Una zona libre de armas nucleares en Medio Oriente… y el elefante en la habitación

El secretario general de la ONU, António Guterres, durante la Conferencia sobre el Establecimiento de una Zona Libre de Armas Nucleares y Otras Armas de Destrucción Masiva en Medio Oriente, celebrada entre el 29 de noviembre y el 3 de diciembre. Foto: Eskinder Debebe / ONU

NACIONES UNIDAS – La presencia nuclear de Israel en Medio Oriente se caracteriza por ser «el elefante en la habitación», un hecho obvio que se ignora intencionadamente con un silencio que puede resultar ensordecedor.

Una caricatura del diario The Wall Street Journal amplificó la expresión, al representar a un grupo de animales acurrucados en la selva, con el elefante quejándose: «No sé por qué me ignoran cuando estoy en la habitación».

Nadie quiere hablar abiertamente de Israel como potencia nuclear porque es un tema políticamente delicado, especialmente en Estados Unidos.

Además, Israel se ha mantenido en silencio, en compañía de las otras ocho potencias nucleares del mundo –China, Corea del Norte, Estados Unidos, Francia, India, Pakistán, Reino Unido y  Rusia- y nunca se ha declarado formalmente como potencia nuclear.

En un artículo de opinión publicado en The New York Times en agosto, Peter Beinart, profesor de periodismo y ciencias políticas de la City University de Nueva York, escribió que los intentos de Estados Unidos de «fingir ignorancia sobre las armas nucleares israelíes son una burla de los esfuerzos estadounidenses de no proliferación».

Hace un año, el entonces su presidente electo, Joe Biden, advirtió que si Irán llegaba a convertirse en un país nuclear, Arabia Saudí, Turquía y Egipto también podrían serlo, «y lo último que necesitamos en esa parte del mundo es un aumento de la capacidad nuclear».

Pero al igual que la mayoría de los políticos y presidentes de Estados Unidos, incluido Barack Obama (2009-2017), Biden también cree que es mejor ignorar las armas nucleares de Israel y nunca cuestionarlas en público.

Cuando al comienzo de su mandato, recordó Beinart,  un periodista le preguntó a Obama si conocía algún país de Medio Oriente con armas nucleares, su respuesta fue: «No quiero especular».

Es hora de que la administración Biden diga la verdad, escribió Beinart.

El juego de las armas nucleares es militar y políticamente volátil y en Medio Oriente va en círculos y semicírculos llegando a un punto de no retorno, consideró el especialista.

Si Israel se sale con la suya con sus armas nucleares, los iraníes argumentan, «¿por qué no deberíamos volvernos nucleares también?», mientras que los saudíes, los egipcios y los turcos advierten: «Si Irán se vuelve nuclear, nosotros también lo seguiremos».

Desde 1967, se han establecido cinco zonas libres de armas nucleares (ZLAN) en el mundo: en América Latina y el Caribe, el Pacífico Sur, Sudeste de Asia, África y Asia Central.

Pero una zona libre de armas de este tipo en el conflictivo Medio Oriente sigue siendo difícil de conseguir e incluso de imaginar.

El secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), António Guterres, señala que las cinco zonas desnuclearizadas incluyen 60% de los 193 Estados miembros del organismo mundial y cubren casi todo el hemisferio sur.

La planta de energía nuclear de Bushehr en Irán. Se han reiniciado las conversaciones sobre el acuerdo nuclear del país. Foto: Paolo Contis / OIEA

Guterres se congratuló de la exitosa conclusión de la segunda sesión de la «Conferencia sobre el establecimiento de una zona libre de armas nucleares y otras armas de destrucción masiva en Medio Oriente», celebrada entre el 29 de noviembre y el 3 de diciembre, y felicitó a los Estados participantes «por su compromiso constructivo y la decisión de establecer un comité de trabajo para continuar las deliberaciones durante el período entre sesiones».

