Vendedores de pollo en el mercado del campo de refugiados rohinyás de Kutupalong en Cox’s Bazar, antes de que en Bangladesh se decretarse el 26 de marzo la cuarentena nacional para contener al coronavirus. Desde entonces, los rohinyás están confinados en sus precarias viviendas y no pueden salir del campo, mientras las agencias humanitarias temen el impacto si un brote de covid-19 llega a los 34 hacinados asentamientos del campo. Foto: Rafiqul Islam / IPS

Relacionadas