BRIDGETOWN – Los países desarrollados captan 80 por ciento de las inversiones para la reactivación poscovid-19, y han acaparado la mayor parte de las vacunas, lo cual es una receta para un desastre que amenaza a la humanidad, según advirtió este lunes 4 el secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres.
Mientras unas naciones acaparan vacunas “más de 90 por ciento de los africanos no ha recibido todavía su primara dosis. Es una crueldad, y a medida que las variantes se afianzan y se extienden, también es una receta para el desastre que nos amenaza a todos”, dijo Guterres al instalar la 15 Conferencia de la Unctad.
La reunión de nivel ministerial de la Unctad (Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo) se efectúa de modo hibrido, en parte virtual y en parte presencial, con sede en esta capital de la isla caribeña de Barbados.
Guterres dijo que si bien este año la economía mundial crecerá entre cinco y seis por ciento, en realidad no se trata de una buena noticia porque la otra cara de la moneda muestra una enorme inequidad en ese repunte.
“Nos estamos moviendo en la dirección equivocada. Ante nuestros ojos se escapan décadas de progreso en el desarrollo que se han ganado con esfuerzo. Y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) corren el riesgo de fracasar”; António Guterres.
“Una recuperación desigual significa dejar atrás a gran parte de la humanidad”, dijo tras enumerar una serie de problemas como la pobreza, los conflictos, el cambio climático y la polarización de las sociedades.
A esos problemas estructurales se sumaron los estragos causados a la economía mundial con la llegada de la pandemia, al margen de que se ha cobrado ya casi cinco millones de vidas.
Con temas como la concentración de inversiones y vacunas en los países más ricos “nos estamos moviendo en la dirección equivocada. Ante nuestros ojos se escapan décadas de progreso en el desarrollo que se han ganado con esfuerzo. Y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) corren el riesgo de fracasar”, dijo Guterres.
Los 17 ODS adoptados por las Naciones Unidas contemplan iniciativas y metas para que hacia 2030 se acabe el hambre, se reduzca la pobreza, se proteja al planeta y se garantice la posibilidad de prosperidad y paz para todas las personas.
Para Guterres, las vacunas son “apenas el primer paso de una carrera muy larga” hacia 2030, en la que se deben enfrentar cuatro desafíos: el endeudamiento, los sistemas necesitados de inversiones, el comercio desleal y la emergencia climática.
Los países de renta baja y media tenían ya antes de la pandemia una deuda externa de 8,1 billones (millones de millones) de dólares, y Guterres propuso reasignar los derechos especiales de giro (DEG) del Fondo Monetario Internacional que aún no se hayan usado a los países que más los necesiten, así sean de renta media.
El Fondo se ha propuesto emitir DEG por más de 600 000 millones de dólares para apuntalar las reservas de los países urgidos de recursos para superar la actual crisis.
También propuso Guterres extender a 2022 y a más países la iniciativa del Grupo de los 20 (países desarrollados y emergentes) de suspensión del servicio de la deuda, establecer mecanismos de alivio y promover alianzas de los sectores público y privado para tener herramientas financieras que aceleren la recuperación.
Agregó la necesidad de ayudar a los países para que inviertan en educación, protección social universal, atención médica y trabajo decente.
Al hablar del comercio desleal, aseveró que el actual sistema de intercambio perjudica a los países más pobres con reglas y barreras injustas, precios volátiles de las materias primas que exportan, infraestructura y sistemas de transporte obsoletos, y falta de acceso a herramientas digitales.
Con respecto a la emergencia climática, el titular de la ONU sostuvo que es imperativo construir una economía verde e instó a pasar de las palabras a la acción.
“A menudo actuamos como si tuviéramos otro planeta esperándonos. No lo tenemos. Una recuperación ecológica y resiliente implica comprometerse con lograr emisiones de carbono netas cero para mediados de siglo”, precisó.
En este renglón, reiteró su exhortación a aprovechar la Conferencia sobre Cambio Climático (COP26) que se celebrará en noviembre en Glasgow, Reino Unido, para hacer planes más ambiciosos que abarquen, entre otras disposiciones, la eliminación de los subsidios a la industria de combustibles fósiles.
Otros compromisos deberían incluir no abrir más plantas nuevas de carbón y respaldar a los países más vulnerables al cambio climático con inversiones para la adaptación al fenómeno y aumento de su resiliencia.
Concluyó con una dosis de optimismo: “Podemos avanzar para poner fin a las desigualdades que obstaculizan el crecimiento sostenible y la prosperidad para todos”.
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