“Veo ‘cuatro jinetes’ entre nosotros: cuatro amenazas inminentes que ponen en peligro el progreso del siglo XXI y ponen en peligro las posibilidades del siglo XXI”. Con estas palabras el Secretario General de la ONU, António Guterres, ha diseccionado la situación internacional actual.
Guterres fue desgranando cada una de esas amenazas, empezando por las tensiones geopolíticas de las que el mundo ha sidotestigo en los últimos años.
“Los conflictos devastadores continúan causando una miseria generalizada. Los ataques terroristas tienen un precio despiadado. La amenaza nuclear está creciendo. La guerra y la persecución han obligado a más personas a abandonar sus hogares que en ningún otro momento desde la Segunda Guerra Mundial. Las tensiones sobre el comercio y la tecnología siguen sin resolverse. El riesgo de una gran fractura es real”, declaró.
Alertó también de que estamos corriendo el riesgo de perder los pilares de la arquitectura internacional de desarme y control de armas sin alternativas viables.
“Sí, las Naciones Unidas continúan brindando ayuda para salvar vidas a millones de personas que lo necesitan desesperadamente. Pero el alivio temporal no sustituye las soluciones permanentes”, dijo el Secretario General para quien “la prevención debe orientar todo lo que hacemos mientras nos involucramos en el proceso de paz”.
Por ese motivo, se debe fortalecer la capacidad de mediación de la ONU (Organización de las Naciones Unidas) y sus herramientas para mantener la paz, que deben conducir al desarrollo a largo plazo.
Tras destacar que las operaciones de paz de la Organización están siendo cada vez más efectivas en la protección de los civiles, indicó que no obstante se necesita “crear las condiciones para la aplicación efectiva de la paz y las operaciones antiterroristas” por parte de los socios regionales de la ONU, “de conformidad con el capítulo VII de la Carta y con un financiamiento predecible”.
Y añadió: “debemos centrarnos en las raíces de la crisis y la agitación, combatiendo los impulsores de la violencia y el extremismo, desde la exclusión hasta la desesperación económica, desde la misoginia violenta hasta los fracasos de la gobernanza. El año pasado, lancé los primeros planes de acción para combatir el discurso de odio y salvaguardar los sitios religiosos. Este año, convocaré una conferencia sobre el papel de la educación en la lucha contra el discurso del odio”.
Los parches al cambio climático no sirven
“Nuestro planeta está ardiendo”, dijo Guterres al hablar del jinete del cambio climático y recordó que, mientras un millón de especies están en peligro de extinción, siete millones de personas mueren cada año debido al aire contaminado: “Estamos en guerra con la Naturaleza y la Naturaleza está luchando fieramente”.
Las medidas graduales no son suficientes, por lo que pidió que en la próxima Conferencia de la ONU sobre el Cambio Climático, la COP 26, que se celebrará este año en Glasgow debe tener como resultado “un cambio transformador”.
“La comunidad científica es clara. Necesitamos reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 45 por ciento desde los niveles de 2010 para 2030, y alcanzar las emisiones netas cero para 2050. La obligación principal recae en los principales emisores. Los países que más contribuyeron a esta crisis deben liderar el camino. Si dudan, estamos condenados”, declaró.
Desconfianza en la globalización
Para ayudar a vencer al tercer jinete, la desconfianza en la globalización, se debe construir una globalización justa para lo cual existe ya un plan: la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.
“La buena noticia es que escucho un enorme entusiasmo por los Objetivos de Desarrollo Sostenible donde quiera que vaya, desde líderes políticos a nivel nacional y local, hasta empresarios, inversores, la sociedad civil y muchos otros”.
Esa Agenda está logrando avances concretos: desde reducir la mortalidad infantil hasta ampliar la educación, desde mejorar el acceso a la planificación familiar hasta aumentar el acceso a Internet.
Pero no es suficiente: En la actualidad, 500 millones de personas seguirán viviendo en la pobreza extrema para 2030 mientras que lograr la igualdad de la mujer en el terreno económico llevará 250 años.
“Eso es inaceptable”, afirmó Guterres, que anunció que ha decido lanzar una Década de Acción para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Estos próximos diez años son fundamentales “para lograr una globalización justa, impulsar el crecimiento económico y prevenir conflictos”.
La Década de Acción debe servir para desbloquear recursos económicos con los que invertir en protección social, salud, educación, energía, agua, transporte sostenible y acceso a internet.
El lado oscuro de la tecnología
A pesar de los enormes beneficios, se abusa de las nuevas tecnologías para cometer delitos, incitar al odio, falsificar información, oprimir y explotar a las personas e invadir la privacidad.
“No estamos preparados para el profundo impacto de la Cuarta Revolución Industrial en el mercado laboral y la estructura misma de la sociedad”, señaló el titular de la ONU, que indicó que, de aquí al año 2030, decenas de millones de empleos desaparecerán debido a los cambios tecnológicos.
Para contrarrestar los efectos negativos de la Cuarta Revolución Industrial, se debe repensar por completo los sistemas educativos, pues “no se trata solo de aprender, sino de aprender a aprender durante toda la vida”.
También se deben crear nuevas redes de protección social y repensar el concepto mismo de trabajo, teniendo en cuenta, a lo largo de la vida, un nuevo equilibrio entre el trabajo, el ocio y otras actividades.
Además, es necesario establecer el orden en el espacio sin ley que se ha convertido en el ciberespacio, donde “los terroristas, los supremacistas blancos y todos los que siembran el odio explotan Internet y las redes sociales” y donde la cibercriminalidad cuesta 6000 millones de dólares al año.
Para ello, Guterres señaló que se debe abordar la fragmentación digital fomentando la cooperación a escala mundial: “La ONU es una plataforma a medida para esto. Permite que gobiernos, empresas, sociedad civil y otros se unan para desarrollar nuevos estándares y protocolos, definir líneas rojas y establecer reglas flexibles”.
Este artículo fue publicado originalmente por Noticias ONU.
RV: EG