La religiosidad de la población brasileña es visible. La mayoría es católica, pero los evangélicos (protestantes tradicionales y pentecostales) son los que más aumentan. En el censo de 2010, se declararon católicos 64,6 por ciento de los brasileños, y evangélicos 22,2 por ciento, unas 42,3 millones de personas. Solo 8 por ciento se declaró sin religión. Crédito: Cortesía.

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