El representante de la ONU en África occidental y el Sahel informó al Consejo de Seguridad sobre la situación en la región, detallando un aumento “sin precedentes” del número de atentados terroristas.
“La región registrada un devastador incremento de ataques terroristas contra objetivos civiles y militares”, precisó Mohamed Ibn Chambas, representante especial de la ONU (Organización de las Naciones Unidas) y máximo representante de la Oficina de África occidental y el Sahel, en la primera reunión formal del Consejo de Seguridad de este año.
“Las consecuencias humanitarias son alarmantes”, subrayó el miércoles 8.
Al presentar su último informe, Chambas describió un panorama de ataques incesantes contra civiles y militares que han “sacudido la confianza del público”.
Aumento de bajas
Chambas ofreció información detallada sobre las víctimas de ataques terroristas en Burkina Faso, Malí y Níger, las que se multiplicaron por cinco desde 2016, con más de 4.000 personas muertas en 2019, muy por encima de las 770 registradas tres años antes.
“Lo más significativo es que el foco de los atentados terroristas se desplazó hacia el este, de Malí a Burkina Faso, lo que aumenta el riesgo para los Estados costeros de África occidental”, precisó.
También remarcó que el número de personas muertas en Burkina Faso se disparó de unas 80, en 2016, a más de 1.800, en 2019.
También se multiplicó por 10 el número de personas desplazadas, llegando a unas 500.000, además de 25.000 que buscaron refugio en el extranjero.
Chambas también explicó que “los ataques terroristas suelen ser intentos deliberados de los extremistas” de embarcarse en actividades ilegales como la captura de armas o la minería artesanal ilícita.
Desafíos vinculados
El terrorismo, el crimen organizado y la violencia intercomunitaria suelen estar relacionados, en especial en áreas periféricas donde la presencia del Estado es frágil.
“En esos lugares, los extremistas ofrecen seguridad y protección a las poblaciones locales, así como servicios sociales a cambio de su lealtad”, explicó en la reunión del Consejo de Seguridad, y coincidió con el secretario general de la ONU, António Guterres, en que por eso “las respuestas contra el terrorismos deben apuntar a ganarse la confianza y el apoyo de las poblaciones locales”.
“Los enfrentamientos entre agricultores y pastores siguen siendo de los conflictos más violentos en la región”, informó Chambas.
El representante especial aseguró que los gobiernos, los actores locales y las organizaciones regionales, así como la comunidad internacional se movilizan en la región para responder a esos desafíos.
El 21 de diciembre, la cumbre de jefes de Estados de la Comunidad Económica de Estados de África Occidental “adoptó un plan de acción de 2020 a 2024 para erradicar el terrorismo en la región”, observó.
Al sostener que es “ahora” el momento de actuar, Chambas concentró al atención sobre la importancia de apoyar a los gobiernos de la región a priorizar “un enfoque transversal en todos los niveles y los sectores”.
Y al mencionar los enfrentamientos entre agricultores y pastores, el representante especial también subrayó que 70 por ciento de la población de África occidental depende de la agricultura y de la cría de ganado para vivir, por lo que es de suma importancia lograr una coexistencia pacífica.
También señaló que el cambio climático es otro de los factores que exacerba los conflictos entre agricultores y pastores.
“El impacto del cambio climático en la seguridad también derivó en una relación negativa entre el cambio climático, la cohesión social, la migración irregular y la criminalidad en algunas zonas”.
Tendencias negativas en materia de seguridad
El representante especial de la Oficina de África occidental y el Sahel señaló que en los próximos meses, Togo, Burkina Faso, Costa de Marfil, Ghana, Guinea y Níger tendrán elecciones y que las preocupaciones en materia de seguridad no deben distraernos de los acontecimientos políticos.
“Los reclamos no resueltos, los procesos de reconciliación nacional incompletos y los sentimientos de manipulación de las instituciones y de los procesos podrían derivar en tensiones y manifestaciones de violencia política”, alertó.
En los próximos meses, la Oficina de África occidental y el Sahel seguirá trabajando con sus socios a escala nacional y regional para fomentar el consenso y promover la inclusividad en las próximas elecciones.
“Con la renovación del mandato de la Oficina de África occidental y el Sahel, contamos con el continuo apoyo del Consejo de Seguridad”, concluyó el representante especial.