El estadio de fútbol Mané Garrincha, uno de los elefantes blancos de Brasilia, cuyo mayor uso es el de su estacionamiento, donde miles de buses aparcan durante buena parte del día, mientras llega la hora de trasladar a decenas de miles de trabajadores de la capital de Brasil a las ciudades dormitorio circunvecinas donde residen. Crédito: Mario Osava/IPS

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