Más de 2 000 personas participaron en una Asamblea Popular efectuada el domingo 24 de noviembre en un parque público del municipio de Ñuñoa, de clase media, en Santiago de Chile para insistir en las demandas que provocaron la explosión social en este país sudamericano, que estalló el 18 de octubre y ha despertado un enérgico activismo ciudadano. El entierro de la Constitución heredada de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990) ha sido uno de los logros de la protesta que no cesa. Crédito: Orlando Milesi/IPS

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