Es posible exportar 2,5 billones de dólares desde los océanos

Actividad en el puerto de Rades, en Túnez. El transporte marítimo es una baza muy importante de la economía oceánica, capaz de generar 2,5 billones de dólares anualmente, según la Unctad. Foto BM

GINEBRA – Las industrias oceánicas están en condiciones de exportar por valor de 2,5 billones (millones de millones) de dólares, de acuerdo con un reciente informe de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (Unctad).

El informe “contribuye a comprender, regular y gestionar mejor el comercio de bienes y servicios oceánicos; un paso adelante hacia el 14 objetivo de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas”, dijo el oficial jurídico de la Unctad que trabaja sobre la economía oceánica, David Vivas.

El ODS 14 tiene como meta generar conservar y utilizar sosteniblemente los océanos, los mares y los recursos marinos,  y plantea entre sus metas “gestionar y proteger sosteniblemente los ecosistemas marinos y costeros para evitar efectos adversos importantes, incluso fortaleciendo su resiliencia, y adoptar medidas para restaurarlos”.

El nuevo informe evalúa la sostenibilidad utilizando los cinco pilares de la economía oceánica de la Unctad, que se suman a los pilares tradicionales del desarrollo sostenible económico, ambiental y social.

También considera la relevancia de la ciencia y la tecnología, así como los marcos regulatorios del comercio, la pesca y el derecho del mar.

La economía oceánica ofrece una oportunidad de exportación de 2,5 billones de dólares, de acuerdo con el informe de la Unctad.

Con base en datos de 2018, se estableció que las mayores industrias oceánicas fueron el turismo costero y marino (1,1 billones de dólares), seguido de la alta tecnología marina y manufacturas no clasificadas en otros ítems (595 000 millones), y los servicios de transporte marítimo (399 000 millones).

La actividad de los puertos y sus equipos asociados generaron 269 000 millones de dólares, las pesquerías marinas 75 000 millones, el procesamiento de lo pescado unos 55 000 millones, y la minería en el mar algo más de 2000 millones de dólares.

En mercancías, los sectores más importantes fueron los de mayor valor agregado: manufacturas marinas de alta tecnología, buques, equipos portuarios y sus partes.

Los principales exportadores de productos oceánicos son los países desarrollados de Europa, los países en desarrollo de Asia (incluso cuando se excluye a China), seguidos de los países de América (desarrollados y en desarrollo).

Se observó un crecimiento promedio de las exportaciones de dos dígitos para ciertos productos con alto valor agregado, como las partes congeladas de pescado y el filete en el caso de la pesca marina entre 2016 y 2018, mostrando tendencias de aumento de consumo, particularmente en Asia, Europa y América del Norte.

En el período 2015-2018, más países participaron en actividades oceánicas menos tradicionales, incluido el procesamiento de productos del mar, embarcaciones deportivas y cosméticos marinos, lo que demuestra el potencial de los sectores oceánicos emergentes.

Los transportistas de cruceros y de línea regular fueron las industrias de servicios con mejor desempeño durante el mismo período, antes del brote de covid-19.

El período también fue testigo del aumento de la participación de mercado de China en ciertas industrias, como los cosméticos de origen marino, y una disminución igualmente dramática en otras industrias, como la exportación de embarcaciones.

Algunos países en desarrollo de tamaño mediano y pequeño se muestran prometedores en actividades económicas específicas de los océanos, como el Perú, que consolida su liderazgo en grasas y aceites de pescado o mamíferos marinos, y Singapur en servicios de transporte marítimo.

El informe encontró niveles arancelarios promedio en su mayoría bajos. Son más altos en los países menos desarrollados (10,18 %), seguidos de los de ingresos medios (7,9 %) y los de ingresos altos (5,37 %).

Pero hay un uso generalizado de barreras no arancelarias, como numerosas medidas sanitarias y fitosanitarias (principalmente en alimentos) y barreras técnicas al comercio, sobretodo en manufacturas.

De los tres mayores sectores oceánicos, el turismo fue el más afectado por la pandemia, con una disminución de 70 por ciento en las llegadas de turistas internacionales en 2020. A medida que los países reabren sus actividades turísticas, Unctad trata de ayudar a pasar a formas cada vez más sostenibles de turismo.

A-E/HM

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