Todos los años, el agricultor Amos Chandiringa, de 43 años, del pueblo de Nemaire, en el noreste de Zimbabwe, riega trabajosamente su semillero de tabaco con una lata. Pero gracias a la energía solar, su labor podría alivianarse.
“Vivo cerca de la represa y tengo acceso a mucha agua, pero no puedo hacer mucho con ella porque no tengo la tecnología necesaria para mecanizar mi granja. Una posibilidad es instalar una bomba de agua eléctrica o a gasóleo, pero es caro”, explicó a IPS.
En febrero, Chandiringa tuvo el privilegio de ser el anfitrión de una feria solar en su granja de Nemaire, en el distrito Makoni, que era la primera que vez que se hacía un evento de ese tipo en esta área y el primero de su vida.[pullquote]3[/pullquote]
El empresario Isaac Nyakusendwa dijo que los agricultores como Chandiriga podrían usar la energía solar para multiplicar sus cultivos gracias a bombas solares para extraer agua de la represa e irrigar sus cultivos o para usar en el ámbito doméstico.
La agricultura es la principal actividad de la mayoría de la población de Rusape y de otras áreas rurales de Zimbabwe, pero el uso de sistemas fotovoltaicos es muy limitado, principalmente para iluminar y para actividades de entretenimiento.
El gobierno, los distribuidores de tecnología solar y las agencias de desarrollo consideran que esta fuente de energía, que sirve para hacer funcionar bombas de agua, procesar las cosechas y preservar los cultivos puede transformar la vida rural al mejorar los ingresos y aliviar el trabajo físico característico de la agricultura.
El concejal de Nemaire, Sam Maungwe, indicó que en esta zona los agricultores ganan bastante dinero, la mayoría gracias al cultivo de tabaco, pero la falta de conocimientos sobre la tecnología solar hace que muchos gasten sus ahorros en radios y muebles para el hogar.
“La mayoría de los agricultores cultivan tabaco, por ello el área soporta una doble presión, la de la tala para el curado del tabaco y para hacer leña. El uso de la energía solar sería bueno porque extendería la temporada agrícola y aumentaría sus ingresos”, explicó IPS.
“Pero lo más importante es que queremos que nuestros agricultores extiendan la energía solar a sus secaderos de tabaco para evitar la tala indiscriminada de árboles para su curación”, observó
La funcionaria de extensión Petronella Karima considera que tienen que haber más plataformas para educar a los agricultores y hacerles conocer nuevas tecnologías asequibles porque muchos de ellos no saben de las capacidades de los productos solares.
“Muchos usan la energía solar para entretenimiento. Algunos tienen grandes sistemas solares domésticos, pero no saben que pueden usarlos para regar sus cultivos y tener agua corriente en sus casas. Del conocimiento que obtuvieron en la feria solar, creo que muchos ahora usarán esta alternativa para regar sus cultivos y cosechar agua”, indicó Karima.
Chiedza Mazaiwana, gerente de la Campaña de Energía para Todos, de Acción Práctica de Zimbabwe, dijo que el conocimiento de soluciones de energías renovables es relativamente bajo. Se estima que la penetración de la iluminación solar y de los sistemas domésticos es de tres por ciento.
La información de los consumidores sobre productos de fuentes energéticas es fundamental para destrabar el enorme potencial de esas alternativas en las comunidades rurales que no están conectadas al tendido eléctrico, acotó.
“La falta de conocimiento es un gran impedimento para el desarrollo del mercado solar”, observó.
“La mayoría de los posibles clientes rurales no son conscientes de los últimos avances en la tecnología solar, de la reducción de costos en el sector, de la disponibilidad de soluciones económicas como el modelo de pagar con el tiempo (PAYG, en inglés), que les permite acceder a la tecnología y a productos que normalmente estarían fuera de su alcance”, añadió.
La distribución de productos e instalaciones de mala calidad también socavaron la confianza y redujeron la demanda, lo que dificultó la inserción de las empresas en áreas rurales.
Pero en el marco de un esfuerzo de desarrollo del mercado solar, el gobierno y las empresa de energías renovables y agencias de desarrollo usan de forma concertada días de campo y ferias solares para fomentar el uso de energía solar como forma de mejorar sus medios de vida en áreas rurales.
Las ferias solares aparecen como una plataforma clave para generar conciencia y educar a los consumidores de las comunidades no conectadas al tendido eléctrico, y para que los distribuidores de productos solares creen vínculos empresariales con los agricultores.[related_articles]
Otro métodos incluyen campañas de medios y el uso de líderes de opinión como jefes, directores de escuelas y líderes religiosos para difundir la información sobre las novedades en materia de soluciones de energías renovables. Ese método resultó particularmente efectivo en África oriental.
“La falta de conocimiento sobre la energía solar y sus posibilidades es una de las principales barreras que frustran el desarrollo del mercado solar”, observó Nyakusenda, presidente de la Asociación de Energía Renovable de Zimbabwe, que reúne a varias distribuidoras del sector.
“A través de días de campo y ferias solares, facilitamos y ofrecemos a los agricultores una oportunidad perfecta y rara de comprar e interactuar con los proveedores de productos solares en un solo lugar, y así presentándoles productos de calidad y compañías genuinas”, añadió.
El modelo de pago PAYG permite a los agricultores pagar un depósito nominal para productos renovables de su elección, y terminar de pagar en pequeñas cuotas mensuales, explicó.
En las ferias, a los jóvenes les atrajo particularmente la iluminación, el entretenimiento y la comunicación solar. Mientras, a las mujeres les gustan las cocinas solares, y a los hombres mayores, los sistemas de irrigación eléctrica.
El oficial de Acción Práctica, Tony Zibani, señaló que el uso de tecnología solar puede aliviar el peso del trabajo que cargan las mujeres y reducir la violencia de género en los hogares ya que las tareas realizadas por ellas se alivianarán gracias a la tecnología.
Más de 60 por ciento de la población de Zimbabwe no tiene energía y depende de la quema de biomasa, leña, carbón y queroseno, como principal combustible para cocinar, pero son soluciones caras, poco confiables y ambientalmente sostenibles.
La demanda de energía aumenta en las áreas rurales, pero el servicio de electricidad está sesgado hacia los hogares de mayores ingresos y ciudades, dejando afuera a grandes sectores de la población rural.
Mazaiwana señaló que las soluciones de electrificación descentralizadas son el enfoque más rápido, rentable y sostenible para alcanzar el acceso universal, además de ofrecer oportunidades económicas a las comunidades rurales.
Traducción: Verónica Firme