Las elecciones en el continente africano atraen a un número cada vez más grande de líderes jóvenes. De presidentes a ministros pasando por gobernadores y hasta senadores reclaman su lugar.
Los jóvenes se vuelcan a votar a otros jóvenes o a otros líderes que consideran que son sensibles a su difícil situación.
En Uganda, Proscovia Oromait, tenía 19 años cuando en 2012 se convirtió en la parlamentaria más joven del mundo, como representante del condado de Usuk, en el distrito de Katakwi.
“Lo que dije cuando era más joven fue que en los próximos años, me convertiría en presidenta. Ha sido un sueño hecho realidad ser una lideresa de Uganda.Y aquí estoy, la parlamentaria más joven. Estoy muy orgullosa de lo que soy”, dijo Oromait, en entrevista con el diario británico The Independent.
En Sudáfrica, Lindiwe Mazibuko, de 37 años, pasó a encabezar la oposición en parlamento en 2011, en representación de la Alianza Democrática, siendo la primera mujer negra en llegar al cargo.
“No hay prosperidad para nuestro continente sin una política vibrante, diversa y verdaderamente competitiva, fundada en la excelencia, la transparencia y el compromiso con el bien público”, subrayó Mazibuko en una TEDxEuston, realizada en enero de 2016.
Y otros jóvenes llegan a los parlamentos de Nigeria, Ghana, Costa de Marfil, Kenia, Sudáfrica, Egipto, Túnez, Marruecos, Camerún, Zambia, Tanzania, entre otros. Y en agosto, las elecciones de Zimbabwe podrían rejuvenecer el rostro del gobierno.
Nelson Chamisa, de 40 años, el nuevo líder del Movimiento por un Cambio Democrático, se perfila como nuevo gobernante de Zimbabwe. Si llega a ganar será uno de los presidentes más jóvenes elegidos democráticamente.
Sesenta por ciento de los 5,3 millones de habilitados para votar en ese país en las próximas elecciones históricas tienen menos de 40 años, según la Comisión Electoral de Zimbabwe. Es una demostración de compromiso de los jóvenes de apuntar a decidir el gobierno de su país tras el fin del liderazgo de Robert Mugabe.
El líder de 94 años era el presidente de mayor edad cuando renunció en noviembre de 2017 tras 37 en el poder.
Una voz joven
“Los jóvenes son promotores e impulsores y queremos que eso también se vea en política”, señaló Chamisa en entrevista con la radio alemana Deutsche Welle.
“Queremos que nuestro continente se vista de joven. Queremos que tenga una voz joven”, añadió.
El profesor David E. Kiwuwa, profesor adjunto de estudios internacionales de la estadounidense Universidad de Princeton, señaló en un artículo para CNN de 2015 que “la edad promedio de los 10 gobernantes mayores era de 78,5 muy por encima de los 52 en las 10 economías menos desarrolladas”.
En promedio “solo entre 15 y 21 por ciento de los ciudadanos africanos habían nacido cuando esos presidentes llegaron al gobierno”, observó Kiwuwa.
Algunos africanos sostienen que “con la edad y la longevidad en el gobierno viene la sabiduría, la precaución y la experiencia”, escribió.
También señaló que si les dan oportunidades en política y en otros sectores, los jóvenes de África pueden transformar el continente. También lamentó que los largos mandatos de los políticos más veteranos sigan sofocando el surgimiento de sucesores jóvenes y creíbles.
Los jóvenes rara vez concentran la atención de los dirigentes políticos, observó Innocent Batsani Ncube, de 39 años, porque no creen que puedan liderar.
“Un ejemplo es la forma en que las autoridades resolvían los problemas de los jóvenes. Sus soluciones suelen servir a las élites, y no a ellos”, explicó Ncube a Africa Renewal. “Hay consultas mínimas para la conceptualización entre líderes jóvenes y veteranos”, añadió.
Los jóvenes necesitan un asiento en el tren de la transformación por su energía y su pasión, arguyó Kuseni Dlamini, en un informe publicado en 2013 por la empresa de servicios Ernst & Young, con sede en Gran Bretaña.
Energía y pasión
“Los jóvenes son emprendedores, innovadores, científicos, académicos, ingenieros y profesionales. No quieren ayuda ni caridad. Quieren desplegar todo su potencial”, destacó Dlamini, presidente del Grupo de Medios Times de Sudáfrica y director de Massmart, minorista de Walmart.
Dlamini también fue nombrado “Joven Líder Mundial” en 2008 por el Foro Económico Mundial, un reconocimiento otorgado a destacados líderes que son mentores de otros.
La población de África llegará a 1.600 millones de personas en 2030, según el Departamento de Asuntos Sociales y Económicos de la Organización de las Naciones Unidas, y los jóvenes, que aumentan rápidamente, representarán 42 por ciento. Este sector necesitará oportunidades para participar en política, en el empleo e inclusión en el desarrollo, en general.
El Banco de Desarrollo Africano señala que la tercera parte de los 420 millones de jóvenes de entre 15 y 35 años no tienen empleo, otra tercera parte tiene empleos vulnerables y solo uno de cada seis tienen un empleo remunerado.
“Entre 10 y 12 millones de jóvenes entran al mercado laboral cada año en África, pero solo se crean 3,1 millones de puestos de trabajo, lo que deja un vasto número de desempleados”, señala el banco.
“Las consecuencias del desempleo entre los jóvenes son generalizadas y severas, se traduce en pobreza, mayor migración fuera de África y contribuye a los conflictos en el continente”, añade.[related_articles]
El banco agrega que “el resultado de largo plazo deseado es expandir las oportunidades económicas tanto para hombres como para mujeres jóvenes, lo que lleva a la mejora en otros aspectos de sus vidas”.
Por ello, la institución procura crear 25 millones de puestos de trabajo a través de su Estrategia de Empleo para Jóvenes en África (2016-2025), así como estimular el crecimiento económico empoderando a los jóvenes a desarrollar su potencial
Perturbando el status quo
El agronegocio podría generar un billón (millón de millones) de dólares para 2030, según el Banco Mundial.
La Red Africana de Incubadoras de Empresas Agrícolas (AAIN, en inglés), con sede en Accra, quiere que los jóvenes innoven y lideren la transformación económica del continente.
“El agronegocio ofrece oportunidades para jóvenes y mujeres, pero es necesario crear políticas adecuadas que faciliten su participación”, señaló Ralph von Kaufmann, mentor y consultor de AAIN.
El joven horticultor y ganadero de Sudáfrica, Nthabiseng Kgobokoe, dijo a Africa Renewal, que el primer paso debe ser “incluir a los jóvene en la toma de decisiones”.
“La educación sola no puede atender todas nuestras dificultades, es necesario crear condiciones políticas y económicas propicias para que podamos ser jóvenes empresarios exitosos”, añadió.
A los jóvenes les cuesta acceder a fondos y a otros recursos, a facilidades administrativas y a políticas adecuadas para fomentar un crecimiento inclusivo, observó Kaobokoe.
Las autoridades se olvidan de que los jóvenes son la columna vertebral del desarrollo socioeconómico y político, subrayó.
“En África estamos saliendo del estereotipo de continente oscuro, sin esperanzas. Tenemos que apostar a ser candidatos, trabajar en el servicio civil y tenemos que perturbar el status quo político”, subrayó Mazibuko.
Este es un artículo de África Renewal, una publicación del Departamento de Información Pública de las Naciones Unidas.
Traducción: Verónica Firme