La crisis de refugiados del mundo, provocada principalmente por los conflictos armados y las persecuciones, seguirá siendo uno de los mayores problemas que enfrentará la Organización de las Naciones Unidas (ONU) el próximo año.
Casi un millón de refugiados y migrantes cruzaron el mar Mediterráneo en lo que va de 2015, por lo que es probable que el año supere la marca anterior de desplazamiento por la fuerza, señaló el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) en un informe publicado el viernes 18.[pullquote]3[/pullquote]
Pero 2016 podría ser peor si la guerra civil en Siria no amaina y surgen nuevos focos de tensión política, sobre todo en África y Medio Oriente, añade.
«A medida que nos adentramos en 2016, el mundo tiene que aspirar a un nuevo pacto mundial sobre la movilidad humana. Demonizar y poner a estas personas como chivos expiatorios basados en su religión, etnia o país de origen no tiene lugar en el siglo XXI», declaró el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon.
La ONU solicitó la asombrosa cifra de 20.000 millones de dólares en fondos para satisfacer las necesidades humanitarias del próximo año, cinco veces más que hace una década.
Los donantes han sido sumamente generosos, «pero probablemente comencemos 2016 con un déficit de financiación que supere 10.000 millones de dólares, el mayor de la historia”, aseguró Ban.
Los fondos se necesitan en gran medida para la alimentación, la vivienda y la atención médica de millones de refugiados que huyen de las zonas en conflicto, entre ellas Afganistán, Iraq, Libia y Siria.
Pero la devastadora guerra en Siria, que cumplirá cinco años en marzo, es considerada «el principal motor de este mar de humanidad en movimiento”.
Según la ONU, alrededor de 60 millones de personas se quedaron sin hogar como consecuencia de los conflictos armados, la inestabilidad y la persecución, y más de 125 millones de personas necesitarán ayuda humanitaria en 2016.
La meta de los 20.000 millones de dólares para 2016 parece fenomenal en comparación con el presupuesto ordinario de la ONU, de 5.570 millones de dólares para 2016-2017, y el presupuesto destinado al mantenimiento de la paz, de 8.200 millones de dólares para 2015-2016.
Dado que se prevé que la crisis continúe en 2016, se espera que la reunión de la Cumbre Humanitaria Mundial, a celebrarse en mayo en Estambul, sea «un momento fundamental para abordar los problemas de financiación sistémicos y acordar medidas concretas para prepararse mejor y responder a las crisis”.
El estudio de Acnur, titulado «Tendencias globales del primer semestre de 2015», señala que el número de refugiados, que hace un año ascendía a 19,5 millones en todo el mundo, llegó a 20,2 millones este año, superando la marca de 20 millones por primera vez desde 1992.
Las solicitudes de asilo ascendieron 78 por ciento (a 993.600) en comparación con el mismo período en 2014. Y el número de personas desplazadas en sus propios países aumentó aproximadamente dos millones, a un total estimado de 34 millones.
Las presiones sobre los países de acogida también están creciendo, algo que si no se controla puede fomentar el resentimiento y la politización de los refugiados, según el estudio.
A pesar de estos riesgos, el primer semestre de 2015 se caracterizó también por una generosidad extraordinaria. En términos absolutos, y contando los refugiados que están bajo el mandato del Acnur – los palestinos le corresponden a la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo – Turquía es el país que tiene más cantidad de refugiados, con 1,84 millones de personas en su territorio.
Por su parte, Líbano recibió a más refugiados en relación con el tamaño de su población que cualquier otro país, con 209 refugiados cada 1.000 habitantes.
En general, la mayor parte de la responsabilidad mundial en la recepción de los refugiados sigue recayendo sobre los países limítrofes de las zonas en conflicto, muchas de ellas en el Sur en desarrollo.
La cantidad de personas que llegan en barco a Europa por el mar Mediterráneo solo se refleja parcialmente en el informe, principalmente porque las llegadas se intensificaron recién en la segunda mitad de 2015 y fuera del período cubierto por el informe.[related_articles]
No obstante, en los primeros seis meses del año, Alemania fue el mayor receptor mundial de nuevas solicitudes de asilo, con 159.000, cerca del total de 2014. El segundo mayor receptor fue Rusia, con 100.000 demandas, principalmente de personas que huyeron del conflicto en Ucrania, según el informe.
En una reunión de alto nivel que conmemora el décimo aniversario del Fondo Central de Respuesta a las Emergencias (CERF) de la ONU, el secretario general dijo que el fondo fue un gran avance en la prestación de financiación rápida y predecible para la acción temprana en los momentos de crisis mundial.
En la última década, el Fondo fue un componente esencial de la respuesta humanitaria de la ONU y mejoró la credibilidad del foro mundial, agregó.
Entre los puntos fuertes del CERF están su flexibilidad y velocidad. Los recursos del fondo no están reservados para países o crisis específicas, pero se pueden implementar rápidamente allí donde las necesidades sean mayores.
«Ya sea que una crisis sea repentina o prolongada, si está en las noticias o no, los fondos del CERF se asignan exclusivamente sobre la base de la necesidad», destacó Ban.
Once 11 horas después del terremoto en Haití ya había camiones descargando la ayuda de salvamento destinada a ese país. Y dentro de las 48 horas del reciente terremoto de Nepal también las personas damnificadas estaban recibiendo asistencia vital oportuna, afirmó.
Desde 2011, el CERF destinó más de 200 millones de dólares a los esfuerzos humanitarios en Siria y los países vecinos.
Actualmente, el Fondo es uno de los primeros y mayores apoyos en materia de respuesta temprana en países como Etiopía, Honduras y Malawi, afectados por el fenómeno de El Niño, que es uno de los más fuertes en décadas.
El mundo ha cambiado radicalmente en la última década. Pero a pesar de la generosidad de los donantes, la brecha entre las necesidades humanitarias y los recursos disponibles para satisfacerlas crece cada año, concluyó el secretario general.
Traducido por Álvaro Queiruga