El mundo del trabajo puede ser mejor después de la pandemia covid-19 si la recuperación se centra en disminuir la pobreza, promover la igualdad y luchar contra el cambio climático, según recogió una cumbre mundial virtual que durante una semana desarrolló la OIT.
Existe un “elevado grado de compromiso y determinación para superar la crisis y para propiciar una situación más favorable. Sobre esta base podrá lograrse todo lo demás”, declaró este lunes 13 el director general de la OIT (Organización Internacional del Trabajo), Guy Ryder.
La OIT, en la que participan gobiernos y organizaciones de empleadores y de trabajadores, desarrolló su cumbre tras una serie de conferencias regionales sobre el impacto de la covid en el mundo del trabajo.
El impacto de la recesión en 2020, de -4,9 por ciento según el Fondo Monetario Internacional, hizo perder 10,7 por ciento de horas de labor en el mundo en el segundo trimestre, equivalentes a más de 300 millones de puestos de trabajo, y en el segundo semestre puede perderse 14 por ciento o más de 400 millones de empleos.[pullquote]3[/pullquote]
En la región de Asia y el Pacífico ya el primer trimestre registró una caída de 6,5 por ciento en horas de trabajo, equivalentes a 135 millones de empleos, y los registros para el resto del año pueden llegar a 10 por ciento según cálculos de la OIT.
En África subsahariana se puede perder el equivalente a 42 millones de empleos a tiempo completo, y entre los más afectados están los 250 millones de trabajadores urbanos en la economía informal, y los que laboran en pequeñas empresas.
El informe presentado a la OIT destaca a mujeres y personas con discapacidad entre los más vulnerables, en los sectores más afectados, tales como recicladores, vendedores ambulantes y empleados en transporte, construcción, servicio doméstico, turismo, hotelería y los pequeños campesinos en áreas periurbanas de África.
En América Latina, donde la recesión sería de -9,1 por ciento este año, el desempleo pasará de 8,1 a 13,5 por ciento, lo que significa que habrá 44 millones de personas sin trabajo y la pobreza alcanzará a 230 millones, 37,2 por ciento de la población.
La cumbre de la OIT consideró la situación del trabajo y la actual pandemia, en particular la situación de los trabajadores de la salud que enfrentan a la covid.
Al respecto, el director de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, pidió a gobiernos y empleadores “programas eficaces y sostenibles en materia de seguridad y salud para los trabajadores sanitarios. Tenemos el deber de proteger a quienes nos protegen”.
Para el secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, “la recuperación frente a la crisis no conlleva tener que escoger salud o empleo en detrimento de la economía. Todas esas esferas están mutuamente relacionadas. Obtendremos resultados satisfactorios o fracasaremos en todas ellas”.
La cumbre operó como un foro para ventilar estrategias que ataquen las vulnerabilidades que ha puesto de relieve la pandemia.
En primer lugar, las necesidades de las personas que realizan su trabajo sin protección social o en la economía informal, y la promoción del empleo pleno y productivo y de empresas sostenibles.
Luego, la necesidad de “medidas encaminadas a garantizar que la disminución de la pobreza, el fomento de la igualdad y la lucha contra el cambio climático constituyan elementos primordiales del proceso de recuperación”, según asentó la OIT.
Finalmente, la cumbre recogió numerosas intervenciones en apoyo a la Agenda 2030 de las Naciones Unidas para el Desarrollo Sostenible y sus Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
El ODS 8 plantea “promover el crecimiento económico inclusivo y sostenible, el empleo y el trabajo decente para todos”, y entre sus metas figura “lograr el empleo pleno y productivo y el trabajo decente para todas las mujeres y los hombres, incluidos los jóvenes y las personas con discapacidad”.
A-E/HM