El médico Ken Jetton, el único especialista en la enfermedad de Hansen en esta capital de Islas Marshall, debe visitar a un paciente curado de lepra que presentó una reacción de reversión. Pero lamentablemente no cuenta con los recursos para atender a todos los que están en su misma situación.
David, quien prefirió mantener reserva de su identidad, recibe un tratamiento multimedicamentoso desde hace un año ya. Y volvió a la consulta debido a una reacción de reversión.
El hombre de 32 años comenzó a sentir rigidez en los dedos, lo que para él es una gran complicación porque es carpintero y eso le genera más pérdidas económicas que la propia lepra, pues ya no puede sostener las herramientas.
“Ese es el tipo de pacientes que suelo atender; personas curadas de lepra, con discapacidad física debido a una reacción de reversión del tratamiento”, explicó Jetton a IPS.
Según Francisco Vega-López y Sara Ritchie, autores de “Enfermedades Infecciosas Tropicales de Manson”, la reacción de reversión es una de las dos reacciones que pueden ocurrir tras una infección con la bacteria causante de la enfermedad de Hansen.
“Reacciones de reversión pueden causar una inflamación aguda que deriva en una rápida pérdida de la función nerviosa y que requiere el inicio rápido de un tratamiento con esteroides orales”, explican. También precisan que puede ocurrir antes, durante o después del tratamiento.
El médico Arturo Cunanan, especialista en la enfermedad de Hansen, dijo a IPS que casi todos los pacientes presentan señales de reacciones de reversión. Pero estas son de distinto grado según la persona. Los pacientes diagnosticados y tratados de forma tardía muestran más señales de discapacidad que los que lo comienzan de forma temprana.
Servicios limitados por crisis de recursos
Jetton mencionó a IPS que se siente restringido por la falta de recursos y no pueden llegar a otros pacientes que, como David, necesitan sus servicios como médico.
“En esta etapa tienen aún más necesidades porque están desconcertados (por la discapacidad), que también tiene implicancias económicas. Pero no los puedo ver a todos, en especial a los que viven en las islas”, explicó Jetton.
El médico vive en Majuro, capital de esta nación insular. Pero Islas Marshall tiene otros 28 atolones, donde hay muchos casos activos de lepra.
Hay algunos islotes que están solo a unas cuantas brazada, pero otros son de difícil acceso.
“Tenemos un automóvil para la oficina, pero no recibo ninguna prestación para comprar combustible. ¿Quién paga el barco y las visitas a las otras islas?”, preguntó.
La crisis de recursos parece consecuencia directa de la disminución de fondos presupuestales para la salud en el plan quinquenal. La partida presupuestal del Departamento de Salud en 2016 fue de poco más de 25.000 dólares, y este año fue de 23.000.
Aun para un diminuta nación insular como Islas Marshall, con una población de poco más de 53.000 habitantes, el presupuesto para salud es bajo.
Hay unos 65 centros de salud entre todos los atolones. Y según Jetton, tienen poco personal.
El tratamiento multimedicamentoso que ofrece Novartis es gratuito, a través de un proyecto de la Organización Mundial de la Salud (OMS), pero no hay fondos para tener un centro especializado en lepra a las afueras de Majuro. Este país registra unos 75 nuevos casos de la enfermedad de Hansen todos los años.
Nuevo liderazgo, nuevo enfoque
Las complicaciones por la falta de presupuesto van más allá de las partidas económicas, observó Jack Niedenthal, secretario de Salud y Servicios Humanos del Departamento de Salud, en diálogo con IPS.
La mayor dificultad, explicó Niedenthal, quien asumió el cargo este año, es la falta de formación, la falta de capacidad y de infraestructura para luchar contra enfermedades endémicas en esta nación insular.
“La mayoría del personal está mal remunerado y sobrecargado de trabajo. Necesitan capacitación y necesitamos infraestructura, como centros para detectar, diagnosticar y tratar” la enfermedad, subrayó Niedenthal en una reunión con un equipo de la Sasakawa Health Foundation, encabezado por su director general, Takahiro Nanri.
Hay varias áreas en las que sería provechoso que el personal de la salud se capacitara, como gestión de datos, precisó, antes de realizar un llamado a expertos internacionales.
“En vez de invitarnos al exterior, visítenos aquí y capaciten a nuestro personal”, reclamó Niedenthal, quien fuera secretario general de la Sociedad Internacional de la Cruz Roja, y tiene un enfoque sanitario concentrado en los derechos humanos.[related_articles]
Dirigirse al público correcto
El llamado de Niedenthal podría generar ciertos cambios positivos, pues se espera que Yohei Sasakawa, embajador de buena voluntad de la OMS para la eliminación de la lepra y presidente de la Fundación Nipona, de la que depende la Sasakawa Health Foundation, visite Islas Marshall a fines de este mes.
Sasakawa, también embajador de Japón para Derechos Humanos de Personas Afectadas por la Lepra y ganador del Premio Gandhi para la Paz, está deseoso de comprender la situación en que está la lucha contra esta enfermedad en el país y quiere extender su apoyo tanto al personal de salud como a los pacientes.
Jetton confía en que con ayuda de la fundación, podrán mejorar los servicios a los pacientes con lepra.
Mientras, le receta a David prednisolona, un medicamento utilizado generalmente para tratar reacciones de reversión.
Traducción: Verónica Firme