NACIONES UNIDAS – La ONU, que sufrió un cierre por la pandemia de la covid durante los últimos 20 meses, con la mayoría de los funcionarios teletrabajando desde sus hogares- se espera que vuelva a la normalidad laboral a partir del 15 de noviembre.
En una carta dirigida a los funcionarios de Nueva York, el secretario general, António Guterres, dice que «a la luz de la mejora de las condiciones» relacionadas con la propagación de los contagios por el coranovirus, «la excepción, que actualmente permite a los funcionarios teletrabajar hasta cuatro días por semana, se suspenderá a partir del 15 de noviembre».
A partir de esa fecha, dice, las solicitudes de teletrabajo podrán ser autorizadas por los gerentes en consonancia con la política sobre acuerdos de trabajo flexible, establecida en la directriz ST/SGB/2019/3, y con sujeción a la naturaleza de las funciones que se realizan, así como a las exigencias del trabajo.
“Se anima a los directivos a permitir la flexibilidad a los miembros del personal en línea con las lecciones aprendidas en los últimos 20 meses en relación con la adaptabilidad y la flexibilidad en nuestros métodos de trabajo. Además, la exigencia de un horario de trabajo básico seguirá suspendida”, añade la carta.
En octubre, el alcalde de la ciudad de Nueva York, Bill de Blasio, ordenó la vacunación de miles de empleados de la ciudad, entre ellos policías, bomberos, trabajadores de la sanidad, personal de hospitales y empleados municipales, a los que se colocará en “permiso sin sueldo” si no se vacunan, ya sea por razones médicas, personales, políticas o religiosas.
Pero, hasta ahora, la ONU (Organización de las Naciones Unidas) no ha impuesto ninguna sanción de este tipo a los empleados que no se vacunen, aunque algunos empleadores del sector privado en Estados Unidos sí han dicho a sus empleados: «Vacúnate o te despiden».
La autoridad del secretario general, como máximo funcionario administrativo de la ONU, se aplica principalmente a los funcionarios, no a los cientos de diplomáticos, que solo están sujetos a restricciones por parte de la Asamblea General de 193 miembros, el máximo órgano político del foro mundial.
El portavoz de la ONU, Stéphane Dujarric, dijo a los periodistas a finales de octubre que «la tasa de vacunación del personal de la ONU es de aproximadamente 87,08 % del personal totalmente vacunado».
En una carta dirigida a los periodistas acreditados por la ONU el mes pasado, Tal Mekel, jefe de la Unidad de Acreditación y Enlace con los Medios de Comunicación (Malu) del Departamento de Comunicaciones Globales, fue más específico.
“Mientras continúa la transición de la Fase 2 a la Próxima Normalidad -el regreso gradual al lugar de trabajo en la sede de la ONU- se tomarán medidas de precaución adicionales, en un esfuerzo por garantizar un entorno de trabajo seguro para todos”, subrayó.
Y añadió: “Como ya sabrán, las vacunas covid-19 son ahora obligatorias para el personal de la ONU que realiza ciertas tareas y/o ciertos grupos ocupacionales en la sede de la ONU cuyas funciones no permiten un manejo suficiente de la exposición”.
La Malu pidió a todos los periodistas que enviaran información relativa a la fecha de vacunación, el lugar de vacunación (ciudad) y la prueba de vacunación (como anexo).
Preguntado por la situación de los no vacunados, Mekel dijo a IPS: “El acceso está suspendido hasta que se confirme el estado de vacunación”.
Guy Candusso, exvicepresidente del Sindicato del Personal de la ONU en Nueva York, dijo a IPS: «Creo que la política antes de la covid era permitir el teletrabajo hasta tres días por semana. Pero, en cualquier caso, debería depender de la naturaleza del trabajo”.
“Nunca habrá un 100 % del personal vacunado por diversas razones. Pero lo más preocupante es saber cuántos diplomáticos, consultores, limpiadores de oficina y trabajadores de la cafetería han sido vacunados”, planteó sobre el retorno del personal al acristalado edificio de la ONU, mientras las tasas de infección en Nueva York se mantienen relativamente altas en la ciudad y cuando aproximadamente 13 % de los empleados siguen sin vacunarse.
A su juicio, “solo cuando se observa el panorama completo se puede tomar una decisión informada».
La circular de Guterres asegura que «la inmensa mayoría del personal ha informado de que está totalmente vacunado».
