El plan del gobierno de Jamaica para frenar la erosión de la famosa playa Negril, chocó con la oposición de algunos operadores del sector turístico, aquellos que el proyecto pretende proteger.
“Las escolleras no son lo que quieren los actores turísticos”, explicó Mary Veira, de Couples Resort, a IPS. “Esas estructuras sólidas causan más erosión de la que evitan”, arguyó.[pullquote]3[/pullquote]
Las obras comenzarán en marzo, pero los actores del sector turístico se resisten a la construcción de dos rompeolas, diseñados para proteger la playa y disminuir la continua erosión.
Su temor es que las sólidas estructuras socaven la capacidad de regeneración de la playa que actualmente ocurre de forma natural después de cada evento climático extremo, explicó Veira, quien forma parte de un grupo de empresarios hoteleros que se oponen a la construcción de la escollera.
El gobierno privilegia el estrecho “Seven Mile” (siete millas) en la costa de Negril en su proyecto de adaptación al cambio climático luego de que varios estudios indicaran que más de 55 metros de playa se habían erosionado en los últimos 40 años.
Esta meca del turismo local representa 25 por ciento del ingreso de un sector que concentra alrededor de la mitad de producto interno bruto de Jamaica.
También señaló que la estructura es significativamente diferente a la propuesta por la consultora Smith Warner International en 2008, a la que se le encargó el diseño de una solución similar.
Además, “los ingenieros a los que se encomendó la tarea no se especializan en costas”.
En un artículo publicado en mayo de 2014, Veira dijo estar preocupada porque “el ingeniero ambiental de la Agencia Nacional de Obras, Mark Richards, reconoció que era un proyecto enorme de defensa marítima que en realidad nunca se había hecho”.
Los empresarios temen que los bloques de piedra de los “grandes rompeolas de montículos de escombros” se quiebren y destruyan la edificación durante una fuerte tormenta. También temen que genere más daños al frágil ecosistema y el fondo marino quede inutilizado para hacer esnórquel, uno de los atractivos del lugar.
Tanto la Agencia Nacional de Planificación y Ambiente (Nepa, en inglés) como la Agencia Nacional de Obras sostienen que los temores son injustificados.
El gobierno acusa a Veira y a otros de llevar a cabo una campaña de desinformación para socavar la credibilidad del proyecto que dividió a la comunidad.
La construcción de las dos escolleras de 1,2 kilómetros es la continuación de un trabajo anterior para fortalecer la protección del ecosistema natural de las comunidades costeras al volver a plantar hierba marina y manglares en varias comunidades vulnerables, entre las que está Negril.
El gobierno declaró que la reconstrucción de la playa erosionada estaba fuera de discusión.
En mayo de 2014, la directora de ambiente de la agencia que implementa el proyecto, el Instituto de Planificación de Jamaica, Clare Bernard, dijo en una reunión de empresarios de Negril que 5,4 millones de dólares destinados a la construcción de rompeolas no podían usarse para la reconstrucción de la playa.
Cuando falta poco para el inicio de las obras, Sandals Resorts International dio su apoyo al plan gubernamental. La cadena hotelera comunicó su decisión el 13 de enero en una carta del director de administración y procesos empresariales, Wayne Cummings, publicada en el diario Jamaica Observer.
Sandals tiene tres propiedades en una de las áreas más afectadas de la costa, la playa Long Bay, también conocida como la playa de las siete millas, así como otra en la playa Bloody Bay. La compañía ha invertido en sus propias soluciones para proteger sus propiedades.
“Hagamos esta fase de corrección y comprometámonos a trabajar con el gobierno para iniciar la segunda fase para mantener la playa y que Negril recupere sus condiciones de distinción”, escribió Cummings.
El 23 de enero se reunieron quienes están a favor y en contra, en una iniciativa que las autoridades esperaban resolvieron el asunto de forma definitiva. Pero el enfrentamiento de ambas partes hizo que el proceso se estancara.
Otras propuestas para restaurar la playa se proponían una mejora general del ecosistema mediante un análisis de la sedimentación, estudios hidrológicos, arrecifes de coral artificiales y otros “enfoques con obras de ingeniera ligera para construir la resiliencia frente a desastres, puntualizó el gerente de planificación estratégica y políticas de la Nepa, Anthony McKenbzie, en una entrevista con IPS en 2012.
Las autoridades dijeron que los planes cambiaron, en parte debido a la presión de la comunidad. Y el Instituto de Planificación de Jamaica y otros organismos del Estado también se mostraron sorprendidos con el presunto cambio de posición de algunos operadores turísticos.[related_articles]
El 7 de enero, en una declaración del director general de la Nepa, Peter Knight, al Comité de Asignaciones y Administración Pública del parlamento, responsabiliza del enfrentamiento a la falta de “memoria institucional” y a un cambio de guardia en la dirección de varios grupos de interés, como la Cámara de Comercio de Negril.
Knight dijo que como medida de prevención, se contrató a un experto en mitigación de desastres para revisar los planes, con lo cual se demoró el inicio del proyecto seis meses respecto de la fecha prevista.
En tanto que expresidente de la Cámara de Comercio de Negril y de la Asociación de Turismo y Hoteles de Jamaica, Cummings imploró a la comunidad que se concentrara. Las soluciones del gobierno, puntualizó, proceden de su propio “estudio de causas y consecuencias” que subrayó la pérdida de los arrecifes por causas naturales y humanas.
Cummings aceptó los argumentos de que las obras perjudicarán al turismo durante la fase de construcción y pidió al gobierno ayuda en forma de disminución de impuestos para ayudar a mantener a las empresas.
“Los informes de los ingenieros sobre los que se modelaron los espigones propuestos solo tienen en cuenta la situación actual y no hacen referencia a los servicios del ecosistema que acumuló arena para las praderas, la playa y las dunas a lo largo de miles de años, es decir los arrecifes de coral”, explicó el biólogo marino Andrew Ross, quien comprende el malestar de quienes se oponen al proyecto del gobierno.
Ross, especializado en restauración de arrecifes coralinos, explicó: “Cualquier solución que apunte a la arena no puede ser más que una curita, en el mejor de los casos”.
Editado por Kitty Stapp / Traducido por Verónica Firme