Asia sudoriental quiere hacer negocios haciendo el bien

Al sector empresarial también le debe preocupar la calidad de vida. Crédito: S Li.
Al sector empresarial también le debe preocupar la calidad de vida. Crédito: S Li.

Cuando su padre regresó a pagar los 47 centavos que le había quedado debiendo a un vendedor en un puesto de comida, Anis Yusal Yusoff, entonces de nueve años y hoy presidente del Instituto Malasio de Integridad, aprendió qué significa aplicar los valores personales.

«Para mí, eso era tener integridad», afirmó Yusoff en el Foro de Prácticas Empresariales Responsables que la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (Asean) celebró esta semana en Kuala Lumpur.[pullquote]3[/pullquote]

La integridad debe enseñarse temprano en la vida para que se traslade a la edad adulta, y sobre todo cuando una persona se incorpora al mundo empresarial, agregó.

Un paseo en un parque público, por ejemplo, puede enseñarle a un niño a no tirar basura ni arrancar flores porque el parque nos pertenece a todos y debe ser cuidado por quienes lo utilizan, comentó Yusoff.

Cosas tan sencillas como esas pueden parecer lejanas a la gente del mundo de las negociaciones comerciales, los dividendos y los márgenes de ganancia. Pero hacer el bien y la práctica de la integridad a la hora de hacer negocios fueron temas que se reiteraron en el foro concluido el jueves 29 y organizado por la red Asean RSE de Singapur.

El propósito de la conferencia era extender las prácticas empresariales responsables entre el sector público, el privado y la sociedad civil ahora que la integración económica entre los 10 países miembros de la Asean se profundizará con la conformación de la Comunidad Económica que los vinculará a partir de diciembre de este año.

Con la asistencia de 250 participantes de gobiernos, la sociedad civil, sindicatos, el mundo académico y empresarial, el foro analizó la práctica responsable de los negocios en la agricultura, el respeto de los derechos humanos, la dignidad en el lugar de trabajo y el camino hacia una comunidad empresarial sin corrupción en la Asean.

«Las empresas son reconocidas como el motor del crecimiento económico y la erradicación de la pobreza», aseguró Yanti Triwadiantini, presidenta de la Red de Asean CSR. «El foro puede ofrecer respuestas al ayudar a transformar las empresas de meras entidades con fines de lucro a agentes de cambio para el desarrollo responsable y sostenible», destacó.

Como agentes de cambio que participan en la mejora de las sociedades en las que realizan negocios, las empresas tienen un papel activo al asegurar un desarrollo equitativo, inclusivo y sostenible, afirmaron los oradores en el foro.

Una compañía puede ser buena si tiene gente buena que la dirige, sostuvo Lim Wee Chai, presidente de Top Glove Corp, una fabricante de guantes de goma.

«Generamos conciencia en la fuerza laboral sobre cómo ser bueno en el ejercicio de la actividad – que abarca desde recoger la basura a diario hasta usar una insignia contra la corrupción», indicó.

«Impulsamos a nuestra gente a hacer el bien. Los educamos», dijo en el foro. Pero en el mundo de la Asean, sus gobiernos y organizaciones asociadas, “no alcanza con que uno solo sea bueno, asegúrese de que sus países vecinos también estén haciendo el bien», exhortó.

Yanti destacó la necesidad de que el sector privado participe en la definición de las prácticas empresariales responsables y adhiera a estos valores, en el contexto del impulso que adquirirá la integración económica con el lanzamiento de la Comunidad Económica de la Asean en diciembre.

La Comunidad Económica se presentará oficialmente en la 27 cumbre de jefes de Estado y de gobierno de Asean, que se celebrará en noviembre en la capital de Malasia, y representará la evolución de la principal agrupación regional del sudeste de Asia a una comunidad de más de 600 millones de personas en términos económicos, socioculturales y políticos.

Si se tratara de una sola economía, la Asean sería la séptima del mundo, con un producto interno bruto combinado de 2,4 billones de dólares en 2013. «2015 es un año clave para la Asean», observó Yanti.[related_articles]

Al mismo tiempo, la empresaria pidió a los participantes que fueran conscientes de la necesidad de reducir la brecha de desarrollo que existe entre los países más ricos y los más pobres, así como la existente dentro de sus territorios, al asegurar la protección de la población más vulnerable, como los niños, las mujeres y los trabajadores migrantes.

«Muchos de los problemas que enfrentamos hoy en día los causan empresas irresponsables que se aprovechan de las condiciones imperantes para ganar el máximo beneficio a costa de la gente y el medio ambiente», denunció.

“La neblina actual (es) un ejemplo primordial de ese fenómeno», agregó, en referencia a cómo el afán de lucro llevó a los propietarios de plantaciones y empresas con concesiones en Indonesia a aplicar prácticas de quema que contaminan el aire de varios países del sudeste Asia y provocan tensiones regionales. El humo generado por esta práctica este año ha sido el peor desde 1997.

La corrupción, una preocupación de muchos ciudadanos de la Asean y un tema delicado entre los gobiernos, también animó el debate.

«A menudo, la corrupción se produce cuando el gobierno realiza negocios con el sector privado», explicó Francesco Checchi, asesor para el sudeste de Asia y el Pacífico de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito.

Mecanismos internacionales como la Convención de las Naciones Unidas contra la Corrupción podrían ser una guía no solo para eliminar la corrupción, sino para prevenirla en los negocios, agregó.

El invitado de honor del foro, el senador Paul Low Seng Kuan, ministro de Gobernanza e Integridad del departamento del primer ministro de Malasia, declaró que hay «empresas que se asocian con instituciones políticas corruptas”.

«La corrupción ha erosionado la integridad de casi todas las instituciones», sostuvo José Cortez, director ejecutivo de la organización filipina Iniciativa Integridad.

En Filipinas se generó un movimiento por el cual las instituciones intentan recuperar la confianza popular mediante la firma de «promesas de iniciativas de integridad» que las compromete a aplicar la transparencia y la honestidad en sus negocios, explicó.

«Si la transparencia es frecuente en la cultura de una empresa, entonces es más fácil detectar las prácticas de corrupción», añadió Cortez.

Este artículo integra la serie «Reportajes sobre Asean: 2015 y más allá”, de IPS Asia-Pacífico y Probe Media Foundation Inc.

Traducido por Álvaro Queiruga

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