¿EEUU cumplirá sus promesas a la “nueva África”?

El presidente Barack Obama sube al escenario de un foro de negocios, en el marco de la Cumbre de Líderes de Estados Unidos y África que se celebró en Washington. Crédito: Foto oficial de la Casa Blanca por Pete Souza

Representantes gubernamentales y expertos del sector privado y de la sociedad civil analizan las oportunidades comerciales y los obstáculos que salieron a la luz tras la inédita Cumbre de Líderes de Estados Unidos y África, que se celebró en esta capital entre el lunes 4 y el miércoles 6.

El presidente estadounidense, Barack Obama, se refirió el martes 5 a los 17.000 millones de dólares prometidos para el desarrollo de las oportunidades de negocios en África y declaró su voluntad de que Estados Unidos sea un “buen» y “equitativo” socio a largo plazo” para el éxito del continente.

“No podemos perder de vista la nueva África que está surgiendo», declaró Obama ese día, cuando anunció las nuevas alianzas privadas, así como la reafirmación de su compromiso con la mejora de la infraestructura, la expansión del comercio y las oportunidades educativas para los jóvenes empresarios africanos.[pullquote]3[/pullquote]

Aunque los anuncios en su mayoría benefician directamente al sector privado de Estados Unidos, las organizaciones sin fines de lucro expresaron un entusiasmo similar acerca de la promesa que ofreció la reunión de un mayor compromiso económico con África.

La cumbre “ofreció la oportunidad para que Estados Unidos considere a África como una tierra de oportunidades», señaló Gregory Adams, director de eficacia de la ayuda en la sucursal estadounidense de la organización humanitaria Oxfam.

El encuentro también contribuyó a llevar las relaciones entre Estados Unidos y África “del patrocinio a la asociación», y facilitó intercambios “buenos” y “directos” entre los representantes de la sociedad civil de ambas partes, añadió en diálogo con IPS.

Sin embargo, Adams advirtió que no todas las voces africanas se escucharon durante los tres días de la cumbre, y que hace falta realizar una “distinción importante” entre los diversos intereses económicos de los africanos.

«Los líderes africanos piden la inversión de Estados Unidos, mientras los africanos de a pie reclaman puestos de trabajo… este desfasaje no se abordó del todo”, afirmó Adams. Agregó que el “enorme” crecimiento económico no se refleja necesariamente en la creación de empleos.

Más esfuerzos para escuchar

“Si es verdad que nos movemos del patrocinio a la asociación,… vamos a necesitar un esfuerzo más intenso para escuchar la diversidad de las voces africanas… y hacer más para relacionarnos con la sociedad civil y las empresas locales”, dijo Adams sobre la ausencia tradicional de los representantes de las pequeñas y medianas empresas de África en las conversaciones de negocios a gran escala entre este país y el continente.

A la cumbre de Washington asistieron delegaciones de más de 50 países africanos, incluidos más de 40 jefes de estado, para hablar de seguridad, comercio, infraestructura y gobernanza con el presidente Obama y otros altos funcionarios de Estados Unidos.

Anunciada en 2013 durante la visita de Obama a África, la cumbre fue la primera de su tipo en la historia de Estados Unidos y representa el intento de Washington de ponerse al día con la Unión Europea y China, cuyos gobiernos recurrieron a este tipo de reuniones en el pasado como trampolín para ampliar las relaciones económicas y fortalecer los lazos diplomáticos con el continente africano.

El eje central de la cumbre se desarrolló el martes 5, con el Foro de Negocios de Estados Unidos y África, donde el gobierno estadounidense, directores del Banco Mundial y los presidentes de grandes empresas de este país, como General Electric, Coca Cola, Walmart, Marriot y Mastercard, prometieron ayuda a numerosos sectores africanos.

El énfasis se puso en el programa de Energía para África, de Obama, que reunió 12.000 millones de dólares de los sectores público y privado para una iniciativa que proporcionará electricidad a 600 millones de africanos.

Ben Leo, socio del Centro para el Desarrollo Mundial (CGD), un centro de investigaciones con sede en Washington, afirmó que Energía para África es un paso previo clave para el desarrollo empresarial en la región.

«Si algunos de estos compromisos en el marco de la iniciativa Energía para África resultan eficaces para abordar tanto el acceso a  la electricidad como la estabilidad” de la misma, “habrá importantes beneficios para las pequeñas y medianas empresas africanas”, aseguró Leo a IPS.

Sin embargo, el Consejo del Atlántico, una institución académica de Washington, considera que la región aún carece de una infraestructura adecuada y sufre de profundas desventajas geográficas.

En un informe publicado el miércoles, la institución citó estos dos factores, junto con la necesidad de contar con más información sobre los mercados y una aplicación más solida de las políticas de Estado, como los obstáculos que afligen al desarrollo de los negocios en África subsahariana.

«Aunque este tipo de obstáculos aquejan a todo el mundo, Estados Unidos es el más frustrado con la falta de información… porque tienen los inversionistas que más recurren a esos datos en el mundo”, explicó Diana Layfield, presidenta de Operaciones en África del Standard Chartered Bank, en la presentación del informe.[related_articles]

Pero si se aprovechan las innovaciones, una virtud que Leo describe como uno de los “puntos fuertes de Estados Unidos”, el Consejo del Atlántico es optimista de que aumentarán las oportunidades de inversión en África subsahariana.

Desde el uso de imágenes satelitales para identificar los patrones del tránsito a las encuestas por mensajes de texto en los teléfonos celulares, las empresas privadas utilizan la tecnología para obtener información básica sobre el comportamiento de los consumidores que, según el informe, de otra manera no conseguirían por fuentes del sector público.

Sin embargo, estas innovaciones tecnológicas pasan por alto un punto fundamental, opina Adams, de Oxfam.

«En verdad creo que nos salteamos un paso como país si no miramos hacia el futuro 30 años y nos preguntamos si toda esta inversión no será una estrella fugaz, o si habrá de llevarnos a la creación de empresas locales que den lugar a la creación de empleos”, sostuvo.

Adams subrayó que Estados Unidos es “increíblemente poco transparente” y que rara vez les “informa a los países sobre los pormenores de su propia ayuda”.

“El gobierno de Estados Unidos debe hacer mucho más si en verdad quiere apoyar a África”, concluyó.

Editado por Kitty Stapp / Traducido por Álvaro Queiruga

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