Pero la misma circular subraya que las Naciones Unidas tomarán precauciones que obliguen a todo el personal a seguir llevando mascarillas en las zonas comunes, como pasillos, ascensores y baños.
Las mascarillas también son obligatorias en los espacios de reunión cerrados en los que no se haya confirmado el estado de vacunación de todos los participantes.
Sin embargo, el personal vacunado ya no está obligado a portar tapabocas mientras trabaja en su puesto de trabajo individual. El personal no vacunado seguirá estando obligado, en todo momento, a llevar máscaras en todas las instalaciones de la ONU y a respetar el distanciamiento físico siempre que sea posible hacerlo, puntualizó Guterres.
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Prisca Chaoui, presidenta del Consejo de Coordinación del personal de Ginebra, que cuenta con 3500 empleados y alberga múltiples agencias de la ONU, dijo a IPS que en la Oficina de la ONU en Ginebra “realizamos una encuesta que mostró que más de la mitad de los que participaron en ella querían que se impusiera el pase covid para acceder al recinto”.
“Pero nuestra dirección decidió no hacerlo”, explicó.
Otras organizaciones internacionales instaladas en Ginebra están imponiendo gradualmente el pase para acceder al recinto o un test negativo realizado en las últimas 48 horas.
El personal de la ONU en Ginebra, detalló, está obligado, a partir del 3 de noviembre, a volver a la oficina durante dos días a la semana.
“Esto es un paso bienvenido, ya que necesitamos estar físicamente de vuelta en la oficina, aunque el personal nunca ha dejado de trabajar desde marzo de 2020, pero nos gustaría que fuera posible contar con más medidas de seguridad, como la prueba de vacunación o el resultado negativo de un test”, dijo Chaoui.
Aun así, añadió, a algunos funcionarios les preocupa la vuelta a la oficina sin que se impongan estas medidas.
“Creo que debería haber un enfoque armonizado, ya que actualmente cada organización está tomando su propia decisión, dependiendo del lugar de trabajo, lo cual es normal en cierto modo, ya que la situación epidemiológica es diferente de un lugar a otro”, consideró la dirigente.
Pero en los lugares en los que el personal tiene acceso fácil a la vacunación, como Ginebra, esto no debería ser así, se quejó al comentar la disparidad de medidas adoptadas por las diferentes agencias y organismos de la ONU, con base en la ciudad suiza.
“Creo que las medidas de seguridad, incluido el pase covid, son importantes para un regreso seguro al puesto” físico, aseguró.
En su circular, Guterres afirma que una de las razones para volver a la normalidad es que las condiciones relacionadas con la pandemia de covid en Nueva York siguen mejorando y estabilizándose. Además, explica, Estados Unidos, el país anfitrión se abre aún más a los viajes internacionales a partir del 8 de noviembre.
Adicionalmente, la mayoría del personal tiene ya la vacuna completa.
“Quiero agradecer una vez más a todos los colegas sus esfuerzos durante este periodo sin precedentes. Habéis contribuido a garantizar el trabajo ininterrumpido de la Organización y el apoyo a los Estados miembros cuando lo han necesitado», afirma.
Ian Richards, expresidente del Comité Coordinador de Sindicatos y Asociaciones del Personal Internacional, dijo a IPS que en una encuesta realizada en ONU en Ginebra, el personal dijo que quería que la administración pidiera una prueba de vacunación o un test negativo para entrar en el edificio y la cafetería, como ya se hace en la Organización Mundial de Comercio (OMC) y en la Organización Meteorológica Mundial (OMC).
Muchos dijeron que les haría sentir más seguros al volver a sus oficinas, especialmente porque las tasas de infección en Ginebra se han disparado, gran parte del edificio es un espacio abierto y las autoridades suizas recomiendan el teletrabajo, añadió.
“La administración rechazó la petición de seguridad del personal diciendo que impediría a los delegados asistir a las reuniones. Aunque entendemos que hay consideraciones políticas, no nos convence este argumento», dijo Richards.
También señaló que todos los diplomáticos con sede en Ginebra han podido vacunarse y que los que viajan desde el extranjero llevan consigo un test PCR o pueden conseguirlo fácilmente.
“Esperamos que la administración reconsidere su decisión para que podamos ayudar a nuestras oficinas a volver a trabajar de la forma más segura posible”, concluyó.
T: MF / ED: EG