LONDRES – Un nuevo conflicto armado en Ucrania tendría consecuencias devastadoras para la situación de los derechos humanos de millones de personas en la región, poniendo en peligro vidas, medios de subsistencia e infraestructuras civiles, advirtió este viernes 28 la organización humanitaria Amnistía Internacional (AI).
Agnès Callamard, secretaria general de AI, expuso en una declaración que “otro conflicto armado en el corazón de Europa, en el que esté implicada una potencia nuclear y en el que podrían participar otros países, amenaza con alterar todo el sistema de controles y contrapesos geopolíticos”.
Las consecuencias “pueden ser devastadoras, e imprevisibles para la situación de los derechos humanos en todo el mundo”, dijo Callamard.
Ucrania devino en punto álgido de confrontación global y la tensión escaló con la concentración de fuerzas rusas en su frontera con Ucrania y en la vecina Bielorrusia, con la contrapartida de un reforzamiento de la presencia militar de la alianza rival OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte) en Europa oriental.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, advirtió el jueves 27 a su homólogo ucraniano, Volodimir Zelenski, que hay una “posibilidad clara” de que Rusia emprenda acciones militares contra Ucrania en febrero, según divulgó la prensa estadounidense.
De su lado, el canciller ruso, Sergei Lavrov, dijo este viernes que “no habrá una guerra hasta donde dependa de la Federación Rusa; no queremos una guerra, pero no dejaremos que nuestros intereses sean groseramente pisoteados e ignorados”.
“Da miedo imaginar la magnitud que podría alcanzar la crisis de refugiados si aumentan las hostilidades en Ucrania. Será un desastre humanitario de escala continental, con millones de personas refugiadas buscando protección en los países europeos vecinos”: Agnès Callamard.
En el centro de la controversia está la exigencia rusa de que la OTAN prometa que nunca permitirá el ingreso de Ucrania a esa alianza militar occidental y de que retire tropas y equipos militares del este de Europa.
Estados Unidos y la OTAN rechazaron formalmente esas demandas semana, lo que crispa los nervios a ambos lados del Atlántico, aunque se mantienen canales de comunicación y diálogo entre las partes confrontadas.
Según Callamard “la amenaza de emplear la fuerza militar por parte de Rusia afecta los derechos humanos de millones de personas en Ucrania y otros lugares”.
La responsable de AI dijo que “la historia reciente de Ucrania está marcada por conflictos con tropas rusas en Donbás y por la anexión ilegal de Crimea, sucesos que han desgarrado comunidades y vidas, ya que las fuerzas militares pisotearon los derechos de la población civil”.
“Ha llegado el momento de romper ese círculo vicioso”, opinó.
En la región de Donbás, este de Ucrania, separatistas pro-rusos establecieron hace seis años dos repúblicas populares autónomas, de Donetsk y Luhansk, que no solo desconocen la autoridad de Kiev sino que sus unidades armadas, con apoyo de Moscú, combaten con las fuerzas regulares ucranianas.
La declaración de AI señaló que en 2014 y 2015, en el momento álgido del conflicto armado en Donbás, “todas las partes violaron el derecho internacional humanitario, lo que provocó el desplazamiento de más de un millón de personas, más de 13 000 perdieron la vida, y la cifra sigue aumentando”.
La península de Crimea, sobre el mar Negro, que alberga la importante base naval rusa de Sebastopol, hizo parte de Ucrania dentro de la desaparecida Unión Soviética desde 1954 y de nuevo fue retomada por Moscú en 2014, tras un referendo en su población que nunca han reconocido ni Kiev ni las potencias occidentales.
Según el Ministerio de Política Social de Ucrania, aproximadamente 1,45 millones de personas siguen desplazadas internamente tras huir de Donbás y Crimea.
“Da miedo imaginar la magnitud que podría alcanzar la crisis de refugiados si aumentan las hostilidades en Ucrania. Será un desastre humanitario de escala continental, con millones de personas refugiadas buscando protección en los países europeos vecinos”, sostuvo Agnès Callamard.
Recordó que Ucrania es destino de quienes buscan protección al huir de Rusia, Bielorrusia y los países de Asia central, “y dejará de serlo si se emplea la fuerza militar contra Ucrania, obligando a esas personas a buscar refugio en otros países”.
Según AI, ese eventual conflicto “socavará la situación de los derechos humanos en la región con la probable guerra de guerrillas prolongada en Ucrania, acompañada de salidas ilícitas de armas, la entrada de contratistas militares privados que no rinden cuentas, y de un aumento generalizado de la violencia y la impunidad”.
“La devastación económica y sus repercusiones en la región -lo que incluye a los países europeos que dependen del gas ruso que atraviesa el territorio de Ucrania- pueden ser enormes”, agrego la declaración de Amnistía Internacional.
A-E/HM