Los países deben tomar medidas urgentes para adaptarse a la nueva realidad del cambio climático y los desastres que conlleva, o enfrentarán altos costos, daños y pérdidas económicas graves, advirtió un informe del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma) divulgado este jueves 14.
Inger Andersen, directora del Pnuma, dijo que “la dura verdad es que el cambio climático está sobre nosotros. Sus impactos se intensificarán y afectarán con más fuerza a los países y comunidades vulnerables”.
Esos impactos se producirán “incluso si alcanzamos el objetivo del Acuerdo de París, de mantener el calentamiento global de este siglo muy por debajo de los dos grados centígrados e intentamos alcanzar la meta de 1,5 grados”, afirmó Andersen.
El Acuerdo de París, adoptado por 195 países en 2015, busca reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, para que la temperatura global promedio no exceda este siglo los dos grados sobre los niveles preindustriales, y aspira que no aumente más de 1,5 grados antes de 2050.[pullquote]3[/pullquote]
Por contraste, recordó el Pnuma, 2020 no fue solo el año de la pandemia covid-19, sino también el de temperaturas récord y crecientes catástrofes del cambio climático: inundaciones, sequías, tormentas, incendios forestales y plagas de langostas.
El mundo se encamina, según el informe, hacia un aumento de temperatura de al menos tres grados centígrados este siglo, lo que intensificará los desastres que tienen un costo económico de miles de millones de dólares, además del sufrimiento que infligen en los ecosistemas y las sociedades.
La adaptación, es decir, reducir la vulnerabilidad de los países y las comunidades al aumentar su capacidad para enfrentar el impacto, es un pilar clave del Acuerdo de París, pero requiere planes nacionales, sistemas de información climática, alerta temprana, medidas de protección e inversiones en un futuro verde.
El informe recoge que 72 por ciento de las naciones ya han adoptado al menos un instrumento de planificación de la adaptación, de nivel nacional, y la mayoría de los países en desarrollo preparan planes nacionales al respecto.
Otro avance es que el Fondo Verde para el Clima ha destinado 40 por ciento de su cartera total a la adaptación, y concentra cada vez más la inversión del sector privado. Y crece el impulso para garantizar un sistema financiero sostenible, aunque no lo suficientemente rápido.
El financiamiento público internacional aumenta a razón de unos 30 000 millones de dólares por año. Pero los costos anuales de adaptación solo en países en desarrollo se estiman en 70 000 millones, y se espera que esos costos alcancen de 140 000 a 300 000 millones en 2030 y de 280 000 a 500 000 millones de dólares en 2050.
También crece, aunque lentamente, el número de proyectos de adaptación. Desde 2016, cerca de 400 se han llevado a cabo en países en desarrollo, financiados con fondos multilaterales al servicio del Acuerdo de París, y 21 de ellos han superado los 25 millones de dólares en financiamiento.
Sin embargo, de más de 1700 iniciativas de adaptación estudiadas, solo tres por ciento ya había informado de reducciones reales de los riesgos climáticos en las comunidades donde se estaban ejecutando.
El Pnuma destaca como prioridad hallar soluciones, basadas en la naturaleza, localmente apropiadas para abordar desafíos sociales, brindar bienestar humano y a la vez beneficios para la biodiversidad al proteger, gestionar sosteniblemente y restaurar ecosistemas.
Se plantea que, tras la pandemia, se haga una reconstrucción más verde, a nivel nacional, y que incluya nuevos compromisos de llegar a la neutralidad de carbono en las próximas décadas.
Si las emisiones globales continúan aumentando no habrá planes de adaptación que puedan cubrir los niveles de riesgo, afirman los expertos del Pnuma.
Abogan por nuevas herramientas, como los criterios de inversión en sostenibilidad, los principios de divulgación relacionados con el clima y la incorporación de los riesgos climáticos en las decisiones de inversión, para estimular el flujo de capital hacia la resiliencia climática.
Invertir en esa área es una decisión económica sólida, y el informe recordó que la Comisión Global de Adaptación, una iniciativa encabezada por la ONU, estimó que una inversión de 1,8 billones (millones de millones) de dólares en adaptación generaría un retorno de 7,1 billones en costos evitados y otros beneficios.
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