DOHA – La OIT saludó la reducción del horario diurno de labor dispuesto por el gobierno de Qatar, donde la construcción de estadios para disputar la Copa Mundial de Fútbol 2022 habría matado o enfermado a trabajadores víctimas de estrés térmico, según denuncias de entidades humanitarias y deportivas.
La nueva decisión gubernamental “es un ejemplo de elaboración de políticas basadas en evidencia, a partir de la investigación de campo sobre las condiciones ambientales y la eficacia de las estrategias de mitigación», dijo Max Tuñón, de la oficina de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en esta capital del emirato.
La decisión, de fecha 26 de mayo, amplió el horario de labor en el verano boreal durante el cual está prohibido el trabajo al aire libre en esta península de 11 500 kilómetros cuadrados donde, a mediados de año, la temperatura supera los 40 grados Celsius.
Desde 2007 estaba prohibido el trabajo en espacios exteriores en el horario de 11:30 a 15:00, entre el 15 de junio y el 31de agosto de cada año.
Según las nuevas normas, que entran en vigor inmediatamente, los trabajadores no pueden laborar al aire libre entre las 10:00 y las 15:30 horas, desde el 1 de junio al 15 de septiembre.
Además, independientemente de la hora, toda labor debe detenerse si la temperatura del globo húmedo (WBGT en inglés) supera los 32,1 grados centígrados en un lugar de trabajo concreto.
El índice WBGT estima el efecto en humanos de la temperatura, la humedad, la velocidad del viento y la radiación. Es usada por higienistas industriales, atletas y militares para determinar la exposición apropiada a altas temperaturas.
Las nuevas medidas también introducen requisitos para los controles sanitarios anuales de los trabajadores, así como evaluaciones de riesgo obligatorias que deben preparar las empresas que los contratan.
El gobierno catarí confía en que las medidas “ayuden a mitigar aún más el riesgo de estrés térmico para los trabajadores, que es nuestra prioridad en materia de salud y seguridad durante los meses de verano”, según dijo Mohammed Al Obaidly, del Ministerio de Desarrollo Administrativo, Trabajo y Asuntos Sociales.
Desde que obtuvo en 2010 la sede para la Copa Mundial de Fútbol de 2022, Qatar se embarcó en un programa de construcción de estadios, carreteras, aeropuertos, transporte público y hoteles para acoger esa cita deportiva.
Una investigación del periódico británico The Guardian sostuvo en febrero que desde entonces murieron 6500 trabajadores, inmigrantes de otros países asiáticos en su mayoría, como consecuencia de afecciones que siguieron al estrés térmico provocado por laborar en exteriores bajo intenso calor.
Esa investigación se basó en estadísticas facilitadas por los gobiernos de los países de procedencia de los obreros, India, Pakistán, Sri Lanka y Bangladesh, los principales proveedores de mano de obra a Qatar.
El medio británico incluso cree que el número total de muertes estaría subestimado, ya que no han podido recabar los datos de otros países, como Filipinas o Kenia, que cuentan con muchos de sus nacionales trabajando en Qatar.
En este emirato menos de la cuarta parte de sus 2,7 millones de habitantes son nacionales del país, y el resto son inmigrantes, atraídos por una economía boyante basada en cuantiosas riquezas de hidrocarburos.
El gobierno catarí replicó al diario británico que la tasa de mortalidad correspondía a lo esperado por el tamaño de la población y la demografía, solo 37 trabajadores perecieron en las obras de los estadios y 34 no fueron considerados accidentes de trabajo por el comité local organizador de la Copa.
También la Federación Internacional de Fútbol Asociado (FIFA, responsable de los torneos) consideró que “la frecuencia de accidentes en las obras del Mundial fue baja en comparación con otros grandes proyectos de construcción en todo el mundo”.
Al menos desde 2019 organizaciones de derechos humanos como Human Rights Watch pedían investigar a fondo la muerte de obreros en Qatar, en particular de los jóvenes que morían por accidentes cardiovasculares en los meses de verano, y reclamaban cambios en las normas para proteger las vidas de los trabajadores.
El pasado marzo las selecciones de Noruega y Alemania iniciaron sus compromisos en las eliminatorias con miras al mundial de Qatar portando camisetas con la inscripción “Derechos Humanos”, para protestar por la muerte de trabajadores durante la construcción de obras para la cita de 2022.
La FIFA dijo que no sancionaría a esos equipos, pese a que su reglamento prohíbe expresiones de protesta políticas o religiosas, pues “cree en la libertad de expresión y en el poder del fútbol para provocar cambios positivos”, y la OIT destacó declaraciones de empleadores y sindicalistas en favor de las nuevas medidas.
“Apoyamos las medidas para mitigar el riesgo de estrés térmico entre los trabajadores, garantizando la protección y las condiciones de trabajo adecuadas para todos”, dijo Roberto Suárez, secretario general de la Organización Internacional de Empleadores.
Sharon Barrow, secretaria general de la Confederación Sindical Internacional, elogió a Qatar por “sus continuos esfuerzos para proteger la salud y la seguridad de los trabajadores” y agregó que “deberíamos esperar que más países adopten legislación sobre el estrés térmico en un futuro próximo”.
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