A comienzos de 2017, la Red de Monitoreo de Sequías y Precipitaciones alertó a los países del Caribe oriental de que estaban atravesando “condiciones climáticas anormales” y posiblemente otra sequía generalizada.
Para Barbados fueron duras noticias. La seca anterior impactó en todos los sectores y rubros de la vida de este país, caracterizado por una histórica escasez de agua.
Un nuevo proyecto promete un nuevo futuro para la población local al aumentar la conciencia sobre el ciclo hídrico y los posibles impactos del cambio climático en el suministro de agua potable.
El Proyecto Nexo de Resiliencia del Sector Hídrico para la Sostenibilidad en Barbados (WSRN-Barbados) apunta a reducir su vulnerabilidad frente a las severas consecuencias de los avatares climáticos, así como las emisiones de gases invernadero y el consumo, a promover el uso apropiado de diversas fuentes de agua y a construir salvaguardas legales para apoyar un desarrollo climáticamente inteligente en el sector.
La iniciativa cuenta con apoyo del Fondo Verde para el Clima (FVC) y es un esfuerzo de colaboración entre el Centro para el Cambio Climático de la Comunidad del Caribe (5C) y la Autoridad del Agua de Barbados (BWA), con asistencia de la Universidad de las Indias Occidentales y la Universidad de Florida del Sur.
WSRN-Barbados es uno de los muchos compromisos de financiamiento en el Caribe anunciado por el FVC en la 19 reunión de la Junta Directiva, realizada en Corea del Sur en febrero, y que asciende a 45,2 millones de dólares, de los cuales 27,6 millones dólares proceden del fondo y 17,6 millones de dólares de la BWA.
“Para cuantificar el impacto, se beneficiarán directamente más de 190.000 personas, y más de 280.000, de forma indirecta”, explicó Elon Cadogan, gerente de proyecto de la BWA.
La iniciativa prevé colaboraciones con la academia como las dos universidades, subrayó.
El fin es crear una plataforma compartida que sirva como incubador de ideas, que impulsen los esfuerzos para combatir las consecuencias negativas del recalentamiento planetario y promueva debates sobre adaptación y mitigación.
“El proyecto propone recolectar los recursos humanos relevantes de esas instituciones y formar un equipo de científicos e ingenieros que dirijan la investigación operativa en profundidad a fin de construir capacidades”, explicó Cadogan.
El proyecto WSRN Barbados reemplazará 16 kilómetros de redes de tubería existentes para reducir las pérdidas de 0,03 millones de galones (unos 11.356 litros) al día, lo que mejorará enormemente la disponibilidad de agua, que cuando se mide según los costos actuales, significa que la sociedad podría ahorrarse 1,3 millones de dólares.
“La mayor disponibilidad de agua reducirá los cortes del servicio actuales que sufren muchos clientes”, indicó.
“Los anteriores cortes implicaron que la gente llegara tarde a trabajar, faltara o que cerraran negocios”, apuntó.
“Las escuelas tuvieron que cerrar por la falta de agua y las posibles condiciones insalubres, y hubo cancelaciones de reservas de turistas”, añadió.
El turismo es la columna vertebral de la economía de Barbados. En 2014, la contribución total de esa actividad representó 36,1 por ciento del producto interno bruto (PIB) y empleó a 37,5 por ciento de la población económicamente activa.
Otro sector muy importante es la agricultura, que en 2014 representó 1,4 por ciento del PIB y concentró 2,7 por ciento del empleo, y que es fundamental para la seguridad alimentaria y nutricional y el ingreso de los hogares.
El estudio de viabilidad reveló que los menguantes recursos hídricos de Barbados no son suficientes para cubrir la demanda a mediano y largo plazo. En ese análisis está implícita la demanda de agua del sector turístico y agrícola.[related_articles]
“El proyecto contribuye a la estabilidad de la macroeconomía de Barbados, mitiga su susceptibilidad a las presiones inflacionarias y los golpes externos y aumenta los ingresos del gobierno”, explicó Cadogan.
“Barbados se beneficiará del ahorro de divisas extranjera, gracias a que reduce su dependencia de los combustibles fósiles por la instalación de paneles fotovoltaicos”, apuntó.
Este país “destinó 322,7 millones de dólares a la importación de crudo (según datos de 2014), del cual una significativa parte sirve para la producción de electricidad y el transporte”, observó.
El proyecto WSRN-Barbados garantizará una mayor resiliencia al cambio climático y que las comunidades tengan acceso a agua potable.
Los beneficios adicionales incluyen menos filtraciones y el consiguiente número de interrupciones, mayor disponibilidad de agua para la población, un precio estable, mayor seguridad hídrica y alimentaria gracias al acopio y la cosecha de agua de lluvia, mejor y mayor resiliencia a las tormentas y mayor acceso a fondos para la adaptación y la mitigación.
Y para poblaciones vulnerables, así como para hospitales, policlínicas, escuelas y centros comunitarios, se instalarán tanques de agua para su almacenamiento.
Se espera que el proyecto cree 30 nuevos puestos de trabajo en la Estación Belle Pumping, mientras los esfuerzos para implementar las iniciativas de cosecha de agua de lluvia crearán otros 15 nuevos empleos.
“Además, la BWA se asegurará de que Barbados cumpla su papel al reducir el consumo de combustibles fósiles en soluciones de energía renovable mediante el uso de tecnologías fotovoltaicas”, destacó Cadogan.
“Mediante las tecnologías de energía renovable, se podrá garantizar que el gobierno de Barbados tenga cierta estabilidad con respecto a los aranceles y así pueda asistir a los más vulnerables”, acotó.
“También se prevé que (a) haya mejor capacidad, conocimiento y resiliencia climática en instituciones, hogares y comunidades; (b) mejor conocimiento sobre conservación de agua y reciclaje; (c) mejor ambiente legal y de políticas para construir resiliencia climática”, añadió.
Mientras, el especialista en desarrollo del 5C, Donneil Cain, señaló: “Por eso lo hacemos. La satisfacción proviene de impulsar esos proyectos y que funcionen”.
Traducción: Verónica Firme