El embajador de Palestina ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Riyad Mansour, envió una carta al Consejo de Seguridad exigiendo que se tomen medidas contra Israel por el abuso que reciben niños palestinos detenidos por las fuerzas de seguridad israelíes.
«Cada día y de innumerables maneras, los niños palestinos son víctimas de violaciones a los derechos humanos de parte de los israelíes. Ningún niño es considerado demasiado pequeño para salvarse de la represión aplicada por las fuerzas de ocupación y los colonos extremistas israelíes», escribió Mansour.[pullquote]3[/pullquote]
«Estos crímenes cometidos contra nuestros niños son intolerables e inaceptables», subrayó.
La carta fue enviada el 1 de este mes luego de que un niño de nueve años, Ahmad Zaatari, de la localidad de Wadi Joz, en Jerusalén oriental, fuera detenido por la policía de Israel durante ocho horas en la noche del 28 de abril, cuando supuestamente él y su hermano Muhammad Zaatari, de 12 años, arrojaron piedras a un autobús israelí.
Las denuncias del maltrato que reciben los niños palestinos mientras se encuentran detenidos en unidades policiales o militares israelíes en Jerusalén oriental y la Cisjordania ocupada no son nuevas.
«El maltrato de los niños que entran en contacto con el sistema de detención militar parece ser generalizado, sistemático e institucionalizado en todo el proceso», concluyó el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) en un informe de 2013 que recomendó la adopción de 38 cambios, luego de consultar a las autoridades israelíes.
Sin embargo, en febrero de 2015, un nuevo informe de Unicef sobre los avances realizados en la aplicación de las 38 recomendaciones encontró que «las denuncias de presuntos malos tratos a los niños durante su arresto, traslado, interrogatorio y detención no disminuyeron significativamente en 2013 y 2014».
En otro informe, este de abril de 2015, la organización de derechos humanos Military Court Watch (MCW), que vigila el tratamiento que reciben los niños palestinos en las unidades israelíes de detención militar, denunció que «al menos 87 por ciento de las recomendaciones de Unicef carecen de aplicación efectiva y el maltrato recibido por los niños que entran en contacto con este sistema sigue siendo ‘generalizado, sistemático e institucionalizado’».
«Los niños palestinos son tratados con la misma falta de piedad que los adultos. Lo más preocupante son las palizas brutales, otras formas de tortura y el aislamiento prolongado» a los que son sometidos, según destacó la organización de derechos humanos Defensa de los Niños Internacional Palestina (DCIP).
DCIP señala que, a diferencia de lo que sucede con los judíos, los padres palestinos no pueden acompañar a sus hijos cuando son interrogados, y hay casos de niños menores de 12 años que llegan a los centros de interrogatorio encadenados, con los ojos vendados y sin dormir.
La mayoría experimenta abusos físicos equiparables a la tortura antes, durante y después del interrogatorio, y «casi todos los niños confiesan, independientemente de la culpa, para detener el abuso», destacó DCIP. Con frecuencia se les obliga a firmar confesiones en hebreo, idioma que no comprenden ni saben leer, añadió la organización.
«Las similitudes en la situación de Jerusalén oriental y Cisjordania existen debido a las inevitables tensiones que surgen debido a la ocupación militar prolongada”, expresó Gerard Horton, de MCW, en diálogo con IPS.
«Se puede modificar el sistema tanto como se desee, pero a menos que se aborden las causas subyacentes, la situación seguirá siendo la misma”, advirtió.
«La mayoría de los niños palestinos son detenidos cerca de los asentamientos israelíes en Jerusalén oriental y en Cisjordania. Si usted inserta 500.000 colonos en territorio ocupado y la tarea de las fuerzas de seguridad es protegerlos, eso desemboca inevitablemente en el terror de la población local», sostuvo Horton.
Mientras tanto, Israel fue sumamente criticado en un informe realizado por la comisión de investigación de incidentes sucedidos durante el conflicto en Gaza en julio y agosto de 2014, dado a conocer por el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, el 27 de abril.[related_articles]
La comisión de investigación llegó a la conclusión de que Israel es responsable de la muerte de 44 palestinos y de las heridas de 227 más, cuando llevó a cabo siete ataques contra seis sitios de la ONU en Gaza donde se habían refugiado civiles palestinos.
Ban declaró que los bombardeos fueron “de suma gravedad” y que “se les negó la esperanza y la confianza a quienes buscaron protección” en los refugios de la ONU.
Según Chris Gunness, portavoz de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo, la ONU proporcionó a las fuerzas israelíes la ubicación exacta de las instalaciones de la organización donde se refugiaban civiles.
«La investigación de la ONU encontró que, a pesar de las numerosas notificaciones al ejército israelí de las coordenadas de GPS de las escuelas, y de las numerosas notificaciones sobre la presencia de personas desplazadas, en los siete casos investigados… cuando nuestras escuelas o sus inmediaciones recibieron bombardeos directos, el bombardeo es atribuible a las FDI”, o Fuerzas de Defensa de Israel, explicó.
Sin embargo, el secretario general de la ONU también criticó a los grupos palestinos por poner en riesgo a las escuelas que servían de refugio al ocultar armas en algunas de ellas.
«Estoy consternado de que grupos armados palestinos arriesgaran las escuelas de la ONU al usarlas para esconder sus armas. Sin embargo, las tres escuelas donde se encontraron armas estaban vacías por entonces y no se estaban utilizando como refugios”, aclaró Ban.
Diplomáticos de Israel presionaron a la ONU para que no difundiera sus conclusiones hasta que las autoridades israelíes realizaran su propia investigación de las presuntas violaciones de derechos humanos. En septiembre de 2014 Israel comenzó a investigar cinco casos criminales, que incluyen casos de saqueos.
Más de 2.100 palestinos, la mayoría civiles, murieron durante el conflicto de Gaza en 2014. Del lado israelí, los cohetes y ataques de Hamás y otros grupos armados mataron a 67 soldados israelíes y seis civiles.
Editado por Phil Harris / Traducido por Álvaro Queiruga