Un bracero corta caña en la Central Izalco, un ingenio azucarero situado en el municipio de Santigo Nonualco, en el central departamento de La Paz, en El Salvador. Activistas, campesinos y líderes comunitarios acusan a la agroindustria del azúcar de que sus plantaciones irrespetan el ambiente y afectan los recursos naturales y las comunidades. Crédito: Francisco Campos/IPS

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