Una capa de chapapote sofoca la vegetación de un manglar en Pernambuco, el estado del Nordeste de Brasil más afectado por la llegada a las costas atlánticas de Brasil de un enorme derrame de petróleo de origen sin identificar. El desastre se hizo visible el 30 de agosto contaminando las playas, perjudicando gravemente a los pescadores y dañando estuarios, manglares y arrecifes, cunas de fauna. Crédito: Cortesía de Clemente Coelho Junior

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