Represa hidroeléctrica de Guri, sobre el río Caroní, en el sureste de Venezuela, que altreró el paisaje al formar un lago artificial de 4250 kilómetros cuadrados. La continua construcción de represas, sobre todo en áreas protegidas, ha afectado severamente la biodiversidad en el mundo en las últimas cinco décadas. Foto: Edelca

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