Denis, un empleado bancario de Uganda, suele tomar todos los días un minibús al trabajo en Kampala, que recorre repleto de pasajeros las calles congestionadas y llenas de baches de la capital.
Pero hace unas semanas optó por otra alternativa cuando se subió al tren de pasajeros de la ciudad, que volvió a funcionar por primera vez en 20 años.[pullquote]3[/pullquote]
«Es seguro, es mejor que la carretera y creo que es accesible», expresó Denis, de 38 años, cuando bajó en la estación central de Kampala después de un viaje de aproximadamente 40 minutos desde Namboole, a unos 10 kilómetros de la capital.
«Fue conveniente», observó el pasajero, ya que normalmente en el minibús paga al menos 61 centavos de dólar, «dependiendo del tráfico», pero el viaje en tren le costó solo 45 centavos.
Era el tercer día de funcionamiento del tren, que es una obra producto de la asociación de Uganda Railways Corporation (URC), la Autoridad de la Ciudad Capital de Kampala (KCCA) y Rift Valley Railways (RVR).
África oriental es conocida por algunos de sus servicios ferroviarios, como el famoso Lunático Express, que se extiende entre Nairobi y Mombasa en Kenia, con un servicio nocturno que llega a la localidad de Kisumu, en el lago Victoria, y la línea de 1.860 kilómetros entre Tanzania y Zambia, que cuando se construyó en la década de 1970 fue el mayor proyecto de ayuda extranjera realizado por China.
Pero África “en general aún tiene que explotar todo el potencial que le ofrece el transporte ferroviario», declaró Sammy Gachuhi, gerente de RVR, a IPS.
«África tiene menos de siete por ciento del total mundial de las vías del ferrocarril construidas y en uso. De esa cifra, un cuarto se encuentra en Sudáfrica», indicó.
No obstante, Gachuhi destacó la importancia que tiene el ferrocarril en el continente dado que «la red vial de África está muy mal conservada, lo que significa que los camiones están limitados en cuanto a los pesos que pueden transportar y lugares a los que pueden llegar”.
«África es un continente donde la mayoría de los bienes transportados son materias primas pesadas, y solo el ferrocarril tiene la capacidad de llevarlas», sostuvo.
Además de que el tren cuesta menos en las distancias más largas, la congestión en las calles de Kampala, en especial en el centro, es un problema desde hace tiempo, lo que lleva a muchos a depender de los “boda bodas”, mototaxis que serpentean rápidamente en el tránsito, pero que pueden ser «la muerte sobre ruedas”.
El informe de la policía sobre seguridad en el tránsito revela que en 2013 hubo 2.616 accidentes mortales con participación de vehículos en Uganda.
«Esperamos que el servicio reciba tantos viajeros como sea posible con el fin de descongestionar la ciudad del tránsito vial, que se convirtió en un problema importante», observó Gachuhi.
En el pasado, cuando los trenes estaban en funcionamiento transportaban «carga, ganado y pasajeros – escolares y empresarios», además de espectadores de partidos de fútbol, según Stephen Wakasenza, el gerente de URC.
Patrick Paul Oyulu, de 48 años y trabajador humanitario, recordó un viaje que duró tres días de Kampala a Pakwach, en el norte de Uganda, a principios de 1980, en “trenes de pasajeros completamente funcionales con vagones de clase económica y de negocios», que incluían baños.
«Mucha gente utilizaba el tren para su vida cotidiana y llevaban sus granos. Así se facilitaba el comercio”, señaló. Algunos lugareños llevaban gallinas y cabras a bordo. En cada estación, vendedores de alimentos se precipitaban a las ventanas para ofrecer caña de azúcar, yuca, papas, maní y pescado, recordó Oyulu.
«Los trenes de pasajeros… de Kampala a Kasese funcionaron durante la mayor parte de los años 80, hasta que llegó la privatización», explicó.
En todo el mundo los trenes de pasajeros son «costosos como un bien público, por lo que el gobierno suspendió los servicios», dijo Wakasenza.
«Antes de este nuevo arreglo, la Rift Valley Railway Uganda Limited ofrecía servicios ferroviarios de transporte de mercancías exclusivamente, en virtud de una concesión de 25 años que se encuentra actualmente en su octavo año», precisó.
El nuevo servicio de Kampala, que se inauguró el 7 de diciembre, conectará a Kampala con cuatro estaciones más, y ofrecerá cuatro viajes diarios de lunes a viernes. Cada boleto, vendido por URC, cuesta 45 centavos y el viaje lleva unos 40 minutos.
«Durante la hora pico, la misma distancia que estamos poniendo a prueba puede llevar hasta dos horas en coche», aseguró Wakasenza.[related_articles]
Calificó al proyecto de «bien público social» ya que no solo «reducirá el costo de hacer negocios” sino que ya generó 38 puestos de trabajo directos.
El servicio de pasajeros se ejecutará como un plan piloto de un año.
«Al final de este período, vamos a tener mucho más conocimiento y estadísticas sobre cómo y cuándo es mejor utilizarlo», explicó Gachuhi.
En el primer día, Wakasenza dijo que viajaron «cerca de 100 pasajeros», incluidos padres que llevaban a sus niños solo «para pasear”.
«Teniendo en cuenta el potencial (del tren) no es bueno, porque un vagón – hay cinco en total – puede llevar hasta 200 personas. Así que es algo que deberá adoptarse con el tiempo… con más publicidad y la coordinación con las autoridades locales», afirmó.
Pero dos días más tarde, cuando estaba lloviendo, la gente reclamaba más servicios y la cantidad de viajeros había aumentado, aseguró Rosie Isone, de la policía ferroviaria de Uganda.
A mediados de diciembre se informó que China y Uganda firmaron un acuerdo por 440 millones de dólares para un proyecto de tren ligero que cubrirá un trayecto de 240 kilómetros entre Kampala y los distritos vecinos.
Gachuhi expresó que en comparación con sus vecinos Uganda está «más o menos a la par» en lo que respecta al tren.
«Es verdad que Kenia avanzó un poco ahora que ya comenzó la construcción del tren Standard Gauge Railway (SGR), de Mombasa a Nairobi,» dijo.
«Sin embargo, este es un proyecto regional que, con el tiempo, se extenderá a Uganda, donde ya se completaron los estudios de factibilidad», añadió. El SGR es un proyecto que costará 3.200 millones de dólares y vinculará al país a Sudán del Sur, el mayor socio comercial de Uganda.
Traducido por Álvaro Queiruga