Mientras da los últimos toques a una histórica semana de cumbres, las Naciones Unidas se enfrentan a una creciente oposición a la celebración de un foro paralelo, que organizan conjuntamente una institución del organismo mundial y una fundación del prícipe heredero saudí, solo unos días antes del aniversario del asesinato del periodista Jamal Khashoggi.
El martes 17, el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ), una organización a favor de los derechos de los profesionales de la comunicación en todo el mundo, se unió a la campaña en demanda de que se anule el Foro de la Juventud Misk-OSGEY del 23 de septiembre, organizado por la Fundación Misk, del príncipe heredero y hombre fuerte de Arabia Saudita, Mohammed bin Salman, y una oficina para la juventud de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Precisamente el día 23 comienza con la Cumbre sobre Acción para el Clima una semana de encuentros de alto nivel que se prolongará hasta el día 27, en coincidencia con los días iniciales de la 74 Asamblea General de las Naciones Unidas, formalmente abierta el martes 17, pero que será desde el día 24 cuando participen como oradores decenas de jefes de Estado y de gobierno, llegados a Nueva York con ese fin.
Hasta ahora, unas 5.000 personas firmaron una petición contra la realización del foro, que según los activistas blanquea la imagen de Bin Salman, quien, según varios informes, incluidos los de la ONU, ordenó el atroz asesinato de Khashoggi dentro del consulado saudita en la ciudad turca de Estambul, el 2 de octubre del año pasado.
«En el aniversario, esperaba un mensaje de la ONU para resaltar el caso y buscar más medidas punitivas contra Arabia Saudita y aquellos que participaron en el asesinato de Khashoggi», dijo a IPS el coordinador del CPJ para Medio Oriente, Sherif Mansour.
«Quizás la gente de la ONU no había escuchado ni visto la indignación que ha provocado en todo el mundo la muerte de Khashoggi. Es ofensivo e insultante tener una conferencia de ese tipo cuando la gente recuerda su brutal asesinato», planteó.
El foro-taller es parte de una colaboración entre la enviada especial para la juventud del secretario general de la ONU, Jayathma Wickramanayake, y la fundación Misk, de Bin Salman, y su objetivo es inspirar prácticas comerciales éticas.
En encuentro y taller tendrá lugar en la Biblioteca Pública de Nueva York y contará con la participación de unos 300 emprendedores en ciernes aprender sobre temas para establecer empresas con impronta verde, responsabilidad corporativa y otros aspectos de la Agenda 2030 de la ONU y sus 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
Sunjeev Bery, director ejecutivo de Freedom Forward, que lanzó la petición, dijo que Bin Salman debería ser criticado por el asesinato de Khashoggi, las operaciones militares encabezadas por Arabia Saudita en Yemen y otros abusos contra los derechos humanos del reino saudí.
«Los fideicomisarios de la Biblioteca Pública de Nueva York no deberían permitir que un brutal dictador saudí use su espacio para un acto de propaganda. Miles de personas ahora están exigiendo que se cancele este falso foro saudí», dijo Bery a IPS.
«Muchos ciudadanos sauditas son encarcelados o ejecutados por decir las mismas cosas que están escritas en miles de libros de la Biblioteca Pública de Nueva York. ¿Cómo pueden los administradores de esa institución justificar la posibilidad de que un dictador saudita use su espacio?», se planteó el activista.
La oficina de la enviada para la juventud de la ONU, la misión de Arabia Saudita ante el organismo mundial y la Fundación Misk se negaron a comentar sobre la controversia. El portavoz de la ONU, Stephane Dujarric, dijo que el foro era parte de un «plan de trabajo» entre la enviada de la juventud y la fundación de bin Salman.
«Hemos visto la petición y creo que es bueno que las personas se expresen y creo que la oficina (de la enviada para la juventud) siempre está lista para colaborar con los grupos de la sociedad civil para responder a las preguntas o inquietudes que tengan», dijo Dujarric.
Al mismo tiempo, subrayó que «el foro está diseñado para reunir a jóvenes líderes, creadores y pensadores para pensar en formas de involucrar y alentar a los jóvenes a transformar el mundo».
De los panelistas participantes en el encuentro, dos de ellos, Ann Rosenberg, ejecutiva de tecnología, y Bart Houlahan, consultor de negocios, ya declinaron su asistencia al foro, que también ha sido criticado por Human Rights Watch (HRW), Civicus y otros grupos humanitarios y de la sociedad civil.
“¿Por qué la ONU está ayudando al príncipe heredero saudí a blanquear su récord (criminal) al organizar una conferencia con una fundación que lidera solo un año después del asesinato de Jamal Khashoggi?”, se preguntó Kenneth Roth, director de HRW, en un tuit el 31 de agosto.
Entre los oradores que mantienen su participación en el foro de cuatro horas y en que se han inscrito 300 asistentes, están Alexandra Cousteau, conservacionista y nieta del aventurero francés Jacques-Yves Cousteau, Paul Polman, ex presidente ejecutivo de la firma de bienes de consumo Unilever, y Andrew Corbett, académico del Babson College.
Khashoggi, un periodista saudí residente en Estados Unidos y columnista del diario The Washington Post, quien era crítico del gobierno saudí y el papel protagónico de Bin Salman en él, fue asesinado y desmembrado durante una visita preestablecida al consulado saudí en Estambul, con el objeto de recoger unos documentos necesarios para su planeada boda.
La CIA, la estadounidense Agencia de Inteligencia, concluyó en una investigación que Bin Salman ordenó el asesinato de Khashoggi.
Por su parte, Agnes Callamard, relatora especial de la ONU sobre ejecuciones extrajudiciales, sumarias o arbitrarias, emitió un muy duro informe en junio que describió el asesinato como una “ejecución deliberada y premeditada” y pidió que se investigara al príncipe y otros funcionarios saudíes.
Los funcionarios sauditas, que inicialmente dijeron que Khashoggi había dejado el consulado vivo e ileso, ahora dicen que el periodista fue asesinado en un plan ilegal que no involucró a Bin Salman.
El Foro de la Juventud se ha organizado después de años de tensiones entre la ONU y Ryad por la guerra en Yemen, donde Arabia Saudita encabeza una coalición militar a favor del gobierno y contra los rebeldes hutíes. El conflicto ha matado a decenas de miles de civiles y ha provocado una crisis humanitaria con pocos precedentes.
T: MF