Israel, así como la Autoridad Nacional Palestina y el movimiento Hamas, deben garantizar plenamente el acceso a la salud de los palestinos de Gaza y Cisjordania ante la pandemia de coronavirus, advirtió este jueves 19 el relator de la ONU sobre la materia, el canadiense Michael Lynk.
Como potencia ocupante, Israel debe asegurar que “se utilicen todos los medios necesarios para combatir la propagación de enfermedades y epidemias contagiosas”, destacó Lynk, relator especial de las Naciones Unidas para la situación de los derechos humanos en los territorios palestinos ocupados desde 1967.
Ese deber legal se fundamenta en el artículo 56 del Cuarto Convenio de Ginebra, de 1949, relativo a la protección debida a las personas civiles en tiempos de guerra, según el experto.
Todas las autoridades responsables, Israel, la Autoridad Nacional Palestina y Hamas, tienen el deber de proporcionar servicios de salud esenciales y aplicar medidas de salud pública durante esta pandemia de manera no discriminatoria, dijo Lynk.
Hasta este jueves 19 las autoridades habían informado de 47 casos de coronavirus detectados en Israel y 26 en los territorios palestinos.
Una primera preocupación de Lynk fue que las publicaciones iniciales para aumentar la conciencia sobre la propagación del virus, emitidas por el Ministerio de Salud de Israel, eran casi exclusivamente en hebreo, y prácticamente no había información publicada en árabe.
Agregó que ese desequilibrio se está abordando después de protestas, destacando “la importancia de garantizar la igualdad de trato”.
Israel está en «profunda violación» de sus obligaciones internacionales con respecto al derecho a la salud de los palestinos que viven bajo la ocupación con “restricciones significativas en el movimiento de pacientes y trabajadores de la salud”, según el relator de la ONU (Organización de las Naciones Unidas).
“Cualquier restricción a los derechos humanos, como el acceso a los servicios de salud o la libertad de movimiento, debe estar estrictamente justificada, ser proporcionada, y regir solo por un período no mayor al necesario y de manera no discriminatoria”, subrayó.
La exigencia a Israel cubre Gaza y Cisjordania, incluido el este de Jerusalén, pero Lynk está “particularmente preocupado por el impacto potencial del coronavirus en Gaza”, porque “su sistema de salud se derrumbó incluso antes de la pandemia”.
En Gaza “sus existencias de medicamentos esenciales son crónicamente bajas, sus fuentes naturales de agua potable están en gran medida contaminadas, su sistema eléctrico proporciona energía esporádica y la pobreza profunda en medio de condiciones socioeconómicas espantosas prevalece en toda la franja”, dijo Lynk.
La población de Gaza “es físicamente más vulnerable, con desnutrición en aumento, enfermedades no transmisibles mal controladas, condiciones de vida y vivienda densas, una población de ancianos sin acceso a cuidados de enfermería adecuados y altas tasas de tabaquismo».
«Un posible brote a gran escala también constituirá otra tensión enorme para los asediados trabajadores de salud de Gaza, que han tenido que responder, con recursos inadecuados, a tres ofensivas militares en poco más de una década”, añadió Lynk.
Finalmente, el responsable de la ONU dijo que todas las autoridades que actúan en el área “deben abordar rápidamente cualquier evidencia de racismo, xenofobia y fanatismo durante esta pandemia”.
El planteamiento del relator especial para los territorios ocupados, se sumó a la de la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Medio Oriente (UNRWA), que el martes 17 demandó un apoyo urgente de 14 millones de dólares para hacer frente al impacto del brote de covid-19.
«Las condiciones de hacinamiento, el estrés físico y mental y los años de conflicto prolongado hacen que la población vulnerable de más de 5,6 millones de refugiados palestinos sea particularmente susceptible a las amenazas continuas de covid-19», dijo el comisionado general interino de UNRWA, Christian Saunders.
Las prioridades inmediatas, dijo, son brindar servicios para contener la expansión del coronavirus entre los palestinos refugiados palestinos en Cisjordania, incluidos Jerusalén Oriental, Gaza, Jordania, Líbano y Siria.
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