«La vida perdió todo sentido para mí tras la muerte de mi hijo. Nunca voy a perdonar a quien haya provocado el desgarramiento de su pequeño cuerpo. Llamo a todos a quienes puedan ayudar y estar de nuestro lado para lograr justicia y castigar a los que mataron a mi hijo», dijo la palestina Sahar Baker.
Con el rostro bañado en lágrimas y con la voz cortada, la mujer recordó los últimos momentos de su hijo Ismail, muerto a los 10 años junto a tres de sus primos cuando cañoneras israelíes les dispararon mientras jugaban al fútbol en la playa durante los bombardeos de Israel contra Gaza en julio de 2014.[pullquote]3[/pullquote]
La justicia que ruega Sahar podría estar más próxima, ahora que el gobierno de Palestina se incorporará formalmente a la Corte Penal Internacional (CPI), que se ocupa de los crímenes de guerra, genocidio y lesa humanidad.
El presidente palestino, Mahmud Abbas, firmó el Estatuto de Roma, el tratado fundacional de la CPI, el último día de 2014, en un solemne acto en Ramallah, una vez que el Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) rechazó el intento palestino de fijar un plazo para que Israel cese la ocupación de los territorios que capturó en 1967.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, informó que los palestinos se incorporarán formalmente a la CPI el 1 de abril.
Mohamed Shtayeh, miembro del comité ejecutivo de la Organización para la Liberación de Palestina, dijo que ese día se presentará una primera queja contra Israel ante la CPI por los bombardeos israelíes contra Gaza en 2014 y la actividad en los asentamientos de colonos israelíes.
La integración palestina a la CPI «ofrece la oportunidad para plantear… el uso de la fuerza de Israel basada en la ocupación y los crímenes contra el pueblo y la tierra de Palestina, ya que antes no teníamos la capacidad de demandar a Israel”, declaró el ministro de Relaciones Exteriores palestino Riad Al-Malki, durante una visita a Brasil para asistir a la ceremonia de asunción de la presidenta Dilma Rousseff, a principios de enero.
La familia de Baker, que vive en un campamento junto a la playa en Gaza, espera que la adhesión palestina a la CPI allane el camino al procesamiento de gobernantes oficiales de las fuerzas armadas israelíes por los crímenes cometidos.
El primo de Sahar, Ahed Baker, padre de Zakaria, de 10 años, y abuelo de Ahed Atif, de 9, comparte su dolor y amargura. Aún busca la manera de llevar a juicio al ejército israelí por las muertes de su hijo y su nieto, los dos restantes de los cuatro primos que murieron en la playa.
Ahed le dijo a IPS que él y su familia harán todo lo posible para asegurarse de que su caso llegue a la CPI.
«No olvidaremos cómo mataron a sangre fría a nuestros niños sin motivo alguno. Esperamos que los comandantes del ejército israelí sean juzgados por la justicia internacional y que se los castigue por haberlos matado», subrayó Ahed.
Hace tiempo que los líderes palestinos emplean la carta de su adhesión a la CPI como una forma de presionar al gobierno israelí en su intento de consolidar al Estado palestino.
Sin embargo, aparte de sus beneficios políticos y jurídicos, esa adhesión trajo grave consecuencias para los palestinos.[related_articles]
Israel ya suspendió la transferencia a la Autoridad Palestina de fondos fiscales que se le adeudan. Ese dinero se destina generalmente a los salarios de los empleados públicos palestinos y a los gastos operativos del gobierno en Gaza y Cisjordania. La suspensión complica el funcionamiento gubernamental y socava al sector público en Palestina.
Israel también indicó que en breve tomará más medidas “punitivas” contra los palestinos como consecuencia de su adhesión a la CPI.
Varias organizaciones de la sociedad civil palestina, incluido el Centro Al Mezan por los Derechos Humanos, trabajan contrarreloj para reunir documentación sobre los numerosos casos de civiles que murieron a raíz de los bombardeos israelíes en 2014, para que la CPI investigue los crímenes de guerra en Gaza y responsabilice a Israel.
«Durante los largos años de ocupación, no ha habido equidad para las víctimas civiles y esto, según mi punto de vista, fue una razón clave por la que Israel libró tres guerras en menos de cinco años. De hecho, es debido a la ausencia de justicia y a la idea de que la ocupación es inmune a la rendición de cuentas», declaró Issam Younis, director del Centro Al Mezan.
«Recurrir a la CPI traerá justicia a las víctimas mediante la justicia internacional y asegurará que no se repitan los delitos de la ocupación” sin que los responsables respondan por sus actos, opinó.
Según los defensores de los derechos humanos palestinos, la adhesión a la CPI implica dos propósitos superpuestos. Para el pueblo, y especialmente el de Gaza, se abre una puerta importante a la consecución de la justicia y también ayuda a penalizar el aparato entero de la ocupación israelí y sus atrocidades.
Para los dirigentes palestinos, por otro lado, busca fortalecer la condición política, jurídica y diplomática de Palestina en el plano internacional y presionar a Israel para que acepte la creación de un Estado palestino independiente en las futuras negociaciones.
Lo que inspira a ambas metas es el deseo histórico de justicia y protección reales. Solo el tiempo dirá si la CPI podrá cumplir con ambas.
Editado por Phil Harris / Traducido por Álvaro Queiruga