Los refugiados palestinos en Siria, Líbano, Gaza y Cisjordania se quedarían sin servicios esenciales debido a la grave crisis financiera que atraviesa la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA, en inglés), a menos que ingresen fondos nuevos antes de finalizar septiembre.
«Tenemos un déficit de 101 millones de dólares y, como están las cosas ahora, la UNRWA tendrá que luchar para funcionar después de septiembre porque no tenemos suficiente dinero para financiar ni siquiera nuestras actividades esenciales en los últimos meses del año”, declaró el portavoz de la agencia, Chris Gunness, en entrevista con IPS.[pullquote]3[/pullquote]
«No obstante, tras haber adoptado una serie de estrictas medidas de austeridad, deberíamos ser capaces de continuar con los servicios de emergencia, que salvan vidas, hasta fin de año», agregó.
Debido a la crisis financiera, los contratos de 35 por ciento de los 137 funcionarios internacionales contratados por la UNRWA cesarán el 30 de septiembre sin prórroga ni renovación.
La organización tomó esa medida para reducir sus costos y, al mismo tiempo, tratar de no recortar los servicios básicos a los refugiados palestinos en Siria, Líbano, Gaza y Cisjordania.
La «UNRWA atraviesa crisis financieras en todos los frentes. En términos generales, tenemos dos fuentes de financiación», explicó Gunness a IPS.
«Tenemos nuestro fondo general que financia nuestros servicios básicos como la educación, la asistencia sanitaria y los servicios sociales. Luego tenemos nuestros fondos de emergencia, que son para Gaza y Cisjordania porque hay un bloqueo y una ocupación, respectivamente”, señaló.
«También lidiamos con más de 400.000 personas desplazadas en Siria, los 45.000 refugiados que huyeron a Líbano y los 15.000 que escaparon por la frontera hacia Jordania», añadió el portavoz.
Tras la devastadora campaña militar de Israel contra Gaza en julio y agosto de 2014, la UNRWA lanzó una iniciativa de reconstrucción, por valor de 720 millones de dólares, en la conferencia internacional de donantes para recaudar fondos con ese fin, celebrada en El Cairo en octubre.
Parte del dinero se destinó a subsidios de alquiler para los gazatíes cuyas viviendas quedaron inhabitables por los daños que sufrieron, y otra parte se asignó a la reconstrucción.
«En febrero de este año tuvimos que suspender ese programa porque había un déficit de 585 millones de dólares. Debido al déficit ni una sola casa en Gaza fue reconstruida, por lo que hay una verdadera crisis en lo que respecta a la reconstrucción», afirmó Gunness.
En 2014 la UNRWA pidió 417 millones de dólares para Siria, pero solo recibió 52 por ciento de ese dinero. El déficit obligó a la organización a reducir a la mitad sus seis programas de distribución de dinero.
La distribución de efectivo se convirtió en uno de los principales programas de emergencia de la UNRWA en Siria, ya que numerosas instalaciones de la ONU fueron bombardeadas y destruidas en la guerra civil que se libra en ese país, lo que paralizó sus medios normales de asistencia a los refugiados.
Con el dinero recibido para Siria, la UNRWA solo pudo repartir un promedio de 50 centavos de dólar por refugiado por día.
«Imagínese tratando de sobrevivir con 50 centavos de dólar al día. Es casi imposible y aunque nuestros donantes fueron muy generosos, no han sido lo suficiente”, reclamó Gunness.[related_articles]
En Líbano, los refugiados palestinos de Siria dependen de la UNRWA para diversas cosas, incluidos los subsidios de alquiler para acceder a la vivienda.
«Estábamos entregando un subsidio de alquiler mensual de 100 dólares. Con eso se consigue muy poco en Líbano, que es un país caro», aseguró Gunness.
«La última vez que estuve en Líbano visité a una familia de refugiados palestinos en la pobreza del campamento de Shatila, en Beirut. Pagaban 200 dólares al mes para vivir en una habitación de 20 pies por 20 pies (6 por 6 metros), con un baño y una cocina diminutos”, relató.
«El subsidio se recortó a fines de junio y sospecho que la familia ahora está viviendo en la calle. Esa es la realidad de la crisis… para una sola familia de refugiados de Siria que se quedó sin hogar”, expresó.
«Y esa es una sola de las historias relacionadas con los fondos de emergencia que recibe la UNRWA», subrayó Gunness.
«En relación a la parte general de nuestro financiación, lo que vemos en los últimos años es un aumento gradual del déficit estructural de nuestro fondo general, que provocó el déficit actual de 101 millones de dólares», destacó.
Los gastos de funcionamiento de la UNRWA ascienden a 35 millones de dólares mensuales. Eso incluye a los salarios de 30.000 miembros del personal, de los cuales 22.000 son maestros y profesores, y la distribución de artículos de primera necesidad, como los alimentos.
«Así que, salvo que alguien intervenga para aliviar la crisis, quizá sea necesario tomar decisiones aún más duras en las próximas semanas, y serán los refugiados inocentes los que volverán a sufrir», advirtió Gunness.
Editado por Phil Harris / Traducido por Álvaro Queiruga