Gobiernos emprenden nueva lucha contra desigualdades en el VIH/sida en 2030

Winnie Byanyima, directora ejecutiva de Onusida, durante su intervención durante la Reunión de Alto Nivel sobre el Sida, en la sala de la Asamblea General, en que subrayó que solo con compromisos ambiciosos se podrá acabar con una pandemia que asola al mundo hace 40 años. Foto: Onusida

NACIONES UNIDAS – Los dirigentes que están en primera línea de la respuesta al sida en el mundo, la sociedad civil, los académicos y los jóvenes convinieron en que no hay forma de acabar en 2030 con el síndrome como amenaza para la salud pública planetaria si no se abordan las persistentes desigualdades entre los grupos marginados que lo padecen.

En la Reunión de Alto Nivel de la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre el Sida, los representantes de los miembros de la ONU aprobaron el martes 8 una “Declaración política sobre el VIH y el sida: acabar con las desigualdades y estar en condiciones de poner fin al sida para 2030”, que establece nuevos compromisos y enfoques para acabar con la pandemia.

La declaración se inscribe en la denominada Estrategia Mundial contra el Sida 2021-2026 y actualiza la Declaración Política para Poner Fin al Sida de 2016, con planes más ambiciosos para abordar cuestiones como la discriminación y la criminalización de las relaciones entre personas del mismo sexo.

“Las desigualdades que bloquean el avance hacia el fin del sida surgen cuando el VIH se cruza con complejas líneas de falla en los sistemas sociales, económicos, legales y de salud», afirma el acuerdo adoptado en la Reunión de Alto Nivel, que se desarrolla entre el martes 8 y el jueves 10 en un formato híbrido, con participantes en forma presencial en la sede de la ONU en Nueva York y otros en forma virtual.

Contiene el compromiso de reducir el número anual de nuevas infecciones por el VIH a menos de 370 000 y las muertes relacionadas con el sida a 250 000, al tiempo que se eliminan las nuevas infecciones entre los niños.

Establece el objetivo de poner fin a la discriminación relacionada con el VIH en todas sus formas en 2025 y llevar el tratamiento del VIH que salva vidas a 34 millones de personas.

Los funcionarios de Onusida (Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/Sida) afirmaron durante la Reunión de Alto Nivel  que desde el primer caso confirmado de VIH en 1981 se han producido avances significativos en la comprensión y la respuesta a la enfermedad.

Esto incluye una disminución de 61 % en las muertes relacionadas con el sida desde un pico en 2004 y «docenas de países» que cumplen o superan los objetivos establecidos para acelerar la respuesta al sida desde la Declaración de 2016.

Sin embargo, les preocupa que los logros sean muy desiguales y que los más vulnerables estén en mayor riesgo. Esa es la razón por la que urgen los nuevos objetivos acordados ahora, para poder acortar las brechas existentes entre los pacientes del síndrome.

“La pandemia de covid-19, los conflictos y las emergencias humanitarias han impedido el progreso, ya que los sistemas de salud están sometidos a una inmensa presión, y los servicios críticos y las cadenas de suministro están interrumpidos”, dijo Volkan Bozkir, presidente del 75 período de sesiones de la Asamblea General de la ONU.

“Por desgracia, el estigma y la discriminación persisten, aislando aún más a los que ya están marginados”, añadió el diplomático y político turco.

Bozkir subrayó en la reunión híbrida entre lo presencial y virtual que, aunque hay que eliminar todas las formas de desigualdad, las estadísticas del VIH entre las mujeres jóvenes son un argumento convincente para dar prioridad al fin de la desigualdad de género.

“La evidencia y el análisis son claros. Las desigualdades de poder, estatus, derechos y voz están impulsando la pandemia del VIH. Las desigualdades matan. Tal y como establece la estrategia mundial contra el sida: para acabar con el sida, tenemos que acabar con las desigualdades que lo perpetúan»: Winnie Byanyima.

Según Onusida, las mujeres jóvenes tienen el doble de probabilidades de vivir con el VIH que los hombres jóvenes. En 2020, seis de cada siete nuevas infecciones de VIH entre los jóvenes, de entre 15 y 19 años en el África subsahariana, eran chicas.

“Todas las niñas y todas las mujeres deben ser libres de ejercer sus derechos humanos fundamentales, de tomar sus propias decisiones, de vivir una vida sin miedo a la violencia de género y de ser tratadas con dignidad y respeto. Todas las niñas deben tener el mismo acceso a una educación de calidad. Esta es la base de una sociedad en la que las mujeres se sientan seguras para ocupar el lugar que les corresponde en el trabajo, la vida pública, la política y la toma de decisiones”, insistió el presidente de la Asamblea General.

Yana Panfilova, una ucraniana de 23 años que nació con el VIH, hizo un llamamiento a los dirigentes mundiales para que ayuden a los millones de personas seropositivas que luchan a diario contra el miedo y el aislamiento.

“Millones de personas seropositivas pueden tener píldoras contra el VIH, pero viven en un mundo en el que sus familias y sus sociedades no les aceptan por lo que son. Estoy aquí hoy como la voz de 38 millones de personas que viven con el VIH. Para algunos de nosotros, las píldoras nos mantienen vivos, pero estamos muriendo por la pandemia del estigma y la discriminación», aseguró.

La activista insistió que es un hecho constatado que “la respuesta al sida sigue dejando atrás a millones de personas”.

Puede ver aquí la versión en inglés de este artículo.

“Las personas LGBTIQ, las y los trabajadores del sexo, las personas que consumen drogas, los migrantes, los presos, los adolescentes, los jóvenes, las mujeres y los niños que también merecen una vida ordinaria, con los mismos derechos y la misma dignidad que disfrutan la mayoría de las personas en este salón”, insistió.

La directora ejecutiva de Onusida, la ugandesa Winnie Byanyima, afirmó que las tasas de VIH no están siguiendo el curso trazado en el Acuerdo de 2016 y advirtió que, como parte de las secuelas de la crisis por la pandemia de covid, es posible que se produzca un resurgimiento de la pandemia de sida.

“La evidencia y el análisis son claros. Las desigualdades de poder, estatus, derechos y voz están impulsando la pandemia del VIH. Las desigualdades matan. Tal y como establece la estrategia mundial contra el sida: para acabar con el sida, tenemos que acabar con las desigualdades que lo perpetúan», afirmó la también secretaria general adjunta de la ONU.

La máxima responsable de Onusida consideró que el mundo debería aplaudir las nuevas medidas para hacer frente a la epidemia de sida, y añadió que las políticas y servicios necesarios para acabar con el sida serán útiles para vencer al covid y preparar al mundo para futuras pandemias.

“No podemos ser neutrales ante las desigualdades. Para retomar el camino hacia el fin del sida, debemos enfrentarnos a ellas de forma deliberada”,  sentenció Byanyima.

Por ello, enfatizó, “la única alternativa es un círculo vicioso de injusticia, enfermedad y emergencia. Lo más irreal que podríamos hacer ahora es imaginar que podemos superar nuestras crisis mediante pequeños ajustes o retoques”.

T: MF / ED: EG

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