La mortal pandemia de covid-19 ha llevado al cierre de la Secretaria General de la ONU en su sede en Nueva York y 32 de sus agencias a nivel mundial, lo que ha forzado a más de sus 37 000 empleados a trabajar desde sus hogares.
Stephane Dujarric, portavoz de la ONU (Organización de las Naciones Unidas), dudó sobre cuándo se producirá la reapertura de la Secretaría General tras un mes de cierre. “No sé. Creo que, según algunos expertos, es el virus el que decidirá», afirmó.
De hecho, hay varias otras muchas y persistentes preguntas que permanecen sin respuesta, específicamente en el contexto de una nueva crisis financiera severa que amenaza la supervivencia de la ONU y que se va a agravar por la crisis económica mundial que dejará como secuela la pandemia.
Si la crisis continúa, ¿habrá despidos de personal en un país, el anfitrión Estados Unidos, donde más de 22 millones de personas han perdido sus empleos en menos de un mes como consecuencia del coronavirus?, es una de las muchas preguntas que se hace el personal de la ONU.
Solo en la ciudad de Nueva York, la sede de la ONU, se estima que se perderán 475 000 empleos para marzo de 2021, y casi 60 000 trabajadores en los cinco condados del estado de Nueva York estarán sin trabajo antes de julio de este año, según un informe de la Oficina de Presupuesto Independiente de la ciudad neoyorquina.
¿Cuánto tiempo puede resistir la ONU sin despedir personal en nómina, cuando la Organización se está quedando aceleradamente sin liquidez y ya había congelado nuevas contrataciones antes de comenzar la crisis sanitaria?, es otra pregunta.
También se plantean si los recortes salariales, dados como inevitables, comenzarán desde arriba, con la alta gerencia tal como se ha hecho en variadas empresas estadounidenses, o comenzará por los funcionarios de capas inferiores.
Y otra cuestión clave para buena parte del personal, ¿se verá afectada la cobertura médica?
Tal como están las cosas, si los empleados de la ONU son despedidos, es poco probable que califiquen para los beneficios de desempleo del estado de Nueva York porque la ONU es una organización internacional con un estatus independiente.
Mientras tanto, ¿tendrá la recesión económica global un impacto directo o indirecto en el Fondo de Pensiones de las Naciones Unidas, estimado en 53 000 millones, con el que sobreviven los jubilados de la ONU? ¿Cuál fue la razón, por la repentina renuncia de un alto funcionario en esa área, que se mantiene en secreto?
¿Y, también, cuál es el futuro de las subvenciones educativas a las que tienen derecho los empleados?
Guy Candusso, antiguo vicepresidente primero del Sindicato del Personal de las Naciones Unidas, recordó a IPS que la ONU estaba en mal estado financiero mucho antes de que esta pandemia golpeara a la Organización.
«Sabemos que los Estados miembros están ahora bajo una tremenda presión, pero pese a ello deben intensificar y cumplir con sus obligaciones», planteó
Si va a haber permisos no remunerados para el personal, debería ser el último paso dado por la organización, y realizado en todos los niveles de la Organización, icluida la gerencia, argumentó.
«En cualquier caso, la Organización debe continuar pagando su seguro médico. No debe reducirse ya que ahora es más necesario que nunca», subrayó.
Candusso también señaló que el personal de la ONU en Nueva York nunca fue elegible para el seguro de desempleo.
«No sé si la ley actual aprobada por el legislativo Congreso estadounidense hace que el personal de la ONU sea elegible para algún beneficio en esta coyuntura», dijo.
En una carta dirigida a 92 jefes de departamentos, comisiones regionales, misiones políticas especiales y operaciones de mantenimiento de la paz, Catherine Pollard, subsecretaria general de Estrategia, Política y Cumplimiento de Gestión de la ONU, dice que las contribuciones para el presupuesto regular han «disminuido drásticamente» en el primer trimestre de 2020 en relación con años anteriores.
Los aportes de los 193 Estados miembros actualmente es de 42 por ciento del presupuesto a estas alturas del año, cuando en años precedentes era de 50 por ciento.
Eso representa un déficit en la recaudación de 220 millones de dólares, mientras que las contribuciones pendientes para el presupuesto regular alcanzan 2270 millones, dijo Pollard.
Como resultado, la ONU decidió suspender temporalmente todas las contrataciones para vacantes de presupuesto regular y limitar todos los gastos no posteriores a la publicación, mientras pospone todos los gastos discrecionales a menos que esté directamente e inmediatamente vinculado con actividades obligatorias y aprobadas por la Asamblea General, el máximo órgano de formulación de políticas.
Pollard también dijo que incluso las operaciones de mantenimiento de la paz enfrentan una creciente presión de liquidez con contribuciones pendientes que ascienden a 3160 millones.
Ian Richards, un representante del personal de la ONU y expresidente del Comité Coordinador de Sindicatos y Asociaciones Internacionales del Personal (CCISUA, en inglés), con 60 000 miembros, dijo a IPS que hay una serie de factores en juego y, por esta razón, es demasiado pronto para sacar conclusiones.
«Sí, los gobiernos han tenido que dedicar muchos recursos a tratar de mitigar el impacto de la crisis dentro de sus fronteras, y para algunos países, el dinero es limitado», reconoció.
«Pero muchos también se dan cuenta de que los esfuerzos para combatir esta pandemia global en el país y en el extranjero son más importantes cuanto más débiles sean los sistemas de salud y las economías, así como cuanto más vulnerables sean las poblaciones”, dijo.
Por esa razón, “estamos viendo que los presupuestos de ayuda se redirigen a esta área», señaló.
La capacidad de las Naciones Unidas para posicionarse en esta área y demostrar la importancia de la coordinación internacional y multilateral es clave para asegurar la estabilidad de su financiamiento.
«El personal está ciertamente preocupado, pero todos tenemos un papel que desempeñar aquí», dijo Richards. «Al mismo tiempo, debemos estar atentos al personal vulnerable, como aquellos con contratos temporales y de otro tipo” a los que más perjudica la crisis, añadió.
«El secretario general, António Guterres, ha dado garantías para proteger a muchos de ellos, pero también son los más afectados por el aplazamiento de las conferencias y otras actividades», dijo.
«Los tiempos sin precedentes requieren un manejo creativo sin precedentes», dijo a IPS Samir Sanbar, ex subsecretario general adjunto de la ONU y antiguo jefe del Departamento de Información Pública (ahora rebautizado como Departamento de Comunicaciones Globales).
Por ello, a su juicio, el objetivo crucial debe ser que el personal esencial, para que la ONU sobreviva cuando los Estados miembros, particularmente aquellos que descaradamente no pagan sus cuotas, evitan cumplir sus compromisos mínimos.
Recordó que en todo caso muchos programas y fondos de la ONU y de importantes agencias dependen de contribuciones voluntarias.
Ciertos gobiernos que ni siquiera pagan sus cuotas obligatorias pueden utilizar el coronavirus como nuevo pretexto para suspender o retrasar los pagos.
Andreas Bummel, director ejecutivo de la organización Democracia sin Fronteras, dijo a IPS que la crisis de liquidez se ha prolongado durante más de un año y que no se debe permitir que los principales contribuyentes utilicen la pandemia como excusa para continuar reteniendo sus cuotas.
Subrayó que, a su juicio, una ONU fuerte y operativa es lo mejor para todos los Estados miembros y la comunidad internacional, también para gestionar la pandemia y sus dramáticas consecuencias humanas, laborales, sociales y económicas.
T: MF