El ghanés Yaw Owiredu Mintah, quien trabaja el bambú y el ratán desde la década de los años 80, puede fabricar muchas cosas, desde tejerlos hasta hacer marcos, pero reconoce que necesita mayor capacitación y mejorar sus diseños porque “la mayoría estamos haciendo lo mismo”.
“Por es estoy contento con esta capacitación”, dijo a IPS.
Mintah está entre los 100 artesanos seleccionados para una capacitación de 30 días para desarrollar sus capacidades en el procesado del bambú y el ratán en Ejisu, un barrio de Kumasi, la capital de la región de Ashanti, en Ghana.
Este país perdió más de 60 por ciento de sus bosques entre 1950 y 2000, cuando la deforestación comenzó a ser de tres por ciento, coinciden varios estudios.
Un informe de la Iniciativa de Ciudades del Milenio, un proyecto que tenía el Instituto de la Tierra, de la estadounidense Universidad de Columbia, concluyó que la reducción general de los bosques llevó a una disminución de la producción de muebles de madera, de contrachapado y de pisos.
Pero como el bambú crece de forma silvestre en Ghana, podría haber un mercado para muebles de bambú, de contrachapado y de pisos, así como de otros productos que suelen fabricarse con madera.
Los árboles de bambú y ratán se consideran importantes productos básicos en este país. Su procesamiento, desde la materia prima hasta el producto acabado, emplea a miles de personas en todo el país.
Bajo el dosel arbóreo que decoran las principales calles de la capital de Ghana, se pueden ver artesanos vendiendo canastas y muebles de bambú y ratán.
Pero muchos de esos artesanos locales usan tecnología desactualizada, con la que solo logran diseños de mala calidad y productos menos duraderos, lo que a su vez les genera menores ingresos.
Las técnicas industriales como las que se enseñan en el taller al que va Mintah, les permitirá, a lo largo del mes, producir una gran variedad productos duraderos, fuertes y a buen precio a partir del bambú y el ratán.
A su vez, eso ayudará al desarrollo económico y a aliviar la pobreza a largo plazo.
“Aprendí muchas cosas que mejorarán mi trabajo”, aseguró Mintah.
En el taller participan personas de todo el país, como dos mujeres de la región de Gran Acra, que trabajan en este proyecto de transferencia de conocimiento e ideas a cargo de siete técnicos, cinco traductores y dos administrativos del Centro Internacional para el Bambú y el Ratán (CIBR), con sede en China.
Cooperación China-Ghana
La capacitación es el resultado de una solicitud realizada por el gobierno de Ghana al de China en el marco de los Acuerdos de Cooperación bilateral Sur Sur, con el fin de apoyar a las personas que dependen del bambú y el ratán en este país de África occidental.
La cooperación contó con la facilitación de la independiente Organización Internacional del Bambú y del Ratań (Inbar), dedicada a la cooperación Sur-Sur, con 44 miembros, 43 de los cuales están en el Sur global.
Inbar, por su parte, colaboró con el Programa de Desarrollo del Bambú y el Ratán (Baradep), una iniciativa del Ministerio de Tierras y Recursos Naturales de Ghana.
Los participantes aprenden a combinar unos 10 diseños diferentes a través del uso de herramientas simples, pero efectivas para perfeccionar el acabado de los productos. La capacitación comenzó el 15 de octubre en el centro técnico de la Comisión de Silvicultura, en Ejisu.
La capacitación tendrá un gran impacto en el trabajo de los participantes con la materia prima, destacó Dai Honghai, director del Programa de Asistencia Exterior del CIBR, así como en la creatividad y la innovación, además de la aplicación de herramientas para mejorar el procesado y el acabado.
“Se espera que la capacitación impacte en el mercado y en la comercialización de los productos de bambú y de ratán, que cumplirán con los estándares del mercado internacional”, apuntó. «Hace tres semasnas que estamos aquí y todo va bien», destacó.
Los participantes ya dominan el uso de las herramientas y ya están fabricando productos, destacó Honghai.[related_articles]
“Se pueden ver unos 150 productos como floreros, sillas y mesas de bambú y mesas ratones y sillas de ratán, además de los de madera, para exhibir al final del taller, en la (tercera) semana (de este mes)”, precisó
“Tratamos de combinar todos los materiales que se encuentran en el ámbito local para cuando regresemos a China, puedan seguir usándolos”, indicó Honghai.
En la estrategia de comercialización que se realizará en la última semana del taller, los participantes adquirirán las herramientas para comercializarlos a escala local e internacional, añadió.
Por su parte, Stephen Osafo Owusu, presidente de la Asociación Nacional de Artesanos del Bambú y el Ratán de Ghana, quien también participa de los talleres, subrayó: “Necesitamos más capacitaciones como esta para que nuestros miembros puedan fabricar mejores productos para vender en el mercado local y también exportar a mercados internacionales como el de China” .
Faustina Baffour Awuah, responsable de programas de Baradep, dijo a IPS que al gobierno le interesa especialmente desarrollar el sector para mejorar los ingresos de unas 4.000 personas
“Los hemos involucrado y creemos que es un buen programa para el desarrollo de sus capacidades, porque les permitirá crear mejores productos, con los cuales tendrán mejores ingresos y podrán mejorar su vida”, añadió.
Michael Kwaku, director de Inbar en Ghana, dijo a IPS que el principal objetivo es crear una fábrica de bambú y ratán y un centro de capacitación en Acra, a cargo del gobierno de Ghana con fondos chinos.
Por la rapidez con que maduran, el bambú y el ratán tienen enormes beneficios ambientales y pueden usarse para recuperar las tierras degradadas y contribuir a la reforestación, destacó.
«La oficina de Inbar en Ghana capacitó artesanos en los componentes de forma teórica con presentaciones de PowerPoint para capacitarlos en habilidades con el bambú, cuestiones tecnológicas y en la necesidad de mejorar sus capacidades. También facilitamos y apoyamos al ICBR, nuestro socio clave y la delegación china, en la realización de un análisis previo y posterior y una evaluación», indicó Kwaku.
“Queremos que tengan un lugar común en el que puedan ir y procesar su materia prima con las nuevas herramientas. Después de la capacitación y cuando esté construido el lugar, puedan ir y usar herramientas modernas para trabajar y mejorar sus vidas”, explicó.
“Una cosa que aprendí es a aplicar herramientas sencillas para lograr un acabado perfecto. La belleza y el valor de un producto están en su acabado”, apuntó Mintah.
Traducción: Verónica Firme