M.V. Ramana, profesor y titular de la Cátedra de Desarme, Seguridad Global y Humana de la Escuela de Política Pública y Asuntos Globales de la Universidad de Columbia Británica, en la ciudad canadiense de Vancouver, dijo a IPS que el establecimiento de una zona libre de armas nucleares en Medio Oriente no solo es un gran reto, sino que también es muy importante.

El desafío se debe principalmente a la negativa de Israel tanto a discutir su programa de armas nucleares que lleva décadas como incluso a reconocer su existencia, mientras que al mismo tiempo ataca a países como Irán incluso por sus programas relacionados con la energía nuclear, argumentó.

Al estar respaldado por Estados Unidos, que adopta una norma para Israel y otra para otros países, es muy difícil implicar a Israel, dijo Ramana, que también es director del Instituto Liu para Cuestiones Globales y director en funciones del Centro de Investigación sobre India y Asia Meridional (Cisar) en el Instituto de Investigación Asiática.

La única manera de cambiar este estado de cosas es que se realicen esfuerzos como el de la conferencia, consideró el académico, porque incluso si no tienen éxito, al menos plantea la cuestión públicamente.

Hillel Schenker, codirector del Palestine-Israel Journal, dijo a IPS que no hay duda de que una Zona Libre de Armas Nucleares y de Destrucción Masiva (ZLAN) en Medio Oriente está en el interés de todos los pueblos de esa región.

Puede leer aquí la versión en inglés de este artículo.

Sin embargo, la cuestión de una ZLAN simplemente no está en la agenda política o pública de Israel, cuyos líderes y población encuentran muy conveniente ser la única presunta potencia nuclear en la región, señaló.

“Y tampoco parece estar en la agenda de los egipcios, que solían ser los principales defensores de la zona” desnuclearizada, destacó.

En este momento, planteó, el principal paso posible para avanzar hacia este objetivo es una conclusión exitosa de las conversaciones que se celebran en Viena para una reactivación del Plan de Acción Integral Conjunto (Paic), el acuerdo nuclear de las potencias occidentales con Irán.

El primer ministro israelí, Naftali Bennett, y el ministro de Asuntos Exteriores, Yair Lapid, han expresado su oposición a la renovación del acuerdo con Teherán. Pero Schenker aseguró que muchas figuras de alto nivel del sector de seguridad y de otras áreas influyentes de Tel Aviv, sí lo apoyan y creen que fue un gran error que el ex primer ministro Benjamin Netanyahu haya instado al expresidente estadounidense Donald Trump a retirarse del Paic.

A su juicio, si las conversaciones fracasan e Irán avanza para convertirse en un Estado de umbral nuclear, podría producir una reacción en cadena muy peligrosa que podría motivar a Arabia Saudí, Egipto, Turquía y quizás a otros a intentar también volverse nucleares, desestabilizando gravemente a toda la región.

El presidente de la 76 Asamblea General de la ONU, Abdulla Shahid, de las Maldivas, dijo que los regímenes de desarme nuclear y no proliferación siguen siendo fundamentales para garantizar que nunca se haga realidad una situación tan intolerable para alguna parte de la humanidad.

A su juicio, las Zonas Libres de Armas Nucleares son cruciales para el éxito de los regímenes de desarme y no proliferación.

Para el diplomático maldivo la geopolítica de Oriente Medio es compleja, por lo que llegar a acuerdos justos que satisfagan a todas las partes requiere una diplomacia sólida y negociaciones basadas en la buena fe.

Sumar armas nucleares y otras armas de destrucción masiva a la política de la región complicará un proceso ya difícil, socavando la confianza y presagiando consecuencias que pueden llegar a ser existenciales.

Fue en reconocimiento de esto que la Asamblea General ordenó un Medio Oriente libre de armas nucleares ya en 1974, recordó Shahid durante la Conferencia.

T: MF / ED: EG

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