cortoplacistas.
“Tendremos que trabajar muy duro y ser en extremo eficientes, para lograr hacer funcionar nuestros negocios en una economía en crisis, por tanto las visiones cortoplacistas pueden ser más parte del problema que de la solución”, señaló.
Un temor compartido por emprendedores apunta a la posibilidad de nuevas restricciones por el repunte de la covid. Luego de 13 semanas consecutivas en que se mantuvo una disminución de nuevos pacientes positivos al virus, en los últimos días de 2021 se registraron 163 enfermos más que en los siete días anteriores.
El 2022 comenzó con pronósticos de científicos cubanos sobre una nueva ola de contagios en el país y exhortaciones gubernamentales a la ciudadanía a actuar con responsabilidad y cumplir las medidas sanitarias establecidas para frenar la propagación epidémica.
Se espera, sin embargo, que con la ventaja de más del 90 por ciento de la población (11,2 millones de personas) vacunada y el avance de una cuarta dosis de refuerzo, la situación pueda controlarse en los primeros meses del año.
De la estabilidad sanitaria depende además que se pueda cumplir la meta de recibir 2,5 millones de turistas y lograr un crecimiento moderado de 4 % .
Sin embargo, para esa reactivación resulta clave la eficiencia con que logren articularse entre sí los actores económicos, tanto estatales como del sector privado, en un escenario en que las pymes probarán su fortaleza (o no). Especialistas en temas económicos, consideran indispensable crear condiciones para el desenvolvimiento de todo ese sistema empresarial.