Las variantes de covid amenazan la reactivación del turismo

Decenas de importantes destinos turísticos permanecen cerrados a viajeros internacionales y países que son grandes emisores de turistas desaconsejan a sus ciudadanos que hagan viajes no esenciales, por el avance de variantes de la covid-19. Foto: OMT
Decenas de importantes destinos turísticos permanecen cerrados a viajeros internacionales y países que son grandes emisores de turistas desaconsejan a sus ciudadanos que hagan viajes no esenciales, por el avance de variantes de la covid-19. Foto: OMT

La aparición de nuevas variantes de covid-19 llevó a muchos gobiernos a revertir el alivio a las restricciones de viajes, lo que se traduce en cierres de destinos turísticos, empresas y empleos, señaló un informe de la Organización Mundial de Turismo (OMT) en esta capital.

Esas restricciones, utilizadas para limitar la propagación del virus, “son solo una parte de la solución. Su uso debe revisarse constantemente para permitir el reinicio seguro y responsable de un sector del que dependen muchos millones de empresas y empleos», dijo el secretario general de la OMT, Zurab Polilikashvili.

La crisis, en particular, “ha asestado un golpe duro y contundente a las mujeres del sector”, pues son la mayoría de su fuerza laboral (54 por ciento) y sufren la sacudida más aguda”, según la OMT, pues a menudo ocupan empleos poco calificados, informales y sin acceso a protección social y sanitaria en plena pandemia.

A principios de febrero de 2021, uno de cada tres destinos del mundo, 69 en total, estaban completamente cerrados al turismo internacional, 38 de ellos estuvieron cerrados durante al menos 40 semanas, y otro tercio ha estado parcialmente cerrado a los turistas internacionales.

De los 69 destinos donde las fronteras están completamente cerradas a los turistas actualmente, 30 están en Asia y el Pacífico, 15 en Europa, 11 en África, 10 en América y tres en Medio Oriente.

Según el informe, 72 por ciento de los destinos con fronteras cerradas tienen una dependencia baja o moderada del turismo, no más de 10 por ciento de su producto interno bruto.

La investigación de la agencia también indica una tendencia hacia la adopción de un enfoque más matizado, basado en pruebas y riesgos para implementar restricciones de viaje. Esta mirada se debe a la comprensión avanzada sobre el virus y la posibilidad de intervención no farmacéutica con medidas de salud comprobadas.

Un número creciente de destinos ahora requiere que los turistas internacionales presenten una prueba de antígeno o PCR (reacción en cadena de la polimerasa) negativa a su llegada, y proporcionen datos de contacto para fines de rastreo.

De hecho, 32 por ciento de todos los destinos mundiales ahora tienen la presentación de tales pruebas como su principal requisito para las llegadas internacionales, a menudo combinadas con la cuarentena, mientras que la misma cantidad ha hecho de las pruebas una medida secundaria o terciaria.

En América Latina, seis destinos han sido cerrados por al menos 40 semanas, entre los que se encuentran Argentina, Chile y Venezuela. Dos tercios de los destinos en el hemisferio, como Bolivia, Colombia o Ecuador, actualmente exigen pruebas PCR o de antígenos para permitir la entrada de viajeros.

Los consejos de viaje emitidos por gobiernos para sus ciudadanos tienen, además de las restricciones mismas, una influencia significativa en los flujos turísticos durante la pandemia, según el informe.

Los 10 principales países emisores de turistas, que generaron 44 por ciento de las llegadas internacionales en 2018, actualmente desaconsejan los viajes no esenciales al extranjero. Encabezan la lista Alemania, China y Hong Kong, Reino Unido, Francia y Canadá.

“En general, el desarrollo de restricciones de viaje para el turismo internacional todavía se caracteriza por incertidumbre, cambios rápidos y una gran diversidad de medidas para turistas internacionales”, explica el informe.

La OMT espera que, junto a las medidas de salud, la vacunación facilitará aún más la apertura responsable de fronteras para el turismo internacional, aunque, al mismo tiempo, las variantes del virus seguirán siendo un factor de incertidumbre.

Para la organización, 2020 fue el peor año en la historia del turismo, con 1000 llegadas internacionales menos que en 2019, pérdidas de 1,3 billones (millones de millones) de dólares y riesgo para más de 100 millones de empleos.

A-E/HM

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