Con la segunda barrera de coral más larga del mundo y la mayor de Hemisferio Occidental, Belice hace tiempo que es consciente de la necesidad de proteger sus recursos marinos, pues esos ecosistemas ofrecen trabajo en diferentes sectores, como la pesca y el de turismo, que son la base de la economía de este país centroamericano con costa caribeña.
Pero últimamente se registra un declive en la producción y en la exportación de bienes marinos, como cobo (caracol marino), langosta y peces varios, pese al crecimiento del turismo.[pullquote]3[/pullquote]
No ayuda la sobrepesca ni la cosecha de langostas y cobos inmaduros fuera de la temporada adecuada. Pero la principal razón de que baje su población en aguas de Belice, según especialistas locales, es la acidez de los océanos, que impide que esas variedades, que dependen de sus duras caparazones, sobrevivan, crezcan y maduren.
Según el director ejecutivo del Centro para el Cambio Climático de la Comunidad del Caribe (CCCCC), Kendrick Leslie, la acidificación es tan importante y nociva para la sostenibilidad de los arrecifes de coral y de los océanos, en general, como el recalentamiento de la atmósfera y otros factores que suelen asociarse al cambio climático.
El océano absorbe el dióxido de carbono liberados a la atmósfera por los gases de efecto invernadero y se transforma en ácido carbónico, que actúa con el calcio de las conchas de cobos y langostas para formar carbonato de calcio, que disuelve la caparazón y reduce la cantidad de animales.
Belice también padece el continuo blanqueo de los corales en zonas clave del arrecife en los últimos años.
Leslie también explicó a IPS que las actividades en tierra en Belice inciden en los problemas que registra en sus aguas jurisdiccionales. “Lo que ocurra en tierra terminará por llegar al mar a través de los ríos”, indicó.
Para hacer frente a los nuevos desafíos, es necesario realizar más investigaciones pertinentes con los últimos datos disponibles.
La Unión Europea (UE), por medio del Proyecto de Apoyo al Caribe de su iniciativa Alianza Global contra el Cambio Climático, entregó en septiembre al gobierno de este país, específicamente al Ministerio de Pesca, Silvicultura y Desarrollo Sostenible, un Sistema de Alerta Temprana para el Arrecife del Coral (Crews, en inglés).
La boya del Crews está ubicada en el cayo South Water, frente al distrito de Stann Creek, en el centro-sur de Belice.
Desarrollada por la Administración Nacional Atmosférica y Oceánica de Estados Unidos, fue adoptada por el CCCCC como eje de los esfuerzos para obtener datos fiables para la elaboración de estrategias de lucha contra el cambio climático.
El sistema Crews significa un salto tecnológico en la investigación sobre este fenómeno, indicó Leslie. La boya contiene varios instrumentos diseñados para medir las condiciones por encima y debajo de la superficie, y llevar un registro si aparece una amenaza.
Los datos recolectados sobre las condiciones atmosféricas y oceánicas, como la turbidez del agua, el nivel de dióxido de carbono y otros elementos dañinos, entre varias cosas más, se monitorean desde la oficina del CCCCC en Belmopán y se envían a científicos internacionales, quienes están bien capacitados para analizarlos.
La estación con el Crews del cayo South Water es una de las dos que hay en este país. La otra está en el Instituto de Investigación Ambiental de la Universidad de Belice, en el cayo Calabash, en las islas Turneffe.
También hay otras estaciones en Jamaica, Barbados, Trinidad y Tobago y República Dominicana, y se prevé instalar más en otras áreas clave de la región.
Según el director general del Instituto y Autoridad de Gestión de la Zona Costera, Vincent Gillet, ese es un ejemplo del trabajo necesario para mantener el área saludable y preservar los recursos para las futuras generaciones.[related_articles]
Una investigación divulgada al inicio de la Semana de la Consciencia Costera, en la ciudad de Belice, urge a generar mayor conciencia sobre las consecuencias del cambio climático, así como a sumar a los empresarios locales en las políticas para frenar los efectos de este fenómeno.
También hace varias recomendaciones, como dotar a la Autoridad con más peso legislativo, revisar la política de distribución de tierras y aumentar la participación de la gente.
“Tenemos que ser un poco más conscientes del cambio climático y sus consecuencias”, remarcó Gillett.
La Autoridad espera y tiene el apoyo del gobierno en términos de facilitación, aunque no sea exactamente con los necesarios recursos económicos, añadió.
La investigación estuvo a cargo de 30 científicos locales e internacionales que contribuyeron y redactaron el informe.
Al recibir el equipo de Crews, la directora general del Ministerio, Adele Catzim-Sanches, recordó que el cambio climático es un problema real y, a menos que se atienda, los beliceños estarían contribuyendo a su propia desaparición.
La embajadora de la UE en Belice, Paola Amadei, anunció que el bloque europeo podría estar en condiciones de ofrecer más ayuda cuando culminen las negociaciones en el marco la 21 Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático, que se realizará en París en 2015.
Leslie pide, además, otro equipo de monitoreo para medir el impacto de las actividades en tierra, como la minería y la búsqueda de materiales de construcción, así como la deforestación en el mar, donde van a parar, inevitablemente, los desechos.
Edited by Kitty Stapp / Traducido Verónica Firme