La situación de niñas y niños en Yemen empeora día a día

Distribución de agua en Yemen, una de las mayores crisis humanitarias. Crédito: UN photo
Distribución de agua en Yemen, una de las mayores crisis humanitarias. Crédito: UN photo

Las continuas agresiones contra hospitales y centros de salud de Yemen tienen graves consecuencias, pero en especial para el bienestar de niñas y niños, denuncian organizaciones de la sociedad civil.

El informe de Watchlist sobre niños y conflicto armado, realizado con la colaboración de Save the Children, detalla una serie de ataques sistemáticos contra instalaciones médicas y denuncia el acceso restringido a la atención que padecen el personal y las familias en las tres gobernaciones más inseguras de ese país de Medio Oriente.

Según el Comité Internacional de la Cruz Roja, las partes enfrentadas lanzaron por lo menos 160 ataques contra centros de salud y su personal entre marzo de 2015 y marzo de este año en diversas modalidades, desde intimidaciones y bombardeos hasta limitaciones al acceso a los suministros médicos.

En uno de los casos, las fuerzas que combaten a los rebeldes hutíes asaltaron y paralizaron el Hospital de Al Thawra porque atendía a varios combatientes hutíes heridos. Pero antes ya había sido bombardeado en numerosas ocasiones.

Asimismo, en Saada cayó un misil sobre el Hospital de Shiara, de la organización Médicos Sin Fronteras (MSF), que dejó a seis personas muertas y a 10 heridas. El centro, ubicado en una zona con unos 120.000 habitantes, se había creado como un lugar para la atención de emergencia para pacientes que estaban obligados a viajar entre cuatro y cinco horas por caminos inseguros para recibir atención médica.

Y a los pocos días, el mismo hospital sufrió otro ataque similar lanzado por la coalición árabe, encabezada por Arabia Saudita.

Mucha gente está asustada por esos ataques, indicó la oficial de investigación de Watchlist, Christine Monaghan.

“Hay una verdadera sensación de miedo en el país de no poder recibir atención médica cuando la necesiten, por lo que pueda pasarles cuando están en una clínica o en un hospital o de que los bombardeen cuando están en consulta”, relató a IPS.

Tras el ataque contra el Hospital de Shiara, un médico de MSF informó que la sala de maternidad había dejado de funcionar. “Las mujeres están pariendo en cuevas antes que arriesgar su vida en un hospital”, explicó.

El limitado acceso a tratamientos vitales agravó los problemas de salud en Yemen.

Según la Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), más de la mitad de la población de Yemen, incluidos 8,1 millones de niñas y niños, no tienen acceso a atención médica, un aumento de más de 70 por ciento respecto del inicio del conflicto en marzo de 2015.

En noviembre de 2016, había una cama de hospital cada 1.600 personas y alrededor de 50 por ciento de las instalaciones médicas no estaban operativas.

“No podemos costearnos la atención médica”, se quejó una mujer en entrevista con Save the Children al explicar las dificultades de cuidar a su familia.

“Si alguno de nuestros hijos se enferma, no podemos hacer nada. No sabemos a dónde ir; dos de mis hijas, de cinco y tres años, tienen una tos permanente y no puedo ayudarlas, salvo abrazarlas”, relató.

El actual bloqueo impuesto por la coalición árabe impide el acceso a los suministros necesarios para el funcionamientos de los centros de salud, incluso al combustible.

De hecho, un bebé que estaba en incubadora murió cuando se cortó la electricidad en el hospital por falta de combustible para los generadores.[related_articles]

La interrupción de los programas de vacunación aumentó el riesgo de que aparezcan enfermedades evitables como la poliomielitis y la rubeola. Según el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, muere un niño cada 10 minutos en Yemen por enfermedades evitables.

A pesar de la grave situación, solo se reunió 15 por ciento de los fondos necesarios para el plan de respuesta humanitaria para Yemen.

En este contexto, Watchlist y Save the Children le pidieron a todas las partes en conflicto que respetaran el derecho humanitario internacional y dejaran de atacar las instalaciones médicas, y además que permitieran el acceso irrestricto a la asistencia y cooperaran con las investigaciones sobre los ataques.

Las organizaciones también urgieron al secretario general António Guterres a incluir a la coalición encabezada por Arabia Saudita en la lista de responsables de ataques contra hospitales y de graves violaciones a los derechos de los niños en conflicto en su informe anual sobre la situación de los menores en ese contexto particular.

Así lo hizo el ex secretario general Ban Ki-moon (2007-2016) En 2016, aunque después la retiró por presiones de Arabia Saudita. Pero no tiene por qué pasar eso este año, opinó Monaghan.

“Tenemos esperanzas de que el nuevo secretario general use sus primeros meses en el cargo para dejar bien claro que protegerá su mandato y atribuirá responsabilidades”, añadió.

El secretario general adjunto y coordinador de la asistencia de emergencia, el británico Stephen O’Brien, consideró la crisis humanitaria en Yemen como “una de las peores del mundo”.

De hecho, ese país está a punto de declarar una hambruna con 14 millones de personas que sufren inseguridad alimentaria. Además, alrededor de 70 por ciento de la población necesita alguna forma de asistencia humanitaria.

Traducido por Verónica Firme

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