Barbados y sus vecinos del Caribe siguen impulsando la agenda climática y defendiendo a las energías renovables a pesar de la nueva posición de Estados Unidos en la materia.
Así lo dejó claro el ministro de Ambiente de Barbados, Denis Lowe, tras las declaraciones del presidente estadounidense Donald Trump de que el cambio climático es un “engaño” y su consiguiente impulso a la industria del carbón y el decreto para relanzar el oleoducto Dakota Access.
“Llegó el momento”, remarcó Lowe.[pullquote]3[/pullquote]
“El presidente de Estados Unidos definió que el cambio climático es un engaño y que cualquier concepto en torno al mismo es una falsa creencia y que no hay una clara justificación de que el fenómeno llamado cambio climático exista”, recordó.
Pero mientras Trump “desacreditaba” la legitimidad del cambio climático, 2016 se convertía en el año con la temperatura oceánica más cálida.
“El impacto del calentamiento acelerado de la Tierra, según ambientalistas estadounidenses, está en la costa de Michigan, en el lago Michigan. Hay pruebas de que las consecuencias del cambio climático afectan a todo el litoral, incluida la erosión de las playas a lo largo de la costa de Ilinois. Esos son los hechos registrados”, precisó.
Lowe alertó sobre que la nueva posición de Estados Unidos representa “malas noticias” para el Caribe. Y la postura actual podría significar una reducción de los fondos de ese país al sistema de la Organización de las Naciones Unidas, el principal impulsor de la lucha contra el recalentamiento de la Tierra, alertó.
“Instituciones como la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático y el Fondo Verde para el Clima sufrirán el impacto. El Fondo de Adaptación se verá afectado, así como todas las otras actividades que dependen de los recursos donados por Estados Unidos», señaló.
Lowe subrayó que esta región no puede permitirse “quedar encerrada” por lo que podría pasar o no en relación con los fondos internacionales, y aseguró que su Ministerio y el gobierno seguirán explorando formas de financiar la recuperación costera y los programas de energía verde.
“Estamos listos para hacer lo que sea necesario. Nuestro Ministerio sigue trabajando con nuestros socios para explorar formas de seguir impulsando nuestra agenda climática”, indicó Lowe.
“Le pedimos a los barbadenses de distintos ámbitos que nos ayudaran a adoptar y practicar hábitos que reducirán el impacto del cambio climático pues tiene que ver con el suministro de agua, nuestros esfuerzos de conservación y nuestros esfuerzos de preservación de nuestro entorno alrededor de la isla”, indicó.
De hecho, la columnista de Nueva York, Rebecca Theodore, especializada en cambio climático y energía renovable en el Caribe, dijo que el intento de Trump de revitalizar la industria del carbón en Estados Unidos requerirá más que solo la política dictada por Washington para concretarse.
“Primero, las fuentes de energía renovable como la eólica y la solar son mucho más viables económicamente que el carbón. La demanda de empleo en el sector aumenta, mientras que la del carbón disminuye rápidamente”, dijo Theodore a IPS.
“Segundo, no se pueden ignorar los argumentos morales y las fuerzas del mercado con los que la producción de carbón como fuente de energía se entrelazan. Las emisiones de carbono liberadas por las plantas de carbón son la principal causa de muerte en muchas partes y seguirán siendo un peligro para la salud pública”, prosiguió.[related_articles]
“Tercero, si la Planta de Energía Limpia logra sus objetivos de reducir las emisiones de dióxido de carbono, tendrá que haber una reducción del consumo de carbón”, añadió Theodore.
También señaló que la contaminación de carbón derivada de las centrales eléctricas es la principal causa del cambio climático.
“Si Estados Unidos va a seguir la lucha en el marco de los esfuerzos globales para hacer frente al cambio climático, entonces el objetivo debe concentrarse en el gas natural barato y en la instalación de plantas de energías renovables”, dijo Theodore a IPS.
“Deben de haber opciones para invertir en energías renovables, gas natural y en abandonar las centrales a carbón”, precisó.
A principios de este año, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) dijo que una parte significativa de los 13.000 millones de dólares que prestará este año se destinarán a la agricultura, el cambio climático y las energías renovables.
El director ejecutivo del BID, Jerry Butler, aseguró que las energías renovables siempre fueron un asunto de interés para la institución.
“Vamos a prestar 13.000 millones de dólares, de los cuales destinaremos 30 por ciento al cambio climático, la agricultura y la energía renovable. De hecho, 20 por ciento de ese monto se destinará al continente americano”, indicó Butler.
“Estamos poniendo el dinero donde dijimos que lo haríamos en lo que se refiere a nuestro papel como socio de la Comunidad del Caribe y como socio de las otras entidades que trabajan con nosotros”, arguyó.
Al subrayar el compromiso del BID con la región, Butler precisó que a pesar de que los estados del Caribe oriental no son miembros del banco, a través de préstamos al Banco de Desarrollo del Caribe, los países de esa zona no quedan afuera.
“Por ejemplo, de los más de 80 millones de dólares destinados a la exploración geotérmica, Granada será el primer beneficiario en el Caribe oriental”, apuntó.
“Y nuestro enfoque en el Caribe no cesa, ya sea con programas de financiación inteligente en Barbados, de energía renovable y eficiencia energética en Jamaica o con programas que se conecten o no a la red eléctrica en Guyana, tratamos de hacer todo lo posible para aportar recursos, tecnología, inteligencia y al mismo tiempo las mejores prácticas a todo lo que hacemos en materia de energías renovables”, aseguró.
Butler dijo que el BID cree que la sostenibilidad, la competitividad y la posible creación de empleo en el Caribe pueden destrabarse “si nos concentramos en abandonar la dependencia en los combustibles extranjeros” y nos abocamos a “la producción de su propio tipo de energía autóctona”.
Traducido por Verónica Firme