GINEBRA – La alta comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, hizo este martes 3 un apasionado llamamiento a todas las partes para que detengan el conflicto armado en la región de Tigré, norte de Etiopía, y den prioridad a la protección de los civiles.
“Nadie está ganando esta guerra imprudente que está envolviendo cada vez más partes del país. Cada día más personas sufren y mueren”, expuso Bachelet al cumplirse un año del inicio de hostilidades entre el ejército nacional etíope y las fuerzas del Frente de Liberación del Pueblo de Tigré (FLPT).
“Me preocupa profundamente que, en un momento ya crítico, se haya declarado un estado de emergencia general en Etiopía. Se corre el riesgo de agravar una situación de derechos humanos que ya es muy grave”, dijo Bachelet al presentar un informe conjunto de su oficina y la Comisión Etíope de Derechos Humanos.
Ante la emergencia anunciada por Addis Abeba el martes 2, Bachelet advirtió que “genera preocupaciones muy serias. Si bien el derecho internacional permite ciertas medidas de emergencia en respuesta a amenazas a la vida de la nación, se deben cumplir requisitos estrictos y los derechos clave no se pueden limitar en absoluto».
“Los riesgos son graves de que, lejos de estabilizar la situación, estas medidas extremadamente amplias, que incluyen amplios poderes de arresto y detención, profundizarán las divisiones, pondrán en peligro a la sociedad civil y a los defensores de los derechos humanos”, dijo Bachelet.
“Nadie está ganando esta guerra imprudente que está envolviendo cada vez más partes del país. Cada día más personas sufren y mueren”: Michelle Bachelet.
En los últimos días se han recibido informes de continuos bombardeos por parte del ejército etíope sobre Mekelle, la capital regional, y nuevos avances de las fuerzas de Tigré sobre la región vecina de Amhara, con continuas denuncias de graves violaciones y abusos de los derechos humanos.
El informe divulgado por la oficina de Bachelet en esta ciudad suiza dice que desde el 3 de noviembre de 2020 hasta el 28 de junio de 2021 “todas las partes en el conflicto de Tigré han cometido violaciones de los derechos humanos, del derecho humanitario y de refugiados”.
El actual conflicto estalló cuando el gobierno central desconoció elecciones regionales en Tigré y militantes del FLPT atacaron una base del ejército nacional, lo que desencadenó una lucha a gran escala con dominio alterno del territorio y la incursión de fuerzas de la vecina Eritrea en apoyo de Addis Abeba.
Junto con el número aún indeterminado de combatientes muertos, miles de civiles han sido víctimas de los combates y la represión –incluidos activistas humanitarios como varios de Médicos Sin Fronteras-, y decenas de miles han huido como desplazados internos o buscando refugio sobre todo en el vecino Sudán.
Por ejemplo, el 28 de noviembre de 2020 un bombardeo del ejército sobre instalaciones en Mekelle causó la muerte de 29 civiles, y en la ciudad de Humera los proyectiles de las fuerzas contendientes explotaron sobre barrios civiles y allí mataron a 15 personas entre el 9 y el 11 de ese mismo mes.
Por esas mismas fechas, un grupo juvenil de tigriños mató a más de 200 civiles de la etnia amárica en la ciudad de Mai Kadra, y en represalia las fuerzas del poder central mataron a más de 100 civiles tigriños, en su mayoría jóvenes, en Axum, en la zona central de la conflictuada provincia.
“Los últimos informes de asesinatos y ataques indiscriminados destacan la necesidad de investigaciones adecuadas y rendición de cuentas por lo que se ha estado desarrollando en Etiopía durante el año pasado y que, trágicamente, muestra pocas señales de disminuir”, indicó Bachelet.
También destacó que “mientras millones de personas enfrentan inseguridad alimentaria e incluso amenaza de hambruna, las restricciones de acceso para las organizaciones humanitarias son profundamente preocupantes”.
“Insto a las partes a garantizar un acceso seguro y regular a la ayuda humanitaria de la que dependen millones de personas”, subrayó.
El informe también da cuenta de detenciones arbitrarias, ejecuciones extrajudiciales, robos, saqueos y destrucción de propiedades y medios de vida, violencia sexual y de género, desplazamiento forzoso y corte de comunicaciones, cometidas prácticamente por todas las partes implicadas en el conflicto.
Despachos desde el terreno indicaron que los rebeldes del FLPT consideran “defectuoso” el informe divulgado en Ginebra y que el gobierno del primer ministro etíope Abiy Ahmed, laureado con el Premio Nobel de la Paz 2019 por sus esfuerzos para conseguir la paz con la vecina Eritrea, lo ha aceptado con reservas.
“Aunque tenemos reservas serias con respecto a algunos aspectos del informe, lo reconocemos y aceptamos como un documento importante que complementa nuestro esfuerzo continuo para brindar compensaciones a las víctimas, garantizar la rendición de cuentas y tomar medidas preventivas”, declaró Ahmed.
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