Seychelles anunció esta semana la emisión de bonos azules a 10 años para financiar proyectos de pesca, convirtiéndose así en el primer país en utilizar el mercado de capitales para financiar el uso sostenible de los recursos marinos.
El vicepresidente de Seychelles, Vincent Meriton, dijo el lunes 29 que el bono se lanzó oficialmente el 9 de octubre y que las ventas ya llegaron a los 15 millones de dólares de tres inversores: Calvert Impact Capital, Nuveen y Prudential.
“Por lo menos 12 millones de dólares se destinarán a préstamos de bajo interés y subvenciones para las comunidades pesqueras, mientras el resto se destinará a la investigación de proyectos de pesca sostenible”, indicó Meriton en entrevista con IPS.
La noticia se conoce poco antes de la primera conferencia mundial sobre economía azul, que se realizará en noviembre en Kenia, que reunirá a participantes de todo el mundo para debatir sobre cómo construir una economía azul que permita aprovechar el potencial de los océanos, lagos y ríos y mejorar la vida de todos.
En la conferencia también se presentarán las últimas innovaciones, avances científicos y las mejores prácticas para desarrollar la economía a la vez que se conservan los cuerpos de agua.
Los bonos azules de Seychelles probablemente sean un mecanismo de gran interés para los participantes.
“Nos honra ser el primer país en innovar con un instrumento financiero novedoso”, expresó Meriton, en el primer día de la Conferencia Nuestros Océanos, en Nusa Dua, Bali, a una hora de avión de Yakarta.
“El bono azul, que forma parte de una iniciativa que combina inversión pública y privada para movilizar recursos destinados a empoderar a las empresas y comunidades locales, será una gran ayuda para que Seychelles haga la transición hacia una pesca sostenible y preserve nuestros océanos, a la vez que desarrolla de forma sostenible nuestra economía azul”, destacó.
Subvenciones y préstamos a las comunidades pesqueras de Seychelles se ofrecerán a través del Fondo de Subvenciones Azules y Fondo Azul de Inversiones, a cargo del Fideicomiso de Adaptación al Clima y la Conservación de Seychelles (SeyCCAT) y el Banco de Desarrollo de Seychelles (DBS), respectivamente.
Ese archipiélago del océano Índico cuenta con 115 islas de coral y granito dispersas en una zona económica exclusiva de unos 1,4 millones de kilómetros cuadrados.
Después del turismo, la pesca es el sector más importante del país, con un peso significativo en el producto interno bruto, 17 por ciento de la población económicamente activa y con productos pesqueros que representan 95 por ciento del valor de las exportaciones.
Según Meriton, la idea de bonos azules se mencionó por primera vez durante el gobierno del expresidente James Michel, en 2011, pero el concepto de utilizarlo para realizar la transición a una pesca sostenible se concibió en 2014, con ayuda de la Unidad de Sostenibilidad Internacional del príncipe de Gales.
Desde entonces, el equipo del Banco Mundial, estructuró el bono azul y asistió al gobierno de Seychelles en la creación de una plataforma para canalizar las ganancias.
El instrumento financiero cuenta con una garantía de cinco millones de dólares del Banco Mundial y otros cinco millones de dólares del Fondo para el Medio Ambiente Mundial (GEF), precisó un comunicado conjunto del gobierno y del GEF. También pagará un cupón anual de 6,5 por ciento a los inversores, pero el préstamo en condiciones preferenciales del GEF reducirá el costo para Seychelles a 2,8 por ciento.
Los ingresos de los bonos se utilizarán para financiar la expansión de las áreas marinas protegidas, mejorar la gobernanza de la pesca prioritaria y el desarrollo de la economía azul de Seychelles, así como contribuir al Programa de Crecimiento Compartido y Gobernanza Pesquera en el oeste del Océano Índico, del Banco Mundial, que apoya a los países de la región a gestionar de forma sostenible la pesca y mejorar los beneficios que ofrece el sector, señala la declaración.
La tesorera y vicepresidenta del Banco Mundial, Arunma Oteh, calificó el bono azul de un hito que complementa otras actividades destinadas a apoyar el uso sostenible de los recursos marinos, y en particular el sector pesquero.
“Esperemos que el bono allane el camino a otros. El bono azul es otro ejemplo del poder de los mercados de capitales para conectar a los inversores con proyectos que favorecen el mejor manejo del planeta”, reza un comunicado de Oteh.[related_articles]
Por su parte, la vicepresidenta de Desarrollo Sostenible, Laura Tuck, dijo que el bono azul podría ser un modelo para que otros países movilicen fondos y financiar proyectos pesqueros sostenibles.[related_articles]
“Es una poderosa señal de que los inversores están cada vez más interesados en apoyar la gestión sostenible y el desarrollo de nuestros océanos en las próximas generaciones”, remarcó.
“Es un privilegio trabajar con tantos socios en esta transacción única, y nos entusiasma la posibilidad de apoyar proyectos de desarrollo previo y en la etapa de crecimiento en respaldo a la economía azul de Seychelles”, indicó Martin Callow, director ejecutivo del SeyCCAT.
Por su parte, Daniel Gappy, director general de Banco de Desarrollo de Seychelles, señaló que participará en la gestión de los ingresos de los bonos a través de la creación del Fondo Azul de Inversiones.
“La creación del Fondo Azul de Inversiones dará mayor visibilidad al banco, tanto a escala local como internacional, y ofrecerá oportunidades para mejorar nuestra capacidad de gestión de fondos para lograr resultados ambientales sociales y de gobernanza positivos”, indicó.
Mientras Pietra Widiadi, líder estratégico de economía verde y azul del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) de Indonesia, dijo que el bono azul tiene gran potencial como fuente alternativa de fondos, pero es necesario hacer muchas cosas para asegurarse de que los proyectos cumplan sus objetivos.
“La conciencia sobre la importancia de la economía todavía es relativamente baja en las naciones insulares, en especial del sur. Por esa razón, creo que cualquier proyecto de bonos azules debe comenzar por crear las capacidades de las personas involucradas”, observó Widiadi en diálogo con IPS.
Edo Rakhman, activista del Foro para el Ambiente de Indonesia, aplaudió la creación de los bonos azules, pero subrayó que todo proyecto pesquero o marítimo debe comenzar por proteger los derechos de las comunidades pesqueras y los manglares de las áreas costeras.
“Las naciones insulares deben designar zonas o bancos pesqueros, donde todas las formas de actividades de extracción estén prohibidas y los manglares protegidos para garantizar la sostenibilidad de las reservas de peces para las comunidades pesqueras locales”, subrayó Edo.
Traducción: Verónica Firme