GINEBRA – La alta comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, pidió este viernes 23 al gobierno de Irán que, en vez de emplear fuerza excesiva para reprimir las manifestaciones en Juzestán, adopte medidas urgentes para abordar la escasez crónica de agua en esa provincia.
“El impacto de la devastadora crisis del agua en la vida, la salud y la prosperidad de la población de Juzestán debería ser el centro de atención del gobierno, no las protestas llevadas a cabo por personas conducidas a la desesperación por años de abandono”, dijo en esta ciudad suiza la responsable de derechos humanos dela ONU.
Bachelet agregó que “estoy sumamente preocupada por las muertes y lesiones que han ocurrido durante la semana pasada, así como por las detenciones generalizadas”.
Organizaciones de derechos humanos informaron de al menos cuatro muertes, y un número indeterminado de heridos y detenidos, después de que las fuerzas de seguridad emplearon fuego letal y gases lacrimógenos contra manifestantes en varias ciudades de la provincia.
Juzestán, provincia en el oeste de Irán, de 64 000 kilómetros cuadrados y cinco millones de habitantes, mayormente integrantes de la minoría árabe en Irán, es rica en petróleo y gas y fue durante años la fuente de agua más confiable en el país.
Pero, según la oficina de Bachelet (Acnudh), “la supuesta mala gestión durante años, incluida la desviación de agua a otras partes del país, junto con las sequías, drenó a la provincia de su valioso recurso de una manera que ha demostrado ser insostenible”.
Como resultado, “las protestas por la escasez de agua y la mala gestión estallaron el 15 de julio en varias ciudades, con manifestantes, incluidos niños, gritando: «Tengo sed, el agua es mi derecho», junto con otras llamadas relacionadas con la crisis”.
En respuesta, las fuerzas de seguridad “parecen haber reaccionado con una fuerza desproporcionada contra manifestantes pacíficos y desarmados, lo que provocó la muerte de al menos cuatro personas, incluido un menor, y varios otros heridos”.
Además, medios estatales informaron que un oficial de policía fue asesinado.
La Acnudh agregó que “informes no confirmados sugieren que pudo haber un mayor número de asesinatos, ya que las protestas se han extendido durante la última semana en al menos 20 pueblos y ciudades, más protestas de apoyo en otros lugares de Irán”, como la vecina provincia de Lorestán, y en la capital, Teherán.
“Cuando escuchas informes de que los manifestantes heridos están evitando los hospitales por temor a ser arrestados, es una indicación de cuán mala es la situación”, dijo Bachelet, para quien “las autoridades deben reconocer eso y actuar en consecuencia. Disparar y arrestar simplemente aumentará la ira y la desesperación”.
Recordó que el presidente saliente de Irán, Hassan Rouhani (el recién electo Ebrahim Raisí asumirá el 3 de agosto), declaró que “los ciudadanos tienen derecho a expresarse y protestar dentro del marco de las regulaciones”.
Según la responsable de derechos humanos de la ONU, “Irán en general carece de canales efectivos para que la gente presente sus quejas en de cualquier otra forma que no sea a través de protestas”.
“Nunca es demasiado tarde para cambiar de rumbo”, dijo Bachelet, y añadió que “el gobierno de Irán necesita desesperadamente cambiar de táctica, comenzando por dar instrucciones claras a las fuerzas de seguridad para que cumplan con las normas internacionales sobre el uso de la fuerza”.
También debería “tomar medidas inmediatas para, en primer lugar, mitigar el impacto de la crisis y poner en marcha políticas que puedan garantizar el derecho al agua en Juzestán a largo plazo”, basándose consultas con las poblaciones, y “tomar en serio la ya deplorable situación socioeconómica de la provincia”.
Medios de prensa iranios reportaron que este viernes el líder supremo de Irán, Alí Jamenei, también pidió una pronta solución a los problemas que han llevado a las protestas masivas en Juzestán.
“Si se hubiera prestado atención a los consejos sobre el sistema de agua y saneamiento de Juzestán, seguramente no se habrían planteado esos problemas. Ahora la gente ha expresado su descontento y no se la puede culpar”, expresó el líder.
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