Desde este lunes 25 de noviembre, el Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, diversos eventos en todo el mundo, como marchas, concursos de arte, carreras de ciclismo y maratones se celebrarán como parte de las actividades de Naciones Unidas para los 16 Días de activismo contra la violencia de género, con el fin de promover acciones concretas que pongan fin a esta lacra que afecta a una de cada tres mujeres de todo el mundo.
La campaña anual de los 16 Días de activismo, que moviliza tanto a actores gubernamentales como al público en general, se celebra en el marco de la campaña del Secretario General ÚNETE hasta 2030 para poner fin a la violencia contra las mujeres.
El tema de conmemoración de las Naciones Unidas este año, que utiliza el color naranja como símbolo de esperanza y un futuro mejor sin violencia contra las mujeres, es: “Pinta el mundo de naranja: la Generación Igualdad condena la violación”, y con ella se subraya la necesidad de poner fin a la “cultura de la violación” que está intrincada en nuestra sociedad, ya sea en situaciones de conflicto, paz, en casa o en la calle.
A pesar de movilizaciones mundiales dirigidas por sobrevivientes y activistas en los últimos años mediante movimientos como #MeToo, #TimesUp, #Niunamenos, #NotOneMore y #BalanceTonPorc, entre otros, la violencia sexual sigue estando normalizada e integrada en nuestros entornos sociales.
La violencia contra las mujeres y las niñas sigue existiendo en todos los países. Desde la trivialización de la violación, la culpabilización de la víctima, la cosificación del cuerpo de la mujer en películas o en la televisión, la glamurización de la violencia en la publicidad o el uso constante de un lenguaje misógino, podemos presenciar a diario esta cultura de la violación, a veces incluso siendo testigos silenciosos, y tenemos la responsabilidad de ponerle fin.
La embajadora de buena voluntad de ONU Mujeres Nicole Kidman lleva prestando su voz a la causa de poner fin a la violencia contra las mujeres desde 2006.
Con ocasión del Día Internacional, afirmó: “Como Embajadora de buena voluntad de ONU Mujeres, sé que todas y todos tenemos un papel que desempeñar. La campaña de los 16 Días de activismo es un momento para que el mundo se una y tome medidas. Os insto a uniros a la campaña este año para alzar la voz contra la violación y formar parte de los esfuerzos para poner fin a todas las formas de violencia contra las mujeres”.
Con la puesta en marcha de la campaña mundial, ONU Mujeres hace un llamamiento para que las personas se opongan a la cultura generalizada de la violación que nos rodea.
Phumzile Mlambo-Ngcuka, directora ejecutiva de ONU Mujeres, afirmó lo siguiente: “La violación no es un breve acto aislado. Puede tener consecuencias no deseadas que cambian la vida para siempre, como un embarazo, el contagio de una enfermedad de transmisión sexual, un trauma insoportable o una sensación injustificada de vergüenza. Tanto en tiempos de paz como durante los conflictos motiva la decisión de las mujeres de abandonar su comunidad por miedo a una agresión o por la estigmatización de las sobrevivientes”.
Añadió que “si me concedieran un deseo, bien podría ser erradicar totalmente las violaciones”.
Las cifras exactas de la violación y las agresiones sexuales son muy difíciles de constatar por el miedo frecuente que tienen las sobrevivientes a la hora de denunciar.
Sin embargo, aproximadamente 15 millones de adolescentes (de edades entre 15 y 19 años) de todo el mundo han sufrido relaciones sexuales forzadas en algún momento de su vida. Es más, 3 000 millones de mujeres y niñas viven en países en los que la violación conyugal no está explícitamente penalizada.
Uno de los principales retos para la prevención y erradicación de la violación y el acoso sexual es el tema del consentimiento, y la actual falta de comprensión de que solamente un “sí” significa “sí”.
Otro punto importante es que el consentimiento se ofrezca libremente, sin que la persona se vea inducida por el engaño, la coacción, la violencia o la amenaza de violencia, y cuando la persona esté en plena posesión de sus facultades, algo que no ocurre, por ejemplo, cuando ha bebido.
Alrededor del mundo
Además, la violencia sexual y la violación se han utilizado contra las mujeres y las niñas como herramienta intencional en algunos conflictos como, por ejemplo, en la guerra de Bosnia y Herzegovina y la de Ruanda.
En Myanmar, donde más de medio millón de rohinyás han huido del país, la violación y otras formas de violencia sexual se han utilizado como parte de los esfuerzos para desplazar a las poblaciones. En Siria, la violencia sexual se ha utilizado para sonsacar información a las mujeres, y para forzar la rendición de los hombres de sus familias.
Al igual que en años anteriores, diversos edificios y monumentos emblemáticos se iluminarán de naranja para promover un futuro sin violencia. Entre ellos estarán el Tribunal de la Magistratura de Zimbabwe, la Biblioteca de Alejandría de Egipto, y el edificio del Parlamento del Pakistán. El Manneken Pis de Bruselas, en Bélgica, se vestirá de naranja.
Este 25 de noviembre, en la sede de las Naciones Unidas en Nueva York, se realiza un encuentro con ponentes destacados y actuaciones musicales para hacer un llamamiento a fin de prevenir y poner fin a la violencia contra las mujeres y las niñas.
La conmemoración de este año tiene lugar nada más terminar la primera convención de organizaciones beneficiarias del Fondo Fiduciario de la ONU, que tuvo lugar en Sarajevo, Bosnia y Herzegovina, del 4 al 7 de noviembre.
En la reunión de alto nivel, 150 participantes, procedentes de organizaciones de la sociedad civil, socios del gobierno y el sector privado, responsables de la implementación de unos 100 proyectos en todo el mundo, se congregaron para reflexionar y crear estrategias sobre maneras de poner fin a la violencia contra las mujeres, sirviéndose de su labor y experiencia continuadas como base.
En todo el mundo, múltiples eventos contribuirán también a poner el foco sobre la necesidad de intensificar los esfuerzos para poner fin a la violencia de género.
Por ejemplo, en Malawi se pintan murales en la calle en los que aparezcan mujeres empoderadas y relaciones de género positivas
En Albania, se imparten clases sobre defensa personal para interrumpir y reducir la violencia utilizando diferentes herramientas como el arte marcial del aikido con estudiantes de universidades y escuelas de secundaria.
Mientras, en Honduras se celebra una muestra de películas creadas por mujeres latinoamericanas seguida de debates en directo; en el parque de Seğmenler de Ankara (Turquía) hay una instalación con luces en la que participan 12 artistas a fin de “iluminar la oscuridad”, y se plantan un centenar de árboles en Camboya.
Este artículo fue publicado originalmente por ONU Mujeres.
RV: